Sánchez arropa el gasoducto H2Med tras presentar Meloni dos cables en dos años
España e Italia compiten por convertirse en los futuros ‘surtidores’ de energía renovable a la Unión Europea
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, arropa el proyecto H2Med, que consiste en la construcción de un tubo de gas desde la costa de Barcelona a Francia. Mientras tanto, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha presentado acuerdos sobre un gasoducto y un cable eléctrico en tan solo dos años. Italia es la gran competencia de España en materia energética. Ambos país pugnan por convertirse en los futuros ‘surtidores’ de energía renovable a Europa.
Este miércoles se celebra el tradicional foro del hidrógeno que organiza la empresa participada por el Estado, Enagás, que se ha erigido como guía de este gas renovable en España, algo que ha suscitado cierto malestar dentro del sector. En esta tercera edición, y a diferencia de lo ocurrido en las dos anteriores, participará el presidente del Gobierno. El principal protagonista es el gasoducto H2Med, después de que la fiebre por este gas renovable se haya ido diluyendo en nuestro país.
La presencia de Sánchez en este evento -no asistió al primer congreso nacional de hidrógeno el pasado año en Huelva- se da mientras Italia continúa firmando acuerdos para construir cables eléctricos y gasoductos. A mediados de 2023 presentó el proyecto SoutH2Corridor, un tubo de 3.300 kilómetros preparado para el transporte del hidrógeno y que está llamado a ser la principal red de transporte en Europa. Recientemente, la política italiana presentó un cable eléctrico por valor de 1.000 millones que unirá Italia con Albania, y que tiene a Emiratos Árabes de socio.
Italia cuenta, además de estos dos cables mencionados, con el gasoducto Transadriático, que bombea gas natural desde Azerbaiyán: atraviesa varios países hasta desembarcar en el sur de Italia para conectarse a la red de gas natural. Por otro lado, también cuenta con dos gasoductos que unen la costa africana con la península itálica. Una realidad muy distinta a la de España, que hoy solo recibe gas africano de un solo gasoducto (Medgaz) porque el otro tubo (Magreb) está cerrado tras la crisis entre Argelia y Marruecos.
Pero Italia no es el único vecino de España que se está moviendo para construir cables. Marruecos prepara con la empresa Xlinks un proyecto multimillonario que instalará un cable eléctrico submarino para unir el reino alauita con la isla británica a través de 3.800 kilómetros de cable. El coste total del plan es de 20.000 millones de euros aproximadamente.
La cita de este miércoles contará con un gran respaldo institucional por parte de España. Además de Sánchez, estará la vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, y la presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), Cani Fernández.
Dudas con el hidrógeno
Existen dudas con respecto al hidrógeno verde. Fuentes financieras y jurídicas transmiten a THE OBJECTIVE que están en el aire hasta el 20% de los 123 proyectos industriales de hidrógeno verde proyectados por las exigencias de la Comisión Europea. Estos planes industriales pretenden en su mayoría construir electrolizadores, la pieza clave para producir hidrógeno verde. No obstante, según aseguran las mismas fuentes, decenas de estos proyectos integrados por grandes, medianas y pequeñas empresas frenarán sus proyectos industriales debido a la medida de Bruselas conocida como ‘Acto delegado relativo a una metodología para los combustibles renovables de origen no biológico’.
Esta contiene una serie de requisitos para garantizar el origen renovable que complican de forma sustantiva a las empresas, porque tendrán que aumentar sus inversiones tanto en capex (coste a largo plazo) como en opex (coste a corto plazo). La medida no es nueva y, por lo tanto, no ha sido una sorpresa para las compañías. De hecho, este Acto delegado se aprobó cuando ya se estaba trabajando en estos proyectos hace ya más de un año.
Una barrera que creyeron que se podría sortear o superar, pero que hoy muchos asumen que financieramente no es posible. Sin embargo, hay también optimismo para la industria del hidrógeno verde en España. La caída del impuesto contra las energéticas empujará a la petrolera Repsol a reactivar sus proyectos en nuestro país.