La Justicia da un último carpetazo a la mayor operación de Iberdrola en Estados Unidos
La energética pidió sin éxito que se anulara una orden de 2021 que tumbó su fusión con el operador PNM

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán. | EuropaPress
El Tribunal Supremo de Nuevo México ha dado carpetazo a una petición final de la filial de Iberdrola en Estados Unidos (Avangrid) sobre su mayor operación corporativa en el país norteamericano, que se frustró a principios del pasado año.
De esta forma, la Justicia, a través de una orden emitida el pasado jueves, rechazó la solicitud de la compañía española para que se anulara la orden de la Comisión de Regulación Pública de Nuevo México (PRC, por sus siglas en inglés) que rechazaba la solicitud de fusión de Avangrid con PNM Resources (operador del estado norteamericano de Nuevo México).
La decisión de ese organismo, a finales de 2021, fue el primer revés que recibió la energética española en su fallida batalla por lograr la fusión. Una operación que se anunció en octubre de 2020 y a la que se renunció en enero de 2024. En el último cuatrimestre del año, Iberdrola ha pasado página tras lograr con éxito su fusión con Avangrid, haciéndose con el cien por cien de la energética.
Fuentes de Iberdrola han preferido no hacer comentarios a este periódico sobre la decisión judicial. Por otro lado, la organización New Energy Economy, liderada por la abogada Mariel Nanasi (que ha sido uno de los principales obstáculos para que la energética pudiera llevar a cabo la operación), celebró la decisión de la Corte Suprema: «Iberdrola trató de reescribir la historia y solicitó al Tribunal Superior que reabriera el caso de la Comisión de Regulación Pública de Nuevo México después de que la propia Iberdrola desestimara voluntariamente el recurso sobre la fusión con el único propósito de eliminar la orden final del expediente».

«Iberdrola no pretendía revivir la fusión, sino únicamente blanquear el historial de la empresa para que otras comunidades no puedan aprender de las exhaustivas pruebas y testimonios de expertos en los que se basó la PRC cuando determinó que la compra no era de interés público y, por tanto, denegó la fusión».
Breve historia de la operación
A finales de 2020, PNM y Avangrid solicitaron a la Comisión de Regulación Pública de Nuevo México la aprobación de su fusión, por la cual la filial de Iberdrola se hacía con el operador del estado de Nuevo México. Sin embargo, en diciembre de 2021 los miembros de la comisión rechazaron la solicitud, elaborando más de una decena de argumentos para tumbar la operación. Iberdrola, no obstante, no se mantuvo de brazos cruzados y recurrió a principios de 2022 ante el Tribunal Supremo de Nuevo México.
A finales de ese año, la gobernadora de Nuevo México, la demócrata Michelle Lujan Grisham, defensora de la operación de fusión de las dos compañías, nombró una nueva comisión con la que abría la posibilidad de que la fusión se desatascase. Llegó tras una moción de ambas empresas para que se reconsiderase la decisión de PRC. Sin embargo, la máxima autoridad judicial de Nuevo México lo negó y emplazó todo a una vista oral en septiembre de 2023.
En la Corte Suprema de Nuevo México se conocieron los argumentos de las partes con el objetivo de decidir si se daba luz verde a la segunda mayor operación de Iberdrola de su historia. El abogado de la energética española aseguró que «el punto principal de su recurso era que el rechazo de la fusión por parte de la PRC no había sido un ejercicio razonable o legal de su autoridad». Meses después, en enero de 2024, Iberdrola sorprendió anunciando que rompía con la operación, tras casi un lustro luchando por ello.
Por último, el 7 de marzo de 2024, Iberdrola lanzó una oferta para adquirir el 18,4% del capital de su filial estadounidense, Avangrid. Según comunicó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en su momento, la empresa iba a ofrecer 34,25 dólares por acción, lo que suponía una prima aproximada del 10% respecto al precio medio ponderado de la cotización de los últimos 30 días. La matriz pasaría de controlar aproximadamente el 81,6% de la compañía estadounidense al cien por cien. La operación supone una inversión de 2.486 millones de dólares para Iberdrola (que al cambio son 2.280 millones de euros) y a finales de ese año se completó la adquisición.