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Consumo

El sector avícola asegura la Navidad pese a la gripe aviar: el 97% de las granjas son interiores

Se acercan las cenas festivas y el consumo de aves como pularda, pavo y capón se dispara en pleno brote

El sector avícola asegura la Navidad pese a la gripe aviar: el 97% de las granjas son interiores

Una mesa de acción de gracias con el pavo en el centro.

Se acerca la Navidad y el consumo de aves como pularda, pavo o capón se dispara. Sin embargo, este año el agravamiento de la gripe aviar ha disparado todas las alarmas. La semana pasada, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación decretó el confinamiento de todas las aves de corral que se crían al aire libre en España, con el fin de reforzar las medidas preventivas frente a la gripe aviar ante el aumento del riesgo de expansión de esta enfermedad. La orden ministerial es extensiva a todas las granjas avícolas, incluidas las explotaciones ecológicas y las de autoconsumo, o las que produzcan carne o huevos para su venta directa al consumidor.

Sin embargo, el sector avícola asegura no estar sufriendo ningún tipo de incidencia. Tampoco la esperan de huevoscara a una de las temporadas de consumo más fuertes del año en algunos de sus productos. Según explican, la producción de carne avícola en el exterior apenas representa un 3% del total de la producción en España. Hay que destacar que no existe riesgo de transmisión al ser humano a través de carne de ave cocinada, huevos o productos procesados.

«Se trata de un problema de sanidad animal, no de salud pública», insiste el sector. Avianza (la asociación interprofesional española de carne avícola que representa al 90% de los granjeros y productores de pollo, pavo y codorniz de nuestro país) quiere transmitir un mensaje de «tranquilidad con respecto al abastecimiento de carne avícola a los consumidores». La producción española de pollo, pavo y codorniz «se basa mayoritariamente en granjas cerradas con altos estándares de bioseguridad, lo que está permitiendo mantener la actividad con normalidad», recuerdan a THE OBJECTIVE.

Granjas cerradas

Cada año se dedican 750 millones de pollos a productos cárnicos avícolas (frescos y elaborados), lo que representa 1,7 millones de toneladas al año. Por su sistema mayoritario de producción en granjas cerradas, tal y como explica Avianza, este sector asegura estar preparado para responder a la amenaza. Y si bien no existe el riesgo cero, las granjas y aves afectadas por sacrificios en el ámbito de carne avícola (pollo de variedad broiler principalmente) son escasas, aunque todo caso detectado supone una mala noticia para las familias de granjeros y las empresas afectadas. 

«No prevemos problemas de abastecimiento ni impactos relevantes sobre los precios de la carne avícola, más allá de la evolución habitual derivada de los precios de costes de producción», añaden en declaraciones a este diario. Por ello, aseguran, el suministro a la distribución y al consumidor final continúa garantizado «con los mismos niveles de calidad y seguridad alimentaria propios de la producción española».

Enfermedad endémica

No ocurre lo mismo en el caso de las gallinas ponedoras destinadas a producción de huevos, que es donde sobre todo se está reproduciendo la enfermedad. Desde 2022, cuando se detectaron 36 brotes, el virus del subtipo N5N1 no había experimentado una expansión de estas características en territorio español. Este 2025, en apenas tres meses se han detectado 14 focos en aves de corral, otros cinco en cautivas y 68 en aves silvestres, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). El aumento de casos ha obligado a sacrificar 2,7 millones de gallinas ponedoras.

La enfermedad está a tal nivel que varios biólogos con los que ha contactado EFE explican que la gripe aviar ya se podría considerar «una enfermedad endémica en España» porque «hay registro de casos durante todo el año», con picos de contagios elevados fuera de la época de migración que «evidencian una permanencia de la enfermedad». El biólogo de SEO/BirdLife, Jorge Orueta, ha recordado, por ejemplo, el foco del virus H5N1 detectado en agosto de este mismo año en Vizcaya, donde fue identificado en una gaviota y derivó en el sacrificio preventivo de otras 17 aves que estuvieron en contacto con ella.

Los huevos, por las nubes

El precio de los huevos no deja de subir. La enfermedad aviar ha provocado el sacrificio de algo más del 5% del censo, lo que ha reducido la oferta y tensionado los precios. La oferta tardará en normalizarse «entre seis meses y un año», tiempo necesario para que las granjas puedan «recuperarse progresivamente, tanto económica como emocionalmente», puesto que se da una implicación enorme sobre la vida personal de los granjeros, en su mayoría empresas familiares, tal y como explica Federovo.

Esta expansión del número de focos ha ocurrido además en un momento clave para el sector que avanza en la transición a sistemas alternativos (campero, ecológico y aves sueltas en gallinero) que requieren nuevas inversiones e infraestructuras y sufren retrasos en licencias e incremento de costes. Según la OCU, el precio de los huevos ha subido un euro en seis meses para algunos tipos, lo que supone un incremento del 50% para las categorías más baratas.

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