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El aeródromo manchego de la familia Botín que controla Bankinter entra en pérdidas

Pista la Perdiz registró en 2024 números rojos de 43.935 euros, frente a las ganancias de 2022 y 2023

El aeródromo manchego de la familia Botín que controla Bankinter entra en pérdidas

Aeródromo Pista la Perdiz, de la familia Botín. | Pista la Perdiz

El aeródromo manchego de la familia Botín Naveda, que controla Bankinter, entró en pérdidas en 2024. Pista la Perdiz, que administra la instalación ubicada en Ciudad Real, dejó atrás las ganancias de ejercicios anteriores y sufrió unos números rojos de 43.935 euros el año pasado, frente a los beneficios de 39.165 euros de 2022 y los 12.021 euros de 2023.

Por tanto, la evolución de la compañía en los últimos tiempos es negativa. La saga de banqueros, que ahora está liderada por Alfonso Botín -vicepresidente ejecutivo de Bankinter y presidente de Línea Directa-, controla el 50% de Pista La Perdiz. La otra mitad pertenece a socios y gestores del aeródromo.

Alfonso Botín es hijo de Jaime Botín, que falleció el verano pasado, y primo de la máxima responsable del Santander, Ana Botín. Tras la muerte de su padre, tomó las riendas de la práctica totalidad de los negocios de la estirpe, entre ellos, el holding patrimonial, Cartival, y el Retomoso de la Mancha, la compañía de la que depende la instalación aérea y una finca agrícola, situada también en Ciudad Real.

La sociedad del aeródromo de la familia Botín fue constituida en 2011 y en 2024, según los datos registrados recabados por THE OBJECTIVE a través de Insight View, reflejan que su resultado negativo obedece a un aumento significativo de los costes de explotación y a la incorporación de una provisión para atender posibles pérdidas. Los primeros han empeorado un 2000% con respecto al año anterior. Por contra, la empresa logró mejorar sus ingresos por la actividad principal en un 15%.

Pista la Perdiz administra el único aeródromo privado asfaltado para aviones ejecutivos y que sirve para dar servicio, principalmente, a los eventos tanto de ocio como de caza que se organizan en la finca La Nava del Barranco, que se encuentra en el municipio de Castelar de Santiago.

A pesar de que esta base aérea, que tiene una superficie de 1.530 metros de largo y 23 metros de ancho, sufre pérdidas, ni el Retamoso de la Mancha ni Cartival están en esa situación. Todo lo contrario. Ambas sociedades de la familia Botín han logrado remontar gracias a una mejora de los ingresos y de la valoración de sus activos.

En concreto, el Retamoso pasó de perder en 2023 algo más de medio millón de euros a ganar 188.689 euros en 2024. Por su parte, Cartival -con la que controla Bankinter y Línea Directa al ostentar una participación del 23,2% y el 20%- obtuvo un beneficio de 186,8 millones de eurosfrente a los números rojos de 1,7 millones del ejercicio precedente. Estas dos son las principales sociedades instrumentales de la familia Botín.

El Retomoso, de la que depende la mitad del capital del aeródromo, pertenecía hasta diciembre de 2024 al holding Cartival, pero ahora está en manos de los miembros de la saga tras una reestructuración realizada tras la muerte de Jaime Botín. El informe anual del conglomerado refleja la dicha transferencia de este activo se había materializado con socios y administradores de la misma y está recogida en la partida de operaciones vinculadas.

Cartival es, sin lugar a dudas, la joya de la corona de Alfonso Botín y sus hermanos. Este grupo tiene unos activos totales valorados en 1.146 millones de euros en balance, si bien el valor real de los mismos en la actualidad es mucho mayor. Por ejemplo, su participación en Bankinter, a precios de mercado, asciende en la actualidad a 2.650 millones. Y las acciones que tiene en Línea Directa rozan los 200 millones.

En los últimos años, debido a la crisis de Línea Directa, la familia Botín obtuvo pérdidas con su holding. Ante esta situación, en octubre de 2023 inició un proceso de diversificación de negocios. Para ello, transformó su filial Aleph para adquirir energías renovables y activos alternativos. Esta estrategia estuvo comandada por Gonzalo Blascouno de los nietos de Jaime Botín que se incorporó a Cartival.

Para los próximos ejercicios, Cartival espera que el beneficio de las sociedades participadas aumente progresivamente, «haciéndose así efectiva la rentabilidad de las inversiones en valores mobiliarios», restando importancia a Bankinter y Línea Directa. «La sociedad, en su apuesta por la diversificación, mantiene su cartera en los sectores de biotecnología y energético, medioambientales, especialmente en energías renovables, apoyando el desarrollo de estas industrias para la mejora medioambiental y sostenibilidad», señalaba su último informe.

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