El número de 'lobbies' se dispara en el sector energético ante futuros frentes con el Gobierno
Las nuevas tecnologías requerirán de regulación, ayudas y búsqueda de nuevos marcos fiscales
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera. | Europa Press
El sector empresarial vinculado a la energía en España está inquieto y lleva movilizándose estos últimos meses. Así, hasta cuatro nuevas asociaciones se han creado ante los futuros frentes con el Gobierno para defender el devenir de su negocio o impulsar las nuevas tecnologías. Se percibe en el sector cierta intranquilidad porque la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, se encuentra en un complejo escenario a la espera de ser futura comisaria de Energía en Europa. Este escenario, apunta el empresariado, siempre retrasa los tiempos regulatorios.
El ‘boom’ de nuevas tecnologías en el sector energético -como el hidrógeno verde, la economía circular, la geotermia, entre otros- ha empujado a las compañías a reorganizarse en busca de una necesaria regulación. Por otro lado, las empresas también buscarán en los próximos meses solicitar el acceso a subvenciones o pedir marcos fiscales atractivos. Solo en los últimos meses, hasta cuatro nuevas asociaciones han aparecido en España para defender sus intereses.
Así, a principios de julio de este año, seis compañías, Airbus, Aena, Air Nostrum, Iberia, Exolum y Repsol, unieron sus fuerzas para abordar los principales retos que plantea el despliegue de la aviación propulsada por hidrógeno en el país. El objetivo final, señalan las empresas involucradas, «es fomentar y apoyar el crecimiento del ecosistema de la aviación de este gas renovable en España».
«Es necesaria la colaboración entre los distintos actores para avanzar en la descarbonización del sector. El hidrógeno será previsiblemente parte del futuro de la aviación, que vendrá después y complementará el desarrollo de los combustibles sostenibles; para llegar a ese futuro debemos empezar a dar los primeros pasos ya», aseguró la directora de Sostenibilidad de Iberia, Teresa Parejo.
Por esas mismas fechas, Repsol, Airbus, Alsa y Mercadona y una veintena de entidades más lanzaron la asociación ‘Crecemos’ con el objetivo de defender la economía circular y los combustibles renovables. La organización trabajará «en el desarrollo de una regulación inclusiva para los combustibles verdes y reclamará un marco fiscal favorable, tal y como ya ocurre con otras opciones que contribuyen a la reducción de emisiones».
«Esta asociación nace para fomentar una industria basada en esta cadena de valor que permitirá generar empleo, incrementar la seguridad energética y promover oportunidades en zonas rurales. Implementar el uso de combustibles renovables en sectores clave como el transporte puede acelerar la transición hacia una movilidad más sostenible, fortaleciendo la competitividad industrial y alineando a España con las tendencias globales de eficiencia y sostenibilidad», apuntaron desde la asociación.
Unos meses antes, a mediados de mayo, surgió Geoenergía, la primera asociación de geotermia. Según la nueva organización, «promoverán un marco regulatorio, político y social que favorezca la implementación sostenible de la geotermia en los territorios, creando industria y aportando valor medioambiental y socioeconómico».
En su presentación, la nueva asociación aseguró que «surge para aunar esfuerzos en el éxito de los proyectos del sector geotérmico, además de maximizar su visibilidad y oportunidades. El Plan RepowerEU ha puesto en contexto que los ambiciosos objetivos medioambientales y energéticos establecidos en la Unión Europea y en España requieren de la participación de todas las fuentes renovables y que la geotermia es esencial en la descarbonización de usos energéticos, tanto eléctricos como térmicos».
Otras asociaciones han aparecido, en cambio, para luchar por lo que consideran injusticias dentro del sector o un trato indiscriminado por parte del Gobierno. Así, en junio surgió ‘Aopyde’ (Asociación de Operadores Petrolíferos y Distribuidores Españoles) tras un choque directo con AOP (la hasta ahora principal y única patronal petrolera). La organización confía en contar a final de año con 12 operadores y distribuidores de asociados y alcanzar el 15% de la cuota de mercado. Buscan tener presencia y hacerse escuchar.
El Ministerio de Transición Ecológica tiene en el radar a esta nueva asociación. De hecho, inhabilitó a una operadora perteneciente a esta nueva organización. Por otro lado, algunas compañías vinculadas a Aopyde estudian una demanda millonaria contra la Agencia Tributaria tras darles de baja en el Redef (Registro de Extractores de Depósitos Fiscales) por la solicitud de un tercero que no pertenecía a estas empresas. Un escenario que les vetó de extraer el producto que tenían en sus depósitos para posicionarlo en el mercado de los distribuidores al por menor, es decir, las gasolineras.
