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El jefe de ingeniería de BBVA, primer directivo que vende acciones del banco tras la opa fallida

Carlos Casas se ha desprendido de un paquete de 52.731 títulos, con el que ha ingresado en torno a un millón de euros

El jefe de ingeniería de BBVA, primer directivo que vende acciones del banco tras la opa fallida

El máximo responsable del área de ingeniería de BBVA, Carlos Casas. | BBVA

El máximo responsable del área de ingeniería de BBVA se ha convertido en el primer alto directivo que vende acciones del banco tras la oferta pública de adquisición (opa) sobre el Sabadell, que resultó fallida. Carlos Casas, que ocupa este cargo desde el año pasado, se ha desprendido de un paquete de 52.731 títulos. Ha ingresado en torno a un millón de euros, a tenor del precio unitario sobre el que ha vendido (19 euros).

El movimiento de Casas es el primero de esta naturaleza por parte de un miembro de la cúpula desde el fracaso de la operación, a mediados de octubre. El resultado desató dudas en el mercado sobre la posible continuidad a medio plazo del presidente, Carlos Torres, y algunas críticas internas por el empeño en sacar adelante la transacción contra viento y marea.

Desde el lanzamiento de la opa, en mayo de 2024, ningún directivo había vendido o comprado acciones de BBVA hasta hace unas semanas, según los datos recabados por THE OBJECTIVE. Ahora, el jefe de ingeniería ha roto esta pasividad con una desinversión, aprovechando que la cotización ha escalado posiciones tras quitarse la presión de la oferta por el Sabadell y por las buenas perspectivas de la banca en general. El grupo vasco ha superado por primera vez los 100.000 millones de valor y el precio de cada título ha alcanzado récords históricos.

La buena marcha en bolsa está sirviendo para que Carlos Torres se quite presión y pueda mantener el sillón de mando sin complicaciones, pero los inversores vigilan cada paso que da ante cualquier otro fracaso en su proyecto con el fin de promover una dimisión. Por ahora, el presidente de BBVA no se ha apartado, porque cuenta con el apoyo del consejo y de la junta general.

El consejero mexicano compra títulos

Mientras que Casas ha hecho una venta millonaria, otro miembro de la cúpula ha adquirido un volumen importante de acciones, con lo que expresa su confianza en la evolución de la entidad. Se trata del mexicano Carlos Salazar Lomelín, consejero externo, que en las últimas semanas se ha hecho con 342.570 títulos por un importe conjunto casi 5,6 millones de euros. La primera de sus adquisiciones se produjo antes incluso de conocerse el resultado de la opa, de acuerdo con los registros de la CNMV.

Las subidas en bolsa hasta niveles nunca vistos recientemente están llevando a determinados directivos de los bancos a aprovechar el momento y hacer caja. Este verano, buena parte del equipo de más alto nivel de Caixabank se deshizo de acciones de la entidad catalana. La cúpula se embolsó 3,62 millones en una venta masiva por parte de seis de sus máximos responsables de gestión.

Otros mantienen su confianza en los desempeños futuros, como la familia Masaveu en Bankinter, donde cuenta con representación en su consejo de administración. La saga asturiana se reforzó en su capital con la primera compra de títulos que hacían en más de dos años. Tomaron 14.000 títulos, una ligera ampliación de su posición del 5,32% en la entidad controlada por los Botín Naveda.

BBVA tendrá que demostrar su capacidad de generación de ingresos y resultados una vez fracasada la opa. Las cuentas de septiembre han reflejado el primer problema, la escalada de impagos en Turquía, que han impedido al grupo vasco alcanzar las previsiones de los analistas. Para ampliar la diversificación geográfica, muy dependiente de México y del mercado turco, el banco ha puesto el foco en su crecimiento en Italia a través de su plataforma digital. Confía en alcanzar el millón de clientes en 2026 en el país trasalpino, por lo que trata de captar 250.000 usuarios en unos 15 meses. Quiere además impulsar su actividad en Alemania, donde ha desembarcado recientemente.

La cúpula de BBVA prefiere mirar al futuro tras la opa y no hablar de las causas y consecuencias del fracaso del segundo intento por controlar el Sabadell. Pero es consciente de que ha habido un daño reputacional y un desgaste en el proceso, que se alargó año y medio, incluido el enfrentamiento con el Gobierno, que puso trabas a la operación. El banco llevó a los tribunales esta intervención y está decidido a llegar hasta el final para, al menos, conseguir una indemnización por daños y perjuicios económicos.

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