Los reguladores defienden la capacidad de sus cargos para entrar en la Comisión de la Energía
Critican el dictamen del Consejo de Estado por extralimitarse y tachan el documento de tener «un sesgo conservador»
Sede de la CNMC. | Europa Press
La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) defiende la capacidad de sus cargos y también la de los de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para entrar en la Comisión Nacional de la Energía (CNE). Una polémica que surge tras un informe del Consejo de Estado que sugiere vetar a consejeros de los dos organismos reguladores en el nuevo ente especializado en el sector energético.
Fuentes del regulador defienden la idoneidad de los cargos de la CNMC y de la CNMV y definen a alguno de estos últimos como «sabios» en la materia. Esas fuentes critican que el Consejo de Estado, presidido por la exvicepresidenta Carmen Calvo, se ha excedido en su informe y que este debía limitarse a un plano meramente jurídico y no «político». De hecho, tachan al informe de guiarse por líneas «conservadoras».
Las mismas fuentes aseguran que el Gobierno -que el pasado martes remitió al Congreso como proyecto de ley el establecimiento de la CNE- hará caso omiso de las indicaciones del Consejo de Estado. Este organismo fue el último, tras la CNMC, en emitir su dictamen sobre la futura comisión. Aunque finalmente dieron luz verde, los técnicos han ‘colado’ a su presidenta, la socialista Calvo, esta sugerencia de veto que ha suscitado el enfado de la CNMC y posiblemente la sorpresa del Gobierno.
Los proyectos de dictamen que llegan al Consejo de Estado, como el de la creación de la CNE, se aprueban en la sección correspondiente. En este caso, por su materia, es la cuarta. Después necesitan ser aprobados por la Comisión Permanente (presidida por Carmen Calvo). El plazo general para la emisión de su veredicto es de dos meses, aunque la autoridad consultante puede pedir un trámite urgente de 15 días o menos.
No es la primera controversia en la que se ve envuelto el Consejo de Estado en los últimos tiempos. Hace varios años, el Tribunal Supremo declaró nula la destitución de dos consejeros durante la reestructuración de la CNMC y este organismo fue uno de los que lo avaló. Ocurrió en la época del Gobierno popular de Mariano Rajoy. Aunque el PP fue quien puso fin a la CNE en el 2012, este mismo partido intentó restablecerlo años después. Así, uno de los compromisos del último ministro de Economía de Rajoy, Román Escolano, fue la vuelta de este organismo, una iniciativa que nunca se materializó porque Nadia Calviño le dio carpetazo en 2018 tras llegar a la cartera de Economía.
La situación de la CNMC
En la actualidad, hay siete miembros sobre diez divididos en las salas de Competencia y Supervisión Regulatoria de la CNMC: Cani Fernández (presidenta), Bernardo Lorenzo (Competencia), Xabier Ormaetxea (Competencia), Pilar Sánchez (Regulación), Carlos Aguilar (Regulación), Josep María Salas (Regulación) y María Jesús Martín (Competencia). De estos, hay cinco vacantes por cubrir, ya que hay dos consejeros con mandatos caducados. Por otro lado, en la CNMV hay un presidente, un vicepresidente y cinco consejeros.
La CNE se parecerá más a la estructura de la CNMV, ya que tendrá cinco consejeros, además de un presidente y un vicepresidente. Un nuevo organismo que seduce a las formaciones políticas porque la energía es uno de los grandes negocios regulados en España y, junto con las telecomunicaciones, ha sido una las dos principales patas de la CNMC.
Fuentes conocedoras aseguran a THE OBJECTIVE que el Gobierno ofrecerá un puesto en la futura CNE a la formación catalana Junts para evitar vetos en la renovación de los cinco consejeros de la CNMC. Históricamente se ha asociado el negocio de las telecomunicaciones con Cataluña, pero este organismo ya ha cubierto la tradicional ‘cuota catalana’ con Josep María Salas, que fue propuesto por Esquerra Republicana.
No obstante, el Gobierno tendrá que tener en cuenta también a un PNV que busca representación debido a la vinculación del País Vasco con el sector energético: allí se encuentran las sedes sociales de Iberdrola y Petronor. El Ejecutivo, por lo tanto, permitirá a sus aliados elegir un puesto entre la CNMC o la CNE porque en los dos va a ser «difícil» estar representado.
