La importación de petróleo venezolano en 2024 es la tercera mayor desde 1981
Hasta el mes de septiembre se han comprado 2,4 millones de toneladas. Una cifra muy superior a la de los últimos años
La importación de petróleo venezolano en estos primeros nueve meses de 2024 ha sido la tercera mayor desde el año 1981. Los dos únicos años que superarían al actual son 2006 y 2002. Sin embargo, si la tendencia de este año continúa los próximos meses que quedan de año, podría incluso superar no solo a 2006, sino también convertirse en el segundo mayor año de compra de petróleo venezolano de la historia.
Fuentes conocedoras y expertas en trading de petróleo señalan que «no es normal» la compra de crudo venezolano este año. Además, fuentes del sector indican que el crudo de ese país no seduce en el mercado español porque tiene mucho ácido, con un gran nivel de mercurio. Las mismas fuentes explican que el petróleo venezolano normalmente se demanda más en el mercado asiático. Esa es la razón por la que las empresas prefieran el de otros países, como Estados Unidos, Emiratos Árabes y Noruega.
Sin embargo, la demanda estos primeros nueve meses supera cualquier expectativa de los mercados. En 2024, según las estadísticas de Cores (Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos) se han comprado 2,4 millones de toneladas. Una cifra muy superior a la de, por ejemplo, el último lustro: 934.000 toneladas (2022), 435.000 (2021), cero toneladas (2020), 1,4 millones de toneladas (2019), 1,6 millones (2018). Habría que remontarse, por lo tanto, a 2006 (cuando llegó a las 2,5 millones de toneladas hasta septiembre) y 2002 (cuando alcanzó los 3,6 millones de toneladas).
A partir de 1995, las estadísticas se limitan a la importación anual y no lo divide por meses. Sin embargo, se puede observar que en el año 1981 la compra de petróleo venezolano alcanzó los 3,3 millones de toneladas. Último año que a priori parece contar con mejores números que el actual. Habría que remontarse a los 1980, 1969 y 1968 para observar una cantidad superior a los tres millones de toneladas. Una cifra que en este año se podría superar.
La situación política en Venezuela sigue inestable desde las elecciones que tuvieron lugar el pasado verano. Un escenario que podría incluso agitarse en las próximas semanas. El candidato de la oposición, Edmundo González, cuya victoria en los comicios ha sido reconocida por los principales países de occidente, quiere tomar posesión en enero en Caracas y rechaza hacerlo en el exilio. Un movimiento que supondría posiblemente su detención por parte de las fuerzas de seguridad del gobierno de Nicolás Maduro.
En octubre de 2023, Estados Unidos levantó de forma temporal las sanciones contra el gas y el petróleo de Venezuela. Ese mismo día, el ministro de Exteriores de España, José Manuel Albares, propuso que la Unión Europea levantase también sus sanciones a este país, tal y como había hecho EEUU. Sin embargo, en 2024 Estados Unidos reactivó algunas de sus sanciones contra el petróleo venezolano para presionar a Maduro con el objetivo de que permitiese unas elecciones libres en su país.
La desconfianza reina en el sector petrolero español. Existen ataques cruzados entre los diversos protagonistas. El Ministerio de Hacienda ha llevado a cabo en los últimos meses una multitud de bloqueos. Algunas empresas lo han recurrido, otras se mantienen dentro del depósito fiscal comerciando a la espera de que sean inhabilitadas y el resto continúa operando pero bajo sospecha.
Continúan también los recelos en el sector por la entrada de petróleo ruso a España refinado en otros países. Fuentes del mercado subrayan la gran dependencia de la Unión Europea del petróleo ruso. Según confirman fuentes diplomáticas, es un hecho -complejo de probar- que Rusia usa terceros países como trampolín para colar su crudo en Europa. Además, hay países como China comprando de forma intensa petróleo ruso.