Trump pone en la diana a España por reducir un 33% las compras de gas a EEUU en un año
El próximo presidente norteamericano ha amenazado a toda la Unión Europea con subir los aranceles
El próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró la semana pasada que los miembros de la Unión Europea (UE) tenían que aumentar las compras de gas y petróleo norteamericanos. La declaración llega a finales de un año en el que las compañías españolas han reducido un 33%, en comparación con 2023, la importación de GNL (gas natural líquido) que llega a través de metaneros procedentes del país norteamericano. Un escenario que se da al mismo tiempo que aumenta en diez puntos porcentuales la llegada de gas argelino a nuestro país.
Trump afirmó el pasado 20 de diciembre, a través de la red social Truth, que «la Unión Europea debía compensar su tremendo déficit con Estados Unidos mediante la compra a gran escala de su petróleo y gas, y que si no, aumentarían los aranceles». La demanda de gas se ha reducido en 56.000 gigavatios hora este año, y uno de los principales damnificados ha sido EEUU frente a otros socios comerciales (como Argelia y Rusia) al dejar de vender 26.280 gigavatios hora.
Según los últimos datos que facilita Enagás, gestor del sistema, entre enero y noviembre de 2023 la compra de gas procedente de Estados Unidos fue de 80.196 gigavatios hora frente a los 53.916 gigavatios hora del año 2024 (que también comprende los meses de enero a noviembre). Una cantidad que supone, en términos porcentuales, una caída del 32,7% en un año. Por otro lado, el dato de noviembre de 2024, que fue de 3.240 gigavatios hora, contrasta de forma significativa con el del año 2023, que alcanzó los 12.752 gigavatios hora.
Esta realidad se traduce en una pérdida de la cuota total en las exportaciones de EEUU a España, pasando del 21,6% a 17,2% en un año. Un escenario muy distinto vive Argelia, que ha visto como la venta de su gas (tanto natural -a través del gasoducto Medgaz- como líquido) ha aumentado de los 105.000 gigavatios hora en 2023 a los 121.000 en 2024. El gas líquido procedente de Rusia se ha mantenido estable y la demanda apenas ha variado. Por último, Nigeria y Qatar también han sufrido una caída en la demanda procedente de España.
En cuanto a la demanda de petróleo americano por parte de España, nuestro país -que comenzó a comprarlo por primera vez en su historia en 2016- está aumentando las compras de crudo cada año. Según los últimos datos de este año (enero a octubre), se adquirieron 8,6 millones de toneladas. Una cantidad sensiblemente superior a la del mismo periodo del año anterior, que fue de 7,1 millones de toneladas.
Hace unos días, la Cámara de Comercio de EEUU en España subrayó la importancia del gas en España. «El gas natural, y las fuentes energéticas limpias procedentes de su descarbonización, debe actuar como fuente de respaldo durante la transición, proporcionando estabilidad al sistema mientras las renovables y el almacenamiento avanzan en su despliegue. España cuenta con siete plantas de regasificación y es el país con la mayor capacidad de regasificación en Europa (supone el 35% de la capacidad europea). Esto permite recibir gas natural licuado (GNL) de cualquier parte del mundo, diversificando las fuentes de suministro, aumentando la seguridad energética y fortaleciendo su resiliencia ante crisis geopolíticas».
El resto de la UE
Los principales clientes de Estados Unidos en la Unión Europea son, según los datos de la administración norteamericana, los Países Bajos y Francia, que, en principio, no se encontrarían bajo la lupa del presidente de Estados Unidos, ya que cuentan con similares volúmenes de compra que Reino Unido, al que no se refiere el mensaje del presidente. España, en cambio, demanda la mitad de estos países pese a contar con un gran despliegue de infraestructuras para atraer gas, como recordó la Cámara de Comercio de EEUU.
El gas está causando en Europa cierta tensión a las puertas del invierno. La UE sigue dependiendo del gas de Rusia; por ello, la compra del hidrocarburo ruso se ha salvado de las sanciones. La decisión del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de poner fin al penúltimo gasoducto activo que une Rusia con la Unión Europea ha generado temor en la Unión. Prueba de ello ha sido la visita relámpago al presidente ruso Vladímir Putin de Robert Fico, primer ministro de Eslovaquia, un país dependiente del gas ruso que llega a través de Ucrania.