La Agencia de la Energía retrasa hasta finales de enero la decisión de si continuará Ribera
De momento, la vicepresidenta primera de la Comisión Europea compatibiliza dos cargos
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) se da de plazo hasta finales del próximo mes de enero para decidir si la actual vicepresidenta primera de la Comisión Europea continuará al frente de una comisión de su organismo. Un escenario que también se extiende al actual comisario de Energía, Dan Jørgensen. La situación genera un contexto inédito, ya que en la comisión de la agencia no hay ni un cargo procedente de Bruselas. Además, la legislación europea pone en duda que puedan continuar ambos en sus puestos.
El pasado 10 de julio, la Agencia Internacional de la Energía nombró a Teresa Ribera y al ministro de Clima, Energía y Servicios Públicos de Dinamarca, Dan Jørgensen, como presidenta y miembro de una nueva comisión de la AIE. Un hecho llamativo fue que la Agencia Internacional de la Energía eligió para su nueva comisión a los que serían nombrados tan solo dos meses después como puntales energéticos de la futura Comisión Europea.
El objetivo principal de la comisión de la AIE es preparar la cumbre del clima del año 2025, la cita anual de geopolítica energética. A diferencia de la de este año, la COP30 está llamada a ser una de las más importantes. En dicha comisión comparte la presidencia con el ministro de Energía y Minas brasileño, Alexandre Silveira. Las funciones de ambos consisten en facilitar y dirigir los debates de las reuniones, además de desempeñar «un papel crucial a la hora de alinear el trabajo de la comisión con foros internacionales más amplios, como las reuniones del G-20 y la conferencia del clima».
Dudas legales
No obstante, existen dudas sobre si ambos pueden compatibilizar el cargo. El artículo 245 del Tratado de Funcionamiento de la UE indica que «los miembros de la Comisión se abstendrán de todo acto incompatible con el carácter de sus funciones. Los Estados miembros respetarán su independencia y no intentarán influir en ellos en el desempeño de sus funciones. Los miembros de la Comisión no podrán, mientras dure su mandato, ejercer ninguna otra actividad profesional, retribuida o no».
Además del citado artículo, otros dos del Código de Conducta de los miembros de la Comisión Europea refuerzan la imposibilidad de que Ribera compatibilice ambos cargos: «Los miembros deberán dedicarse plenamente al desempeño de sus funciones en interés general de la Unión (artículo 2.1)» y «los miembros de la Comisión no podrán ejercer ninguna actividad profesional, retribuida o no, o función pública, sea cual fuere su naturaleza, salvo las derivadas del ejercicio de sus funciones (artículo 8.1)». Sobre este último existen cuatro excepciones, pero Ribera no cumple ninguna.
En la agencia subrayan que tanto el puesto de Teresa Ribera como del resto de integrantes de la comisión «es de carácter voluntario y no conlleva ningún tipo de remuneración». La comisión de la AIE ha sido convocada por el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol. Esta, que tendrá una duración de 18 meses, exige a sus miembros verse en tres o cuatro reuniones de alto nivel, virtuales o presenciales, antes del lanzamiento de una hoja de ruta sobre transiciones energéticas limpias, justas y asequibles en la COP-30.
La Comisión Europea está analizando si Ribera puede compatibilizar su cargo con el de la Comisión Internacional de la Energía. Todos los miembros elegidos para la nueva comisión han presentado una declaración de intereses actualizada a la Comisión Europea, que en principio está siendo examinada bajo la autoridad de la presidencia (en este caso, Ursula von der Leyen).
Por último, la agencia, que continúa con sus análisis energéticos, ha publicado un nuevo informe donde subraya «que el fuerte despliegue de las energías renovables frenará el crecimiento del uso del carbón, aunque aumente la demanda de electricidad, y China, el mayor consumidor de carbón del mundo, seguirá siendo fundamental».