THE OBJECTIVE
Energía

España importa en el primer semestre la mayor cantidad de petróleo americano de su historia

Los principales suministradores de nuestro país son Estados Unidos, Brasil, México y Venezuela

España importa en el primer semestre la mayor cantidad de petróleo americano de su historia

Estación petrolífera. | Europa Press

España ha importado en el primer semestre de 2024 la mayor cantidad de petróleo procedente del continente americano de toda la serie histórica (que se remonta al año 1968). Según los últimos datos de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), se importaron hasta junio un total de 17,2 millones de toneladas. Una cantidad que procede principalmente de Estados Unidos (5,6 millones), Brasil (4,5 millones), México (4 millones) y Venezuela (1,3 millones).

Una realidad comercial que contrasta con las importaciones de otros lugares del mundo, como por ejemplo Oriente Medio, donde solo se compra hoy a dos países: Arabia Saudí (1,9 millones de toneladas en el primer semestre) e Irak (853.000 toneladas). Mientras, de Irán, que se encuentra sumido en la incertidumbre de un posible conflicto bélico con Israel, España lleva sin importar crudo desde 2018, cuando compró 4,8 millones de toneladas de petróleo.

Las dos principales causas que han llevado a que hoy compremos más petróleo que nunca procedente de América son el fin del ‘boicot’ al crudo venezolano y el aumento de las compras de petróleo procedente de Estados Unidos, que comenzó a ser un proveedor de crudo de España por primera vez en abril de 2016. Desde entonces no solo se ha convertido en nuestro principal suministrador desde América, sino de todo el mundo.

Desde Venezuela se importaron a nuestro país 632.000 toneladas de crudo el pasado mes de mayo. Una cifra que solo fue superada por la de enero de 2002, cuando se adquirieron 832.000 toneladas. Es decir, se efectuó hace unos meses la mayor compra de petróleo venezolano de las últimas dos décadas. Una tendencia distinta ha seguido Canadá, nuestro quinto máximo suministrador en América, y que en este primer semestre de 2024 ha exportado menos petróleo que en los dos últimos años.

La demanda de petróleo americano parece ser una tendencia que aumenta con el paso de los años. De hecho, el pasado año se compraron 13,7 millones de toneladas en el primer semestre. Una cantidad que superó por tres millones a la del año anterior, que se situó en los 10,8 millones de toneladas. Un escenario que convierte el flujo de petróleo procedente de América a España en uno de los grandes canales comerciales de la actualidad, movilizando miles de millones de euros.

Un dato llamativo es que España no ha importado ninguna tonelada de petróleo colombiano en este año. El país andino había sido un socio comercial de este compuesto en los últimos años. Una situación que se podría entender gracias a un estudio que hizo hace unos meses la Universidad de Navarra con el nombre de ‘Colombia, al borde del declive petrolero por las políticas de Petro’. En él se subraya la suspensión de contratos de exploración de carbón, gas y petróleo y su apuesta por una política para desarrollar las energías renovables.

El petróleo es uno de los hidrocarburos que tienen en la diana algunos países de Naciones Unidas. Sin embargo, en la última conferencia sobre el cambio climático (la COP 28), el secretario general, António Guterres, subrayó que las promesas de la industria del petróleo y el gas se quedaron cortas para afrontar el cambio climático. Una realidad que invita al mercado y a los inversores a ratificar que el petróleo como negocio aún perdurará.

Las fases del petróleo

El comercio del petróleo tiene tres fases. La primera es producirlo en el mercado internacional (por medio de la extracción) y venderlo al mismo mercado después de haber pagado un canon al país de origen por el uso de su suelo. En segundo lugar, en ese mismo mercado internacional aparecen nuevos actores, como los refineros, que compran ese petróleo crudo y lo refinan para vender los productos derivados (como son la gasolina, el gasóleo, el queroseno y el fuel).

Por último, la fase final consiste en comprar los derivados en el mercado internacional, transportarlos y venderlos al cliente final incorporando el margen minorista, es decir, retribuyendo al titular de la estación de servicio, que es el último elemento de la cadena. Por otro lado, existen empresas que tienen integradas las tres fases.

Publicidad
MyTO

Crea tu cuenta en The Objective

Mostrar contraseña
Mostrar contraseña

Recupera tu contraseña

Ingresa el correo electrónico con el que te registraste en The Objective

L M M J V S D