BBVA se vuelca en Italia para crecer y llegar al millón de clientes tras fallar en la opa al Sabadell
Espera captar 250.000 usuarios más en 15 meses, además de armar su banco digital en Alemania

El consejero delegado de BBVA, Onur Genç. | EP
BBVA se vuelca con su proyecto de crecimiento en Italia, donde aspira a llegar al millón de clientes antes de finales del próximo año. Lo hace después de haber fallado con la oferta pública de adquisición (opa) lanzada sobre el Sabadell y debido a que en México y Turquía existen nubarrones en el horizonte, tal como publicó THE OBJECTIVE. El grupo vasco aspira a elevar en unos 250.000 el número de usuarios en el país trasalpino en los próximos quince meses.
El banco que preside Carlos Torres opera en Italia a través de un banco digital que lanzó hace varios años. Ahora, y tras haber alcanzado los 750.000 clientes dos ejercicios antes de lo previsto, pretende sacar más provecho de este mercado y compensar los menores aumentos de negocio tanto en España como en los mercados mexicano y turco.
También ha puesto el foco en Alemania, donde desembarcó online a principios de este verano, para construir una base que con los años le permita explotar todas sus capacidades, como a partir de ahora en Italia. El consejero delegado, Onur Genç, señaló en la presentación de resultados trimestrales que estos dos países iban a tener una mayor relevancia y que en 2026 se reportarán de manera más extensa los desempeños conseguidos.
El director del área de bancos digitales de BBVA, Murat Kalkan, sostiene en una entrevista interna del grupo que su «objetivo es llegar a la rentabilidad en todos los mercados donde [operan] más rápido que los neobancos de éxito» y seguir entrando en otros que sean atractivos para impulsar el crecimiento de la entidad.
BBVA no tiene por el momento ningún plan de trasladar este modelo a otros países. En cuatro años de presencia en Italia, ha logrado captar más de 6.000 millones en depósitos. A juicio de Kalkan, la ganancia se ha logrado incluso después de haber rebajado los tipos de interés ofrecidos, lo que «demuestra la resiliencia de nuestra propuesta y la confianza».
Los expertos reclaman al grupo vasco una mayor claridad sobre su diversificación tras el fracaso de la opa, ya que la oferta de compra del Sabadell tenía como fin reducir la dependencia de México y Turquía. Este último país ha generado las primeras dudas, ya que la escalada de los impagos ha impedido que el banco alcanzara los objetivos previstos entre enero y septiembre, lo que ha supuesto las primeras señales debilidad en un momento en que la presidencia de Carlos Torres se tambalea.
Pese a ello, los inversores confían en el desempeño de BBVA a tenor de sus valoraciones y de la evolución de la cotización. El banco ha sobrepasado por primera vez el umbral de los 100.000 millones de capitalización y el precio por acción ha batido todos los récords, llegando a rozar los 19 euros.
Torres ha descartado dimitir, puesto que cuenta con el apoyo tanto del consejo de administración como de la junta general, pero sus pasos se analizan detenidamente por el daño reputacional y de imagen que ha supuesto el fracaso del Sabadell. La fallida adquisición ha elevado en unos 100 millones los costes en publicidad del grupo en los nueve primeros meses del año, con un crecimiento superior en los meses de verano, coincidiendo con el desenlace de la operación.
Para Kalkan, «los primeros resultados en Alemania nos dicen que estamos en el camino correcto», a pesar de que es un «mercado complejo» al estar muy fragmentado y ser el más grande de Europa. «La acogida ha sido muy buena. En el momento del lanzamiento, la demanda de los clientes superó ampliamente nuestras expectativas, lo que confirma que «hay espacio» para nuestra propuesta. Hasta la fecha, BBVA no ha ofrecido ningún dato de captación este país, a diferencia de Italia, al llevar apenas unos meses con la operativa.
La unidad de bancos digitales está integrada en la división de nuevos negocios, que desde ahora tendrá un peso más significativo en el grupo, según sus estimaciones. En ella se encuentra la gestión de las participaciones que tiene en el británico Atom y el brasileño Neon, en los que tiene una inversión estratégica, pero no participa de la gestión.
