La pública Acuamed señala a Ribera como la responsable de evitar las riadas en Valencia
La empresa señala que es Transición Ecológica el que debe encargar obras si determina que hay riesgo en una zona
La ministra Teresa Ribera. | Europa Press
La empresa pública Aguas de las Cuencas Mediterráneas (Acuamed) -que se ha mantenido en silencio tras las riadas de Valencia, pese a encargarse, según sus redes sociales, de «prevenir inundaciones»- remarca en una conversación con THE OBJECTIVE que sus funciones están limitadas por los encargos que le hace el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico. Además, señala precisamente a este organismo como el principal responsable de evitar las inundaciones.
Acuamed, a preguntas de este periódico sobre su responsabilidad en la prevención de las inundaciones de Valencia, ha asegurado que es «una sociedad instrumental que acomete aquellas actuaciones que le encomienda el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, reflejadas en su Convenio de Gestión Directa. Esta sociedad no tiene encomendadas actuaciones que hubieran podido evitar o reducir las consecuencias de la DANA en la zona afectada». Por otro lado, las fuentes oficiales consultadas asumen que las funciones para evitar las riadas son de la Cuenca Hidrográfica del Júcar y, en última instancia, del Ministerio de Transición Ecológica.
Las mismas fuentes señalan que «no tenían ningún trabajo relacionado con la prevención de las inundaciones sobre la zona en la que tuvieron lugar las riadas de Valencia. De hecho, en los últimos ocho años no se recuerda ningún tipo de trabajo en esa zona concreta». Según aseguran desde la compañía, «quien debe determinar si hay riesgo para acometer las obras es el Ministerio de Transición Ecológica, no Acuamed».
Los puntos fuertes de Acuamed son los negocios de desalación y de conducción. La empresa pública argumenta que el convenio de gestión directa introduce actuaciones y la forma de financiarlas, y ellos las ejecutan. Unas actuaciones que, por lo general, están relacionadas con la construcción de desaladoras (proceso de separación de sales para el consumo de agua en hogares, industria y sector agrícola), las conducciones de agua (las tuberías de transporte de agua potable) y alguna obra de protección de inundaciones. Aunque remarcan que, sobre esto último, las actividades son muy concretas.
Acuamed, subraya que ellos «no entran en la política de protección, sino que ejecutan las infraestructuras cuando se las encargan, que son muy concretas y muy determinadas y muy definidas en su Convenio de Gestión Directa. Una vez se encuentra en el plan recogido en el convenio, desde la empresa llevan a cabo el proyecto, estudian la ubicación y contratan la obra, entre otras cosas».
E este escenario, la vicepresidenta y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, espera la votación en el Parlamento Europeo para ser elegida vicepresidenta de Transición Justa, Limpia y Competitiva y comisaria responsable de Competencia en Bruselas. Un puesto que la convertirá además en la número dos de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Sin embargo, ese puesto todavía no lo tiene asegurado, y el Partido Popular busca vetar su nombre tras su discreta gestión de las riadas en nuestro país.
Situación de Acuamed
Acuamed tiene una serie de frentes abiertos tras las riadas de Valencia, que han afectado a algunas de las actividades que gestionan. Entre estas cabe mencionar la conducción del Júcar y Vinalopó, donde se produjo una incidencia en el bombeo que ya está solucionada, o la conducción del Turia y Sagunto, que ha obligado a suministrar a Sagunto agua desde la planta desaladora de la propia ciudad hasta que el agua deje de estar contaminada.
También se están valorando los daños de los sistemas de filtros verdes de la Albufera de Valencia, que sirven para limpiar el agua y recuperar la biodiversidad. En cuanto a la actuación del nuevo colector oeste de la Albufera, que estaba actualmente en fase de obras, se ha visto afectada y también se están valorando los daños. Este proyecto, que tiene como objetivo reducir las entradas de materia orgánica y nutrientes inorgánicos que actualmente se vierten al lago de la Albufera de Valencia, cuenta con un total de inversión de 40,7 millones de euros.
Ahora mismo, la empresa está ampliando las tres desaladoras que se encuentran en la Cuenca del Segura y las dos de Almería. En esta misma provincia, además, está reparando la del Bajo Almanzora. Por último, hay dos desaladoras nuevas en Cataluña. Este organismo pertenecía hasta el año 2018 al Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente. Con la llegada de la ministra Teresa Ribera, la empresa se integró en su ministerio.
