Los inversores elevan sus exigencias a BBVA sobre el precio de la opa tras la venta de TSB
Reclaman al menos 1.500 millones más y en efectivo al grupo vasco si quiere garantizarse el éxito de la operación

El presidente del BBVA, Carlos Torres. | Reuters
Los inversores reclaman a BBVA desde hace tiempo una mejora de la oferta pública de adquisición de acciones (opa) sobre el Sabadell. Hasta ahora, exigían un alza de en torno a 1.000 millones, pero tras la venta millonaria de la filial británica al Santander, el mercado está pidiendo más para compensar en parte el megadividendo que ha prometido la entidad catalana por importe de 2.500 millones con el fin de desbaratar la operación hostil.
Tal es la demanda que la prima negativa superó en la jornada de este miércoles la barrera del 10%. Cuanto más alto sea el incremento que proponga BBVA, más serán sus posibilidades de garantizarse un triunfo, porque de lo contrario, los accionistas del Sabadell tendrían cada vez menos incentivos para acudir a la opa -una vez se abra el periodo de adhesión a mediados o finales de julio- al perder dinero a corto plazo.
Fuentes financieras señalan a THE OBJECTIVE que BBVA tiene margen para llevar a cabo una mejora sustancial de al menos unos 1.500 millones y en efectivo. Primero, porque dispone de colchón de capital suficiente, y segundo, porque de hacerse con el control del Sabadell recibiría la mayor parte del superdividendo planteado por el catalán con el dinero que logre con la venta de TSB. Dos iniciativas que tienen que ser validadas aún por la junta general convocada para el 6 de agosto.
La opinión de los inversores coincide plenamente con la que tiene la cúpula del Sabadell. El consejero delegado, César González-Bueno, ha señalado que «si antes el precio de la opa era insuficiente, ahora más». Lo cierto es que la desinversión de la franquicia británica por parte del catalán se ha diseñado como defensiva frente a la oferta hostil, pero puede que sea incluso beneficiosa para los intereses de BBVA. El vasco no solo percibirá buena parte de las ganancias de la venta, sino que era un activo que no quería y que pretendía deshacerse en el corto o medio plazo, por lo que ya no tendrá que mover ficha en este sentido porque todo el trabajo estaría ya hecho.
BBVA comunicó a principios de esta semana que seguía adelante con la opa pese a las limitaciones adicionales impuestas por el Gobierno, que ha prohibido la integración de ambos bancos como mínimo en tres años, y a pesar de que ya conocía que el Sabadell estaba a punto de acordar la venta de TSB.
La entidad presidida por Carlos Torres está analizando los impactos de estas dos decisiones para recalcular el rendimiento de la operación. Además, está estudiando recurrir ante la Justicia el veto temporal de Moncloa a la fusión al considerar que es ilegal. De presentar la demanda y ganarla, podría percibir una indemnización millonaria que podría superar los 1.000 millones por daños y perjuicios económicos, aunque este talón no llegaría hasta pasados los ejercicios, en torno a cuatro o cinco, ya que los trámites jurídicos son lentos en nuestro país.
La prima negativa avanzó este miércoles con fuerza, aunque la correlación entre las cotizaciones del Sabadell y BBVA se mantiene. La capitalización del catalán sobrepasó los 15.000 millones de euros tras dispararse más de un 5% tras acordar la venta de la filial del Reino Unido. Este valor es muy superior a los 12.200 millones en los que tasó el vasco a su rival en el momento del lanzamiento de la opa, en mayo de 2024. Por tanto, ahora el Sabadell vale 3.600 millones más.
Hay que tener en cuenta además que pese a las incertidumbres de México y las dificultades que ha encontrado con la opa, BBVA también cotiza a precios más altos que entonces, hace ya más de un año. Ha pasado de los 64.000 millones de euros a los 75.300 millones.
Se espera que el periodo de adhesión empezará dentro de varias semanas y no finalizará hasta bien entrado septiembre. Para ello tendrá que ser ratificado el folleto informativo que se está ajustando en la actualidad por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) una vez se presente su versión final tras los contactos mantenidos entre BBVA y el regulador. En el documento se desvelarán los ahorros de costes de la operación, que bajarán sobre lo previsto inicialmente debido a las exigencias del Gobierno.