La creación de la Comisión de la Energía se atasca en el Congreso y lleva un mes de retraso
Es una tarea de la nueva ministra, y este escenario pone el foco en los socios del Gobierno en la Cámara Baja
La nueva ministra Sara Aagesen. | Europa Press
La creación de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) está atascada en el Congreso de los Diputados. A finales del pasado mes de septiembre, el Consejo de Ministros, a petición del Ministerio para la Transición Ecológica y del Ministerio de Economía, aprobó el anteproyecto y lo remitió al Congreso para que fuese aprobado como proyecto de ley. Sin embargo, fuentes conocedoras de asunto aseguran que «se ha vuelto a atrasar el plazo de enmiendas en la Cámara Baja, la tramitación tenía que haber empezado desde hace un mes». Una situación que pone bajo el foco a los socios del Gobierno.
La integración de los organismos reguladores, como ocurre hoy con la CNMC, aseguran las mismas fuentes «es una excentricidad que solo ocurre en Países Bajos, Estonia, Nueva Zelanda y España a nivel mundial. La consideración de que los organismos integrados eran una tendencia internacional se ha revelado como falsa: ningún país ha seguido ese modelo desde el año 2013. La existencia de un regulador independiente de energía no es novedosa en España, existió entre 1995 y 2013, antes de su integración en la actual CNMC».
La nueva CNE tendrá como órganos de gobierno la presidencia y el Consejo, formado por nueve consejeros. Se han añadido dos nuevos miembros desde su anuncio el pasado año. De momento, se desconocen nombres para ocupar estos puestos, pese a que el pasado año ya se tantearon perfiles del sector por parte del organismo regulador. En ese momento, se buscaban técnicos. Aun así, cabe mencionar que algunos partidos políticos buscan incluir en esa comisión a miembros cercanos a sus filas.
Situación de la CNMC
Por otro lado, el Gobierno mantiene en un cajón los movimientos en la CNMC, que tiene todavía que nombrar a cinco nuevos consejeros. Sobre la renovación, fuentes internas aseguran a THE OBJECTIVE que es un tema del que «ni se habla, y que ahora mismo no urge». Para justificarlo, las mismas fuentes apuntan a que el Ejecutivo «considera que la situación en el parlamento está enrarecida».
Aunque esas fuentes argumentan que con el fin del mandato del presidente de la CNMV, Rodrigo Buenaventura, es posible que se aproveche para renovar la CNMC, por otro lado reiteran que esta está «muy lejos» en el orden de prioridades del Gobierno. Otro de los puestos que también se tienen que renovar en la CNMV es el cargo de vicepresidente.
La futura Comisión de la Energía nació como anteproyecto de ley. A la vista de las observaciones formuladas en el marco del trámite de información pública y del informe preceptivo de la CNMC, este fue revisado por el Consejo de Estado, que emitió un dictamen preceptivo (no vinculante) con cierta polémica. Después fue elevado al Consejo de Ministros y se remitió al Congreso de los Diputados, donde se encuentra atascado.
«El restablecimiento de la CNE permitirá reforzar la capacidad institucional del regulador en un momento clave para la transición energética, respondiendo a las crecientes necesidades de especialización y eficacia derivadas del nuevo paradigma energético y regulatorio. El Gobierno cumple con su compromiso de recuperar la arquitectura institucional del regulador energético especializado existente en España hasta 2013 y presente en la mayoría de los países de nuestro entorno», aseguró el Gobierno tras su aprobación.
Por último, y sobre la relación que guarda con el Ministerio de Transición Ecológica, fuentes cercanas a la CNMC quieren remarcar que «todo regulador está siempre vinculado (no organizativamente) con un ministerio. La actual Comisión Nacional del Mercado de la Competencia con el Ministerio de Economía, y la futura CNE solo puede estar vinculada a Transición Ecológica».
Fuentes cercanas a la Comisión aseguran que «los reguladores sectoriales no se crean como capricho de los gobiernos o los legisladores nacionales, sino como transposición de directivas europeas que ordenan su creación y regulan su carácter de organismos independientes. Cuando se hace hincapié en la independencia de los reguladores, se está hablando de autonomía funcional, económica y autoorganizativa, no debiendo de estar sujeto más que a controles constitucionales (Tribunal de cuentas, Parlamento y Órganos judiciales)».
