El subidón bursátil de Caixabank facilita al Estado recuperar 10.000 millones de Bankia
La entidad triplica su capitalización desde la absorción en 2021 y permite al Frob elevar el valor de su participación

El presidente del Frob, Álvaro López Barceló | Europa Press
La subida relevante de los bancos en Bolsa y de Caixabank en particular facilitan al Estado poder recuperar ya, de quererlo, unos 10.000 millones de las ayudas que le fueron concedidas a la extinta Bankia. La revaloración de la cotización de la entidad catalana lleva disparada desde hace años y el 18,1% de capital que ostenta el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) -dependiente del Ministerio de Economía- no ha parado de ascender desde entonces.
En la actualidad, según los cálculos realizados por THE OBJECTIVE, las acciones que pose este organismo en el banco catalán superan ligeramente los 9.600 millones. Una cantidad que, aunque ha mejorado considerablemente, aún está lejos de los más de 24.000 millones inyectados al conglomerado BFA-Bankia en la pasada crisis financiera.
Caixabank absorbió en 2021 la firma que estaba controlada por el Estado desde la nacionalización. Una operación que, a diferencia de la actual compra del Sabadell por parte de BBVA, fue impulsada por el Gobierno. Desde la integración, el Frob ha ido elevando su posición por los planes de recompra de acciones ejecutados por el banco, pero la intención de la institución que preside Álvaro López Barceló es, por ahora, mantener la participación. No se plantea una venta masiva, pero sí aprovechar la ventana de las adquisiciones por parte de Caixabank en el marco de su política de dividendos. Si bien por esta vía la cuantía será limitada, ya que en el nuevo plan estratégico, el grupo catalán ha rebajado estas operaciones.
En 2024, el Estado empezó a recuperar parte de las ayudas que le fueron concedidas a Bankia. Hasta entonces, todos los dividendos percibidos había sido utilizados por BFA -matriz de la extinta entidad nacionalizada y 100% del Frob- para tapar agujeros pendientes. Desde el año pasado, el montante de las ayudas que habría recuperado roza los 1.000 millones de euros, teniendo en cuenta que el año pasado el Frob logró los primeros 335 millones y este año la cantidad podría alcanzar los 600 millones en función de la retribución cobrada.
El Gobierno, pese a la subida en Bolsa, no tiene intención de salir del capital de Caixabank y, por ende, la recuperación de las ayudas no aumentará de manera relevante. El Ejecutivo, con esta negativa, está adoptando un camino opuesto al de otros países europeos, que han venido desinvirtiendo en entidades rescatadas en la crisis financiera con colocaciones de paquetes accionariales significativos.
El Gobierno alemán, en contra de lo que hace el español, decidió en 2024 desprenderse de la participación estatal en Commerzbank. En septiembre ejecutó la primera parte, al deshacerse de un 4,5%. Pero la irrupción de Unicredit como gran accionista ha paralizado por el momento el plan de salida, conservando el 12%. Y Grecia ha culminado su salida de los otros tres que fueron ayudados con dinero público.
López Barceló esgrimió en su última comparecencia en el Congreso el potencial de subida de Caixabank en Bolsa, por lo que sugirió que el Gobierno debería retrasar las ventas de acciones para intentar maximizar más la inversión. Y a principios de 2025, el Consejo de Ministros amplió a diciembre de 2027 el periodo para deshacerse de los títulos que conserva.
La capitalización del grupo catalán ha avanzado en lo que llevamos de ejercicio un 45%, un avance se sucede a la apreciación de los años anteriores. Desde la integración con Bankia en 2021, la cotización de Caixabank se ha triplicado. Las expectativas del negocio y de la rentabilidad siguen siendo positivas, pese a la caída de los tipos de interés oficiales, por lo que el alza en la Bolsa se podría mantener.
Gracias al porcentaje del Estado, el Frob tiene un miembro en el consejo de administración de Caixabank. La cúpula de la entidad siempre ha defendido su independencia y ha negado injerencias políticas en la gestión, por lo que nunca ha reclamado abiertamente una salida de su capital. No obstante, los inversores y casas de análisis verían con buenos ojos que poco a poco el Gobierno diera pasos para su abandono con ventas parciales de paquetes de títulos, aprovechando el buen momento de las cotizaciones de los bancos españoles en general, del que no escapa el grupo que lidera Gonzalo Gortázar.