La banca retrasa la financiación de proyectos de baterías en España por su falta de viabilidad
Aunque es una tecnología clave para la transición energética, las entidades dudan sobre sus tasas de retorno
La banca mira con lupa y retrasa la financiación de cada proyecto de almacenamiento de baterías de litio en España por posibles riesgos de viabilidad. Una realidad que, según han asegurado esta semana fuentes jurídicas a THE OBJECTIVE, se debe a la falta de desarrollo del negocio y, por ende, a la incertidumbre de los retornos de inversión de las empresas con estos planes tecnológicos. Un escenario que no impide que el almacenamiento siga siendo el gran motor con el que el Gobierno busca impulsar las energías renovables (eólica y solar).
El pulmón de este tipo de proyectos está en el equity (la financiación), y las entidades financieras quieren cerciorarse de cómo van a ser los beneficios de las inversiones. No se fían de cualquier fabricante y quieren un historial con presencia local. Las empresas españolas tienen una considerable experiencia internacional en sistemas de baterías, como ocurre en Australia, Reino Unido, Chile y Estados Unidos. Aunque no hay mercado de almacenamiento en España, fuera sí está desarrollado.
La razón por la que los bancos «no se atreven» con algunos proyectos gira en torno a las tasas de retorno de los proyectos. Los sistemas de baterías tienen un riesgo oculto que es tecnológico, que la planta no opere como se ha diseñado: «Ese riesgo es real. Aunque no es una tecnología novedosa, porque lleva más de 11 años, está evolucionando de forma continua e importante. Además, la competencia, sobre todo de China, es alta. Cada dos años hay productos nuevos y eso tiene un riesgo de que, al final, el sistema no opere del todo bien como se pensaba».
Una de las preocupaciones, por ejemplo, es el propio balanceo de celdas y que todas estén al mismo nivel. «En algunas plantas, ese balanceo no ha sido muy fino y no ha estado bien diseñado. El sistema de baterías de celdas de litio es una tecnología probada, pero que está en constante evolución. No es todo lo firme y ajustado que debería ser». Sin embargo, los expertos aseguran que si se conoce al personal en el país, se habla con los técnicos y el equipo de servicio y se detalla el estudio de proveedores, es muy posible limitar el riesgo.
Existe cierto quorum en el sector en que el mercado energético, tal y como lo conocemos, «funcionará muy mal sin baterías porque habría desajustes con los picos de la demanda, y para ello son necesarias». Por otro lado, las mismas fuentes jurídicas subrayan también que es necesario un impulso en la regulación tanto en el almacenamiento por bombeo como por baterías de litio. Ahora mismo los precios son muy bajos, incluso negativos, aunque este fenómeno no solo ocurre en España. Según el PNIEC (Plan Nacional Integrado de Energía y Clima) se esperan 22,5 gigavatios de almacenamiento para 2030.
Capacidad en la red
Las baterías necesitan la conexión a la red y esta es una de las grandes incógnitas en el sector: cuándo se anunciarán los concursos de capacidad por el lado de la demanda. «Existe mucha rumorología, pero también hay mucho secretismo», comentan desde el sector. En los últimos años, los concursos han tenido lugar en el mes de enero, pero crece la preocupación en las empresas: estamos casi en diciembre y aún no hay noticias por parte del Ministerio para la Transición Ecológica. Fuentes jurídicas consultadas por este medio confían en que los concursos llegarán: «Quizá enero sea muy optimista, pero tendrán su luz más pronto que tarde».
Recientemente, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aprobó la circular 1/2024, que permitirá, entre otras cuestiones, «la capacidad de acceso flexible para que nuevos sujetos, necesarios para la descarbonización de la economía y la reducción de vertidos de energías renovables, tales como baterías o electrolizadores, se conecten a las redes en zonas congestionadas». Una medida a la que están atentos los titulares de las instalaciones de almacenamiento porque entrará en vigor el 11 de enero de 2025.
Además, la CNMC, tras colaborar con los gestores de la red de distribución y con representantes de asociaciones de instalaciones de almacenamiento, ha iniciado el trámite de información pública sobre la propuesta de resolución por la que se establecen los patrones de funcionamiento de las instalaciones de almacenamiento para la determinación de la capacidad de acceso a las redes de distribución. Es decir, permitirá establecer un horario en el que las instalaciones de almacenamiento podrán inyectar o absorber potencia de la red.