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Ana Botín crea una firma de extracción de minerales ante el auge de las tierras raras

La presidenta del Santander, con terrenos en Ciudad Real, constituye Geofimar y diversifica sus negocios particulares

Ana Botín crea una firma de extracción de minerales ante el auge de las tierras raras

Ana Botín, presidenta del Santander. | Europa Press

Ana Botín explora nuevas oportunidades al margen de la presidencia del Banco Santander y los negocios particulares que ya tiene. La banquera considera atractiva la extracción y preparación de determinados minerales ante la batalla, cada vez más efervescente, por las denominadas tierras raras y ha creado recientemente una firma para operar en este sector.

La máxima responsable de la entidad cántabra ha constituido Geofimar este verano, según ha podido saber THE OBJECTIVE. Esta sociedad es una filial de Bafimar, otra de las sociedades que ya ostentaba y que se dedica a la explotación de las fincas agrícolas de su propiedad.

En concreto, según el registro mercantil, Botín creó a principios de julio Geofimar, cuyo objeto social es la extracción de minerales metálicos no férreos, una actividad que comprende la exploración, entre otros de bauxita, cobre, plomo, zinc, estaño, manganeso, cromo, níquel, cobalto, molibdeno, tantalio y vanadio, además del oro, la plata y el platino.

Estos no están el listado que conforman las tierras raras, pero algunos de ellos sí son considerados raros o estratégicos para la fabricación de muchos productos que se han convertido en esenciales en todo el mundo y que pertenecen a los sectores de la electrónica, los móviles, los automóviles y la defensa.

Por ello, su importancia es radical para no depender de China. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea impulsan proyectos para encontrarlos y extraerlos en sus suelos. El presidente norteamericano, Donald Trump, anunció su pretensión de anexionarse Groenlandia, región danesa en la que abundan estos materiales.

Ana Botín se adentra en este segmento en ebullición del que España cuenta con grandes yacimientos de minerales raros o estratégicos que, hasta la fecha, no están siendo aprovechados.

La nueva empresa de la banquera está ubicada en uno de los inmuebles que posee en el centro de Madrid y donde tiene domiciliado el resto de sus compañías. Una de ellas es su brazo inversor Cronje, con el que gestiona las acciones que posee del Santander. Esta última compañía dejó atrás las pérdidas el año pasado y su beneficio por la remontada en Bolsa del banco, una escalada que no se ha detenido en 2025.

No es la primera vez, en los últimos ejercicios, que la banquera explora negocios que están de moda o que presentan un alto potencial de rendimientos. En 2023 se hizo con una participación minoritaria de una plataforma francesa especializada en las energías renovables y la inteligencia artificial. A través de Cronje, adquirió acciones de CO2 AI tras desembolsar 55.297 euros.

Ana Botín ha designado administradores de su nuevo proyecto a tres de sus principales gestores de sus empresas particulares y a otros miembros de la familia de banqueros, como su hermano Javier. Tiene como gestores a José María Morencia, María Concepción Camarena y María Isabel Anguera-Sojo.

Fincas en Ciudad Real, donde hay grandes yacimientos

La matriz de Geofimar, Bafimar, es la firma que explota dos fincas agrocinegéticas que Ana Botín tiene en Piedrabuena y Puebla de Don Rodrigo (Ciudad Real). Precisamente en esta provincia es donde se encuentran grandes reservas de minerales estratégicos y raros. La Comisión Europea aprobó en marzo siete proyectos para extraer en España materiales críticos, uno de ellos en el territorio castellano-manchego para la extracción de wolframio, a pocos kilómetros de los dos terrenos que tiene la banquera.

Bafimar, a diferencia de su brazo inversor, sí registró pérdidas en 2024, según las cuentas registradas a las que este periódico ha accedido a través de Insigth View. La empresa agrícola tuvo unos números rojos de 263.484 euros frente a las ganancias de 11.622 euros de 2023, como consecuencia de menores ingresos por la actividad principal y mayores gastos de explotación.

Los activos de esta empresa alcanzan los 54 millones después de que se hayan disparado un 11% en solo 12 meses como consecuencia de la mejora en la valoración de las existencias y el inmovilizado material. Ana Botín, además, cuenta con otro holding para otros negocios, Pérgamo Inversiones, que aglutina a Cronje. En 2023 traspasó a su hijo mayor, Felipe Morenés, una de sus sociedades patrimoniales, Oquendo, que se dedicaba dedicada a la gestión inmobiliaria y de fincas agrícolas.

Solo con las acciones que controla del Santander, su riqueza asciende a más de 250 millones de euros después de la revalorización que ha tenido la entidad en el presente ejercicio. Ana Botín posee 33,84 millones de títulos del grupo cántabro, representativas de un 0,227% del capital.

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