Santander, BBVA, Unicaja y Bankinter ven también inaccesible el mercado de la vivienda
Frenan de manera proactiva la venta de hipotecas por la guerra de precios existente ante el ‘boom’ inmobiliario

Diferentes sucursales de bancos | Europa Press
La adquisición de una vivienda se ha convertido en un problema para los españoles, debido a la elevada demanda, la escasa oferta y la subida exponencial de los precios. Muchos ciudadanos no pueden acceder a la compra de un inmueble, lo que está suscitando un debate público para que se articulen soluciones. Pese a ello, la compraventa de pisos está disparada, con cifras récord, aunque ha dado los primeros síntomas de ralentización.
De esta compleja situación no están escapando ni siquiera los bancos, que, a priori, son los grandes beneficiarios por la comercialización de hipotecas. Algunas de las principales entidades ya han decidido de manera proactiva vender menos, por los riesgos que entraña y porque otras están tirando los tipos de interés que cobran para aprovechar el «boom existente». El Santander, BBVA, Unicaja y Bankinter han sido los primeros que se están alejando de este segmento y están apostando por otros para hacer crecer su negocio.
Fuentes financieras señalan a THE OBJECTIVE que la retirada de estos bancos empieza a generar mayores cuellos de botella e impedir que accedan más compradores a la vivienda, ya que aunque la mayor parte de la demanda solvente la está absorbiendo el resto, hay otra que tiene serias dificultades para conseguir un crédito con el que adquirir una casa.
El Santander ya dio la voz de alarma hace meses, cuando frenó la venta de hipotecas. Después fueron BBVA y Unicaja los que alertaron de lo que estaba sucediendo. Y hace unos días, Bankinter se sumó a estas voces y señaló que «el mercado se había vuelto irracional», por lo que se habían retirado de la guerra existente por captar este tipo de préstamos.
A su juicio de estas entidades, algunos bancos están bajando demasiado los precios de las hipotecas, hasta el punto de que podrían estar otorgándolas a pérdidas o con riesgos de insolvencia para el futuro. Por eso exigen que se pare esta práctica, por lo que pueda ocurrir dentro de unos años. De hecho, los créditos para vivienda con elevado riesgo se han disparado, tal y como publicó este periódico este verano. El primer trimestre de 2025 superaban ya el 10% de las formalizaciones. En el segundo han avanzado hasta casi el 12%.
El Gobierno y los ejecutivos regionales están intentando promover medidas con las que poner fin a esta dificultad de acceso. Pedro Sánchez ha pedido ya a Bruselas que actúe para que se impida la compra de un piso si no es para uso residencial. Un movimiento que se produce después de que la Generalitat de Cataluña esté estudiando aprobar una iniciativa de este estilo.
Los bancos, en cambio, apuestan por otras. Consideran que es necesario que las administraciones colaboren para liberalizar suelo en el que poder construir más inmuebles. Hay menos disponibilidad de la demanda, que ha crecido sobremanera por la llegada masiva de extranjeros a nuestro país en los últimos años.
El consejero delegado de Caixabank, Gonzalo Gortázar, urgía hace semanas a acelerar este proceso porque, a su juicio, dentro de unos años se notarán los efectos negativos sobre la economía en general, ya que España no será capaz de atraer los ciudadanos foráneos necesarios para cubrir las vacantes laborales que habrá por la ola de jubilaciones que avecinan hasta 2035. Esto tendrá un efecto adverso para el crecimiento del país y, por tanto, para el bienestar general.
Además, los bancos piden cambios en una de las medidas aprobadas por el Gobierno para que los jóvenes puedan acceder a una vivienda, la relativa a las hipotecas avaladas por el Estado a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO). La línea no está funcionando como se esperaba, por lo que requieren modificaciones en las condiciones y una menor burocracia.
El frenazo experimentado por el euríbor en los últimos meses ha permitido que la batalla por las hipotecas se haya suavizado tímidamente, pero la pelea sigue siendo muy agresiva. Los bancos subieron el coste de estos créditos para vivienda en agosto, según los datos del Banco de España. Las hipotecas pasaron de un 2,70% a un 2,75% de interés, incluyendo todas las comisiones. En julio del año pasado, las operaciones llevaban aparejado un tipo del 3,97%.
El BCE ha dado por concluida la etapa de movimientos en el precio oficial del dinero y el mercado descuenta que al menos en lo que resta de ejercicio no habrá nuevos ajustes. De ahí que el euríbor se haya dado la vuelta y deje atrás las caídas. En la actualidad, se sitúa ligeramente por encima del 2,2%.
