El sector nuclear asume su fin en España: «El PP nos apoya hoy; en el poder, ya veremos»

El pesimismo comienza a invadir al sector de la energía nuclear, que empieza a asumir que el fin de esta tecnología -que se conectó a la red por primera vez en España en 1969- se acerca. La realidad es que su supervivencia no depende ni de los trabajadores ni de los vecinos de las zonas y ni siquiera de las propias empresas involucradas. Según fuentes solventes del sector nuclear en España, mantener la nuclear solo depende de que haya gobiernos comprometidos con esta energía.

Hasta ahora, uno de los argumentos a los que se agarraban los defensores de la nuclear era un hipotético cambio de gobierno, liderado por el Partido Popular, que permitiese el mantenimiento de esta tecnología en España. Durante los últimos años, tanto los diputados y senadores como la dirección de la formación han mantenido su defensa de esta tecnología. También su hipotético socio, Vox. Sin embargo, las mismas fuentes muestran su escepticismo: «El PP te apoya hoy, pero ya veremos cuando esté en el poder».

El sector energético mira a las empresas, principalmente Endesa e Iberdrola. Algunos señalan que buscan desprenderse de estos activos de sus balances por su fuerte apuesta por las renovables, mientras que otros apuntan a que les interesaría continuar en el negocio si las condiciones fiscales fuesen favorables. Uno de los principales directivos de estas dos energéticas resumió la situación así: «Con Almaraz, la decisión es ampliar la vida útil de la central. Nosotros mantenemos un diálogo sosegado. Si el Gobierno dice que no, pues ya está. Intelectualmente, yo estoy a favor de las nucleares. Se puede llegar a un acuerdo de parar Almaraz y espaciar el cierre del resto para no tener un cementerio de nucleares»

La nuclear en España tiene que afrontar una importante cantidad de impuestos. Según la consultora PwC, «la carga fiscal que soportan las centrales nucleares es de 25 euros/Mwh (si atendemos a todos los impuestos) y esta subiría hasta 28 euros/Mwh. De materializarse la actual propuesta, mermaría su competitividad y comprometería su viabilidad económica a futuro».

Por otro lado, esta tecnología depende, reiteran las fuentes consultadas, de un gobierno que apueste por ella. Es lo que ocurre en Estados Unidos (donde se ha extendido de forma reciente la vida útil de decenas de ellas), en Argentina (donde el gobierno de Javier Milei ha anunciado un plan para desarrollar la tecnología nuclear), en Italia (donde el gobierno de Meloni busca introducir los conocidos como ‘mini reactores nucleares’) y en otra decena de países más.

El renacer de la energía nuclear, sin embargo, choca con el escenario en España: un país que se convirtió en potencia por haber desarrollado esta tecnología y que todavía hoy tiene su peso en las cumbres internacionales de energía nuclear. Las mismas fuentes sostienen que «es una pena, porque será el fin de una industria y de todo lo que con ello supone. La nuclear era algo que nos diferenciaba de otros muchos países».

Uno de los puntos de fricción se encuentra en la central nuclear de Almaraz (Extremadura), que junto con la de Trillo, aporta el 40% de la electricidad de la Comunidad de Madrid, y que será la primera en apagarse. Según los defensores de su prolongación, en el año 2019 se firmó un acuerdo con el Gobierno para que se extendiera como máximo hasta 2027. «Era su cierre o esa mínima supervivencia», señalan.

Sin embargo, fuentes cercanas al Ministerio de Transición Ecológica tienen otra versión: «En derecho español, el cese de explotación de una instalación nuclear solo puede deberse a dos circunstancias: La primera es que el titular no solicita la renovación de la autorización de explotación (con al menos un año de antelación a la fecha de extinción de la misma) o que el Ministerio competente deniega la solicitud de renovación. Pues bien, el (previsible) cese de explotación de la central de Almaraz corresponde al primer supuesto. El Ministerio no ha denegado ninguna solicitud de renovación».

«Al contrario, fue el propio titular quien presentó en abril de 2019 una solicitud de renovación última y definitiva de la autorización de explotación (…) para continuar la operación de la central hasta el 1 de noviembre de 2027 para la Unidad I y hasta el 31 de octubre de 2028 para la Unidad II, y la renovación fue otorgada en los términos solicitados», sentencian.

El Foro Nuclear ha ofrecido recientemente datos que indican que la energía nuclear ha generado el 19,57% de la electricidad en España. La eólica, que también se encuentra cuestionada por la contestación social y judicial, se ha convertido en la primera tecnología en generación, arrebatándole el puesto a la nuclear. Por último, remarcan que la nuclear había ayudado con un 25,28% a producir electricidad en España sin emisiones de CO2 y que es necesario reducir su alta fiscalidad.