El polígono chino de Cobo Calleja concentra el fraude de hidrocarburos: «De ahí sale el dinero»
Hay operadoras que blanquean a través de intermediarios para recoger bolsas en efectivo a cambio de facturas falsas
Tres jóvenes de origen chino escupen al suelo y toman un café a media mañana en un bar en pleno corazón del polígono de Cobo Calleja (Madrid). Un lugar con una avenida principal llena de tiendas (algunas solo permiten la venta al por mayor y otras no aceptan tarjeta para pagar) donde predomina el idioma chino y el ruido continuo de los automóviles al pasar. El silencio solo se escucha cuando uno se sumerge por sus bocacalles, que están repletas de almacenes, muchos de ellos cerrados. Es precisamente esta zona la que es conocida en el negocio del fraude de hidrocarburos como el gran ‘banco’ del que sale el dinero en efectivo.
El procedimiento funcionaría de la siguiente forma. Una operadora de hidrocarburos compra de forma ficticia una serie de materiales y equipos relacionados con su actividad a uno de los almacenes que se encuentra allí. Estos, que son de propiedad china, reciben el dinero de la petrolera en sus cuentas de bancos que por lo general no suelen pertenecer al régimen Sepa (zona única de pagos en euros), y estos le emiten una factura falsa. Hasta el lugar se traslada un intermediario de confianza de la operadora y, tras mostrarle su credencial a través del número de un billete, recibe en una sala aparte del almacén una bolsa de dinero con decenas de miles de euros (en billetes de 20 y 50 euros principalmente) que trasladará a la operadora. Por dicha operación el dueño del almacén cobra una comisión.
Ese dinero que se mueve procede del fraude del IVA (impuesto sobre el valor añadido): una operadora con acceso al Redef (Registro de Extractores de Depósitos Fiscales) vende combustible al cliente final (sobre todo gasolineras) pagando los impuestos especiales a Exolum (la empresa privada líder en la gestión de la red de productos refinados y encargada de liquidar el impuesto), pero recaudando el 21% del IVA (que en el primer año no tiene que liquidarlo a Hacienda hasta el primer trimestre), que no se llega a abonar porque se alegan peticiones de aplazamientos por una situación financiera insostenible, o directamente porque se hace desaparecer la empresa.
Mientras el fraude de los hidrocarburos aparece de nuevo en la prensa tras el escándalo de corrupción que golpea al Gobierno por la presunta participación del exministro de Transportes y exnúmero tres del PSOE, José Luis Ábalos, en el amplio mundo del negocio del petróleo, estos contactos clave -como conseguidores, asesores y expertos en ingeniería financiera- no paran de moverse. Algunos argumentan que «todo se ha acabado», pero otros aseguran que «todo sigue igual». Sin embargo, la premisa que todos comparten es que «en este mundo no puedes fiarte de nadie».
El polígono chino de Cobo Calleja no es el único lugar donde conseguir dinero en efectivo del fraude del IVA por parte del negocio de los hidrocarburos. «Existen muchos otros, como los locutorios (establecimientos desde donde se envía dinero al exterior), los bazares y las tiendas de los paquistaníes», señalan. No obstante, este periódico no ha podido contrastar con ninguna fuente presencial este tipo de actuación en estos lugares concretos, salvo en el polígono madrileño antes mencionado.
«Al Gobierno le interesa»
Los mismos intermediarios sostienen que al Gobierno le viene bien que existan este tipo de actuaciones y por eso mira para otro lado, «porque no le interesa un oligopolio entre pocas empresas que provoque la subida de precios y el descontento social». La operadora de petróleo (que compra sobre todo diésel) no paga IVA al introducir el combustible en el depósito fiscal (puede ser una terminal de Exolum -la principal empresa y que cuenta con casi el monopolio-, una terminal independiente y una refinería). Tampoco se paga ese impuesto cuando se vende el combustible a una comercializadora que se encuentra dentro del Redef y solo se comienza a liquidar impuestos (los especiales que recauda Exolum y el IVA) en el momento en el que estos lo venden al exterior.
La llegada del Redef aconteció a principios de 2023. Darse de alta en este registro para extraer producto petrolífero de un depósito fiscal parecía un mero trámite para el sector, ya que, en principio, se limitaba a rellenar un censo a través del modelo 036. Pero la realidad ha sido completamente diferente. Un sí del Redef por parte de la Agencia Tributaria es complejo, según algunos en el sector. Otros no lo ven así. Por varias decenas de miles de euros «te pueden hacer operadora». «Si eres operadora, te dan el Redef. Lo que es más difícil es que te den el Redef sin ser operadora, aunque dependiendo de las provincias hay más facilidades».
Este periódico ha estado presente en una negociación entre un conseguidor y un empresario. «Van ir a verte», le dice el asesor, que prosigue, «y lo mejor es que vayan, que hagan una inspección, que pregunten por qué lo quieres, que vean tus oficinas y que saluden a tu secretaria. Yo te ayudaré».