BBVA y Sabadell especulan con el pánico a las pérdidas para ganar la batalla de la opa
Ambas entidades alertan de caídas en la cotización y otros riesgos en función del resultado de la operación

Los presidentes del Sabadell, Josep Oliu, y de BBVA, Carlos Torres. | EP
BBVA y Sabadell están alentando el pánico a las pérdidas para atraer a sus intereses a los accionistas del catalán para ganar la guerra abierta, cada vez más al límite, de la oferta pública de adquisición (opa), que tiene ya los días contados tras casi un año y medio desde su lanzamiento. Los mensajes lanzados por uno y otro contendiente son claros y van encaminados a alertar de posibles consecuencias negativas, en función del resultado final, que no se conocerá hasta la próxima semana.
Mientras BBVA avisa de que la cotización caerá con fuerza si la opa fracasa, es decir, si no alcanza ni siquiera un 30% del capital, umbral que permitiría al vasco poner sobre la mesa una segunda oferta en metálico tras renunciar a la condición mínima impuesta ahora del 50%. Con ello, el grupo que preside Carlos Torres están intentando convencer a los accionistas del Sabadell para que acudan en masa a la operación de canje.
Por su parte, los dirigentes del banco catalán están poniendo el acento en los riesgos existentes. A su juicio, todavía hay partido. Además de poner en valor que su banco será más rentable que si cae bajo el control de BBVA, subrayan en los últimos días que aquellos socios que se adhieran a la opa podrían enfrentarse a un futuro no muy prometedor en el caso de que el banco vasco lance una segunda oferta. En este escenario, esta propuesta podría ser superior a la actual, además de ser en metálico. Asimismo, alertan de que la entidad con sede en Bilbao podría tener que llevar a cabo una ampliación de capital que, por un lado, generaría una caída de la cotización -es decir, minusvalías inminentes- y, por otra, tendrían que asumir su coste, bien vía dilución o participación en la misma.
Dicha ampliación, que BBVA ha señalado que no hará en ningún caso, podría ascender a unos 12.000 millones de euros, que es el valor aproximado de hasta el 70% del Sabadell. Por el momento, el mercado no vislumbra con claridad que esta operación vaya a producirse, porque de lo contrario las cotizaciones ya estarían recogiendo su efecto, con una cierta falta de correlación derivada de una bajada del primero y una subida del segundo. La oferta mejorada acumula una prima del 3%, es decir, dando por hecho que la opa saldrá adelante.
A día de hoy, el resultado no está nada claro, y ambos están librando también una guerra de cifras y probabilidades, no solo del relato. BBVA confía en alcanzar entre un 60% y un 70% del capital del catalán en la opa que está abierta hasta este viernes y el Sabadell duda, incluso, de que pueda llegar al 30%.
Lo que parece claro, y así lo aseguran distintos analistas, es que en el caso de que la opa fracase, ambos bancos se resentirán en Bolsa. BBVA lo hará por un error estratégico relevante, que podría hacer tambalear a la cúpula actual, lo que le sumiría en una etapa de inestabilidad. El Sabadell caería porque en los últimos meses su cotización ha estado, en parte, sustentada por el efecto de la opa y las posibilidades de que elevara el precio, como finalmente sucedió.
Lo que no está tan claro, como publicaba THE OBJECTIVE este fin de semana, es que la pelea vaya a terminar aunque la opa culmine este viernes. No se descarta que la lucha se traslade a los tribunales debido a que las hostilidades están en máximos y ambos bancos se están jugando su futuro. Principalmente el Sabadell, que podría desaparecer como entidad independiente. Por ahora, únicamente ha habido denuncias mutuas de malas prácticas ante la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV), pero las querellas podrían llegar a la Justicia.
BBVA presentó en junio un recurso contra la intervención del Gobierno, que le obliga a mantener al menos tres años la independencia y la gestión autónoma del Sabadell en caso de que consiga controlarlo. Ello, de facto, impide una fusión de ambas entidades hasta 2028 como mínimo, salvo que este tribunal determine lo contrario antes de esa fecha. Días después, la Comisión Europea abrió un expediente a España por las medidas del Ejecutivo contra la opa que podría terminar en el Tribunal de Justicia comunitario. Estos dos procesos, a diferencia de los que puedan venir a partir de ahora, afectan a la operación, pero no de lleno, ya que solo tienen que ver con la integración.