La OCU analiza más de 90 aguas embotelladas y revela las marcas mejor valoradas en España
Tener información fiable es esencial para elegir agua de forma responsable, protegiendo la salud, el bolsillo y el planeta

Agua embotellada | Canva pro
La presencia del agua en la vida diaria es tan constante que a menudo pasa desapercibida su importancia real en la salud y en el equilibrio del organismo. Sin embargo, en un mercado saturado por opciones que prometen pureza, origen exclusivo o beneficios añadidos, escoger la botella adecuada puede resultar más complejo de lo que parece. España es un buen laboratorio para entender esta tendencia, ya que el consumo de agua envasada continúa en ascenso impulsado por percepciones, hábitos y diferencias territoriales. En este escenario, la Organización de Consumidores y Usuarios ha publicado un estudio que pretende aclarar un panorama marcado por la desinformación y la fuerza del marketing.
La investigación de la OCU dibuja una fotografía precisa de los comportamientos actuales. Según su encuesta, un cuarenta y uno por ciento de los ciudadanos asegura no beber nunca agua del grifo y prefiere recurrir siempre a la embotellada. La cifra aumenta notablemente en zonas costeras, donde siete de cada diez personas mantienen este hábito de forma constante. A la vez, un treinta por ciento de los españoles declara no comprar nunca agua envasada, un contraste que refleja cómo la ubicación geográfica y la percepción sobre la calidad influyen de manera directa en la elección.
¿Cuáles son las mejores aguas embotelladas?
Más allá de las preferencias, el estudio señala que el precio se ha convertido en el factor clave a la hora de elegir qué agua comprar. Esta tendencia llevó a la organización a analizar noventa y un referencias distintas, veintidós con gas y sesenta y nueve sin gas, procedentes de cadenas como Alcampo, Carrefour, Dia, El Corte Inglés y Mercadona en ciudades como Barcelona, Madrid, Málaga, Sevilla o Zaragoza. Además de comparar precios, la OCU revisó la composición mineral, el origen del manantial, el formato y la relación entre calidad y coste real.

Las cifras hablan por sí solas. El agua con gas resulta, de media, un sesenta y siete por ciento más cara que la versión sin gas. En el ámbito de las opciones económicas, las marcas blancas se imponen claramente, ya que son un cincuenta y dos por ciento más baratas que las marcas comerciales. Mientras estas últimas rondan los ochenta y siete céntimos por litro, las primeras quedan en torno a los cuarenta y dos céntimos. Entre las alternativas más asequibles destaca Fontecabras de La Majuela, disponible por trece céntimos el litro.
El precio del agua embotellada tampoco es homogéneo en todo el país. Málaga y Sevilla figuran entre las provincias donde resulta más barata, mientras que Madrid y Valencia se sitúan en el extremo contrario. El origen del agua también varía. En la mayoría de los casos procede de manantiales locales o cercanos, aunque algunas referencias importadas elevan el precio final debido al transporte y al posicionamiento de marca.
La recomendación: beber del grifo siempre que sea posible
A pesar del auge de la compra de agua envasada, la OCU continúa defendiendo el consumo de agua del grifo como la alternativa más sostenible y económica en aquellas zonas donde la calidad está garantizada. Para quienes prefieran el agua embotellada, la organización aconseja comprobar las condiciones de almacenaje en el establecimiento, elegir envases de mayor tamaño que reduzcan el coste por litro y priorizar aguas procedentes de manantiales cercanos. También recuerda la importancia de reciclar los envases para reducir el impacto ambiental.
