Life Sciences: un sector estratégico que exige atraer y fidelizar talento altamente cualificado
El sector se enfrenta a un reto generacional: muchos profesionales sénior se acercan a la jubilación

El sector de Life Sciences, es uno de los grandes motores de innovación en nuestra economía. Responsable de una parte esencial de los avances en I+D, solo en el trimestre ha generado unos 23.000 nuevos empleos, según la EPA del primer trimestre de 2025. Este sector, que representa alrededor del 1% del empleo total del país, se caracteriza por un elevado nivel de cualificación y por su estabilidad laboral.
Pero este crecimiento no llega solo. La alta demanda de perfiles especializados está impulsando una tendencia al alza en los salarios: un director de unidad de negocio ha pasado de percibir 52.000 a 90.000 euros anuales, un delegado hospitalario se sitúa entre los 40.000 y 70.000 euros y un responsable de I+D puede alcanzar los 150.000 euros. Datos que reflejan el dinamismo de un sector con una gran proyección, pero también la dificultad creciente de las empresas del sector, para presentar una propuesta de valor adecuada al nuevo talento que se incorpora o que elige desarrollarse internamente en la compañía y sostener su crecimiento.
De hecho, más de la mitad de las organizaciones del sector (52,9%) ya perciben el déficit de talento como un freno para su desarrollo. Y aunque un 47% de las compañías prevé crecimientos de plantilla en los próximos meses, esta perspectiva positiva convive con un contexto marcado por la competencia global, la digitalización, los cambios regulatorios actuales y la necesidad de incorporar nuevo talento con habilidades y competencias vinculadas a la inteligencia artificial y al desarrollo de la salud digital.
La transformación que vive Life Sciences es profunda. La biotecnología está en plena expansión, mientras que la industria farmacéutica tiene grandes retos para los próximos años, principalmente seguir invirtiendo en nuevos desarrollos de I+D. La IA y las soluciones digitales están revolucionando la investigación de fármacos, el cumplimiento normativo y la gestión de datos, lo que multiplica la necesidad de perfiles capaces de unir conocimientos científicos, regulatorios y tecnológicos. La propiedad intelectual, la ciberseguridad y la privacidad de los datos son ya áreas críticas que demandan expertos muy especializados.
En paralelo, el sector se enfrenta a un reto generacional: muchos profesionales sénior se acercan a la jubilación, lo que obliga a garantizar un relevo preparado y a ofrecer carreras atractivas para el talento joven. No basta con incrementar salarios; hoy los profesionales valoran la experiencia del talento: trayectorias de desarrollo claras, programas de mentoring, formación continua, flexibilidad laboral y un enfoque en el bienestar, incluida la salud mental. No en vano, el 76% de los líderes de Life Sciences ya prioriza la experiencia de sus empleados más que nunca, según Randstad Enterprise.
Ante este escenario, en Randstad creemos que la clave está en situar a las personas en el centro de la estrategia empresarial. Apostar por políticas de fidelización que combinen formación con inteligencia artificial, planes de carrera individualizados, iniciativas de diversidad e inclusión y modelos de trabajo flexibles es fundamental para garantizar el compromiso del talento en el largo plazo. Del mismo modo, es necesario acompañar estos programas con culturas laborales abiertas y colaborativas que impulsen la innovación y valoren el aprendizaje continuo.
El futuro del sector Life Sciences en España es prometedor. Contamos con profesionales de primer nivel, un tejido empresarial innovador y un mercado en expansión. Sin embargo, para consolidar este liderazgo es imprescindible responder al reto del talento. Porque solo si logramos atraer, formar y fidelizar a los mejores especialistas podremos garantizar que esta industria siga generando innovación, empleo de calidad y progreso en la salud para toda la sociedad.
