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Empleo

El 92% de los reclutadores reconoce que si pudieran no contratarían a la generación Z

El 74% de los responsables de contratación tiene dificultades para encontrar candidatos con las habilidades adecuadas

El 92% de los reclutadores reconoce que si pudieran no contratarían a la generación Z

Un reclutador de recursos humanos y un joven aspirante durante una entrevista de trabajo. | Freepik

La Z es una generación que no está preparada para el mundo laboral. El 92% de los reclutadores de recursos humanos reconoce que no contrataría a jóvenes menores de 27 años. La brecha entre la formación universitaria y las necesidades reales de las empresas se ensancha, y los expertos apuntan a un desajuste creciente entre lo que se enseña en las aulas y lo que el mercado demanda.

Un informe de la compañía estadounidense de gestión de talento Criteria Corp revela que el 74% de los responsables de contratación asegura tener dificultades para encontrar candidatos con las habilidades adecuadas. Apenas un 8% de los reclutadores considera que los jóvenes de la Generación Z están plenamente preparados para los puestos disponibles.

Los especialistas coinciden en que los aspirantes llegan a las entrevistas con currículos impecables y másteres de prestigio, pero con carencias en competencias clave como el trabajo en equipo, la gestión de la frustración o la toma de decisiones autónomas. Pese al auge de los títulos universitarios –que en teoría deberían abrirles las puertas del mercado laboral–, los jóvenes carecen de las llamadas habilidades blandas, cada vez más determinantes para destacar en procesos de selección.

Los departamentos de recursos humanos echan en falta una comunicación más efectiva, actitud proactiva ante los problemas y una presencia que refleje profesionalidad. Estas carencias terminan por descartar a candidatos que, sobre el papel, parecen perfectamente cualificados. Aunque el debate sobre la inteligencia artificial (IA) acapara la atención por su impacto en el empleo, los reclutadores coinciden en que el mayor desafío actual no es uno tecnológico, sino de talento humano.

«Una tormenta perfecta»

Tal y como apunta Josh Millet, consejero delegado de Criteria Corp, que el 92% de los reclutadores se encuentre con jóvenes carentes de habilidades básicas responde a lo que él define como «una tormenta perfecta», en buena medida creada por la propia Generación Z. El exceso de confianza en los títulos académicos ha terminado por jugarles en contra. Al comprobar que no bastan para conseguir un empleo, muchos afrontan las entrevistas con inseguridad, lo que ha llevado a los reclutadores a restar peso a la educación formal y a valorar más las competencias prácticas y sociales.

La irrupción de la IA también está reconfigurando el panorama laboral. Muchos de los puestos tradicionalmente reservados a jóvenes con estudios universitarios –especialmente en los sectores tecnológico y financiero– están en retroceso debido a la automatización. Sin embargo, otros ámbitos muestran señales de expansión. De cara a 2026, el 68% de las agencias de reclutamiento, el 59% de las compañías de salud, el 57% del sector manufacturero y el 50% del transportista y logístico prevén aumentar sus plantillas ante la falta de personal cualificado para afrontar los nuevos desafíos.

Esta «tormenta perfecta» combina tres factores principales: la inflación académica, que ha reducido el valor de los títulos a medida que se ha multiplicado su oferta; el impacto de la IA en los empleos de entrada, que tradicionalmente servían como terreno de aprendizaje para los nuevos profesionales; y una generación digitalizada, habituada a comunicarse en entornos virtuales, pero con menor experiencia en la interacción interpersonal y la colaboración presencial.

España sigue a la cola de la UE en empleo juvenil

Con todo ello, España continúa rezagada en materia de empleo juvenil dentro de la Unión Europea. Entre los jóvenes de 25 a 29 años, más de una cuarta parte (el 28%) no tiene trabajo, según un análisis de Funcas. En su última Nota de Coyuntura Social, la fundación destaca que la tasa de ocupación española en este grupo de edad se sitúa en el 72%, cinco puntos por debajo de la media comunitaria (77%) y solo por delante de Italia entre los 27 Estados miembros. En el extremo opuesto, países como Lituania (84%), Países Bajos (87%) y Malta (90%) lideran la tabla europea, a gran distancia de la realidad española.

Aunque la cifra actual mejora en 14 puntos porcentuales respecto al mínimo registrado en 2013 (58%), aún se mantiene lejos del máximo alcanzado en 2007, cuando el 79% de los jóvenes de 25 a 29 años estaban empleados. El estudio recuerda, además, que la tasa de ocupación actual se sitúa 15 puntos por encima del nivel histórico de 1987 (57%), lo que muestra una recuperación parcial pero todavía insuficiente.

La radiografía cambia al observar los datos por sexo. El 14% de los hombres y el 18% de las mujeres de 25 a 29 años no trabaja ni busca empleo, según Funcas. Antes de la Gran Recesión, la ocupación masculina superaba ampliamente a la femenina, aunque la brecha se ha ido reduciendo con el tiempo. El informe sugiere que la prolongación de la vida académica podría explicar parte de esta inactividad. Entre las jóvenes nacidas en España que no trabajan, el porcentaje de quienes siguen estudiando ha pasado del 41% al 65% en las dos últimas décadas. En el caso de las nacidas en el extranjero, el aumento es aún más acusado: del 8% al 29%.

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