Uno de cada tres menores de 25 años en España está sobrecualificado para su empleo
La inserción laboral inicial sigue caracterizándose por un acceso predominante a sectores de baja intensidad formativa

Un joven camarero atiende a clientes en la terraza.
Uno de cada tres jóvenes menores de 25 años en España está sobrecualificado para su puesto de trabajo. El 29,2% de los trabajadores de entre 16 y 34 años declara contar con una cualificación superior a la que se exige en el empleo que desempeña, porcentaje que se eleva hasta el 35% en el colectivo de menos de 25 años. Así lo recoge el monográfico Jóvenes y desajuste laboral, elaborado por la patronal de las Empresas de Trabajo Temporal y Agencias de Empleo en España (Asempleo), a partir de los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA).
El informe constata que la sobrepreparación es especialmente acusada entre los más jóvenes, lo que pone de relieve un desajuste estructural entre el sistema educativo y el mercado laboral. La situación se agrava entre quienes ya han tenido un primer empleo y lo han perdido. En este grupo, la tasa de sobrecualificación alcanza el 41,1%. Según el estudio, esto pone de manifiesto que el acceso inicial al mercado laboral suele producirse a través de puestos que infrautilizan la formación adquirida y ofrecen escasas garantías de estabilidad.
«La fricción entre formación y tipo de empleo desempeñado abre una fase temprana de devaluación competencial que afecta especialmente a los jóvenes recién incorporados», advierte el presidente de Asempleo, Andreu Cruañas. De hecho, entre los menores de 25 años, solo el 55,6% considera que su titulación encaja con el trabajo que realiza. El informe destaca que los jóvenes son el colectivo que más ha elevado su nivel formativo en los últimos 11 años. Entre 2014 y 2025, el número de menores de 25 con educación superior en España pasó de unos 340.000 a cerca de 620.000.
Según Asempleo, mejorar la calidad del empleo juvenil se perfila como uno de los grandes retos del mercado de trabajo español de cara a 2026. El desajuste entre la formación de los jóvenes y la oferta real de empleo se refleja, entre otros aspectos, en su elevada concentración en sectores como la restauración (16,6%) y el comercio (16,2%), actividades que, en muchos casos, no requieren el nivel educativo alcanzado. «La inserción laboral inicial continúa caracterizándose por un acceso predominante a sectores y ocupaciones de baja intensidad formativa», concluye Cruañas.
El «muro tecnológico»
A la precariedad estructural del empleo juvenil se suma ahora un nuevo elemento de presión: el avance de la inteligencia artificial. Asempleo alerta de la aparición de un «muro tecnológico» que modifica las vías tradicionales de acceso al mercado laboral y dificulta la inserción de los jóvenes, incluso de aquellos con mayor nivel formativo. En este contexto, los datos del Observatorio de la Formación Profesional de CaixaBank, elaborados a partir de estadísticas del INE y Eurostat y publicados por THE OBJECTIVE, reflejan que en España el 10,12% de los jóvenes de entre 15 y 24 años —unas 534.240 personas— ni estudia ni trabaja, el colectivo conocido como ninis.
La preocupación se extiende también al impacto de la automatización. El Fondo Monetario Internacional advierte de que, en economías avanzadas como la española, hasta el 60% del empleo está expuesto a la inteligencia artificial, un riesgo que afecta de forma particular a los jóvenes cualificados. «Tener más estudios ya no protege frente a la automatización, sino que, paradójicamente, puede aumentar la exposición a este proceso», señala Asempleo.
El informe Indicadores de uso de Inteligencia Artificial en España 2024 confirma, además, que la implantación de estas tecnologías se concentra en las grandes empresas: el 44% de las compañías con más de 249 empleados ya utiliza sistemas de IA. Este avance tecnológico está empujando a muchos jóvenes a iniciar su trayectoria profesional en sectores de menor cualificación, con empleos más inestables y de peor calidad.
Las consecuencias ya se reflejan en las dinámicas de contratación. Según IDC, en su informe de diciembre de 2025, el 62% de las empresas españolas asegura haber reducido o paralizado la incorporación de perfiles júnior. A ello se suma otro dato revelador: el 41% de los jóvenes de la generación Z abandona su empleo en menos de un año, 11 puntos por encima de la media, según un estudio de Randstad publicado en este mismo periódico. En la práctica, dos de cada cinco jóvenes dejan su puesto de trabajo durante los primeros doce meses.
