Los sindicatos exigen a BBVA un plan de prejubilaciones tras el fiasco de la opa
Comisiones Obreras y UGT piden también al banco contrataciones inmediatas de personal más joven

Sede operativa de BBVA en Madrid. | EP
Los sindicatos no han tardado ni unos días tras el fracaso de la oferta pública de adquisición (opa) de BBVA sobre el Sabadell para plantear reclamaciones a la cúpula del banco vasco. Tanto Comisiones Obreras como UGT han exigido la puesta en marcha de un plan de prejubilaciones ante la buena situación que atraviesa la entidad.
Los representantes de los trabajadores, a través de circulares internas, han informado a la plantilla de que han pedido a la dirección de BBVA el inicio de las negociaciones para aprobar un programa de jubilaciones anticipadas. Un ajuste que, según sus peticiones, debería ser compensado de manera inmediata por contrataciones de personal más joven con el fin de repartir la carga que soportan los empleados.
A juicio de los sindicatos mayoritarios, BBVA tendría que aprovechar los excesos de capital que tiene tras el fiasco de la opa no solo para premiar a los accionistas con dividendos y recompras de títulos, sino para mejorar las condiciones de la plantilla, que ha hecho todos los esfuerzos, dicen, para mantener a flote el barco en el año y medio que ha durado la tomentosa oferta pública, especialmente durante el periodo de adhesiones.
El presidente de BBVA, Carlos Torres, descartó un recorte de plantilla a través de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) al día siguiente de conocerse que la opa había fracasado. Pero la entidad puede lanzar prejubilaciones voluntarias para un número relevante de personas.
La plantilla de BBVA está compuesta por más de 29.000 trabajadores en la actualidad. Según los datos recabados por THE OBJECTIVE, en 2024 apenas 186 empleados se acogieron a jubilaciones ordinarias y anticipadas. La edad media de la fuerza laboral del grupo vasco en España es de 44 años, pero más de 7.300 personas tienen más de 50 años. Las prejubilaciones, en todo caso, serían para los mayores de 53 o 55 años, de recoger el guante la dirección del banco y ponerlas en marcha.
Los sindicatos se opusieron a la opa sobre el Sabadell por el impacto que tendría en el empleo. Comisiones Obreras y UGT cifraron en unas 10.000 las salidas de prosperar la fusión proyectada. BBVA nunca cuantificó de manera oficial el posible ERE, pero distintas fuentes apuntaban a casi 5.000 debido a las sinergias de la operación.
La última vez que BBVA lanzó un ajuste de plantilla fue en 2021, cuando el sector en su conjunto llevó a cabo despidos masivos por las consecuencias de la pandemia y su adaptación al auge de los canales digitales. Entonces hizo un ERE para casi 3.000 trabajadores. Este recorte se llevó a cabo con prejubilaciones y bajas incentivadas a partir de los 50 años.
Los sindicatos, además, de un nuevo programa de salidas y renovación de la plantilla, han reclamado al banco con sede en Bilbao que abone una paga extraordinaria por el compromiso de los últimos meses en los que se ha desarrollado la oferta de compra fallida del Sabadell.
Torres se reunió hace unos días con la plantilla para reconocer su esfuerzo y admitir que se había perdido una oportunidad para que el grupo diera un salto en su crecimiento. Pero no se comprometió a hacer mejoras en las condiciones salariales para los trabajadores.
Para evitar cualquier castigo en Bolsa por parte de los inversores, BBVA se ha apresurado a anunciar una aceleración en las recompras de títulos propios. A finales de este mes lanzará una por importe de unos 1.000 millones, que estaba pendiente de la resolución de la opa. Además, ha anunciado que en breve iniciará otra por un valor significativo, a la espera de que el BCE la autorice. Distintas casas de análisis apuntan que podría alcanzar entre 3.000 y 3.500 millones.
Estas recompras forman parte del plan estratégico de BBVA hasta 2028 —que no tenía en cuenta la eventual toma de control del Sabadell— por el que pretende distribuir una remuneración a los accionistas por un total de 36.000 millones ante la mejora de sus resultados, que alcanzarán unos 48.000 millones. La entidad, gracias a la aceleración en los dividendos, ha salvado las caídas y está a punto de superar los 100.000 millones de capitalización. Será la cuarta firma española que lograría sobrepasar este valor.