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Banca

Los españoles guardan un 14% más en depósitos a plazo por la incertidumbre

Las familias contratan entre enero y junio 121.438 millones en imposiciones sin libre disposición gratuita

Los españoles guardan un 14% más en depósitos a plazo por la incertidumbre

Símbolo del euro frente al BCE | Europa Press

Los españoles están elevando la cantidad que guardan en depósitos a plazo por la incertidumbre existente y pese a la bajada de los tipos de interés que pagan los bancos por este producto. Las menores tasas, derivadas de los recortes del precio oficial del dinero, tendrían que desincentivar la colocación de recursos en estas imposiciones, que impiden su libre sin disposición hasta el vencimiento sin una penalización. Sin embargo, las familias están siendo más cautelosas ante la inestabilidad política actual, tanto a nivel nacional como en el contexto internacional.

Los nubarrones cada vez son mayores y cada cierto tiempo aparecen nuevos acontecimientos que provocan una caída de la confianza de los consumidores y de los inversores. Este mes de septiembre han saltado las alarmas sobre el endeudamiento excesivo de diferentes países y no está clara la continuidad del Gobierno francés. En España, los socios de Pedro Sánchez no descartan unas elecciones anticipadas por los casos de corrupción y los problemas con la vivienda son cada vez más acuciantes, entre otros cuestiones.

En este contexto, los hogares han colocado en los siete primeros meses de 2025 un 13,62% más de depósitos que en el mismo periodo de 2024. En julio, coincidiendo con las vacaciones estivales, el importe contratado ha sido el segundo más alto desde que el BCE inició los movimientos de los tipos, a mediados de 2022. Las imposiciones a plazo acumulan desde enero 121.436 millones, una cantidad que contrasta con los 106.858 millones del ejercicio pasado, según los datos recabados por THE OBJECTIVE en el Banco de España.

Esta situación de incertidumbre ha llevado a los españoles no solo a reservar parte de sus ahorros en imposiciones con vencimiento con el fin de obtener una cierta rentabilidad y contar con un colchón para futuros imprevistos, sino también a gastar menos este verano. Los datos globales de cuentas a la vista -aquellas que se pueden disponer en el momento- y depósitos muestra que las familias han destinado mucho menos dinero a pasar la etapa estival. La suma ha caído un 78% menos que en julio de 2024, lo que indica que han gastado mucho menos en viajes, ocio, restaurantes, confirmando así los presagios del sector turístico.

En cuanto a los depósitos a plazo, estos están sufriendo desde hace meses un constante ajuste de la rentabilidad que ofrecen los bancos. Los intereses han sido recortados una decena de veces en poco menos de un año. En la actualidad, las entidades pagan de media un 1,64% tras los recurrentes tijeretazos.

Los más demandados son los que se contratan a 12 meses. El resto apenas cuenta con apetito ante la mayor tardanza en su liberación. En julio, las familias colocaron 18.866 millones. Este importe está a poca distancia del máximo depositado en un mes, que se produjo en octubre del ejercicio pasado. Por entonces, invirtieron 18.984 millones, pero las tasas ofrecidas eran superiores, del 2,13% y no existía tanta incertidumbre en el horizonte. Ni Donald Trump había llegado a la Casa Blanca ni los casos de corrupción que afectan a Sánchez y su entorno más próximos estaban tan avanzados.

El saldo acumulado en depósitos a plazo de las familias, sumando nuevas operaciones y las pasadas aún vigentes, alcanza los 159.041 millones. La cuantía es muy inferior a lo que los hogares tienen en cuentas corrientes, ya que estas se sitúan en los 913.331 millones.

A partir de ahora no se esperan grandes cambios en los tipos que desembolsan los bancos por las imposiciones con vencimiento, debido a que no se prevén movimientos de calado por parte del BCE en su política monetaria. Los inversores descuentan que mantendrá el precio oficial del dinero al 2% al menos hasta diciembre, salvo que haya algún acontecimiento extraordinario. Es probable que en 2026 pueda rebajar en dos ocasiones, hasta el 1,5%, las tasas, aunque todo dependerá de la evolución del contexto internacional y de la evolución de la inflación, que ha dado algún síntoma de avance últimamente.

Hace unos meses el mercado era más agresivo con sus pronósticos y apuntaba a mayores recortes por parte del organismo monetario con el fin de relanzar la economía, tras los siete realizados. Pero la cautela se está imponiendo en todos los terrenos ante los desafíos y la incertidumbre generalizada.

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