Duro Felguera se prepara para el concurso de acreedores tras el plantón de la SEPI
El tiempo se agota para la asturiana y las soluciones no llegan a diez días de que expire el preconcurso

Sede de Duro Felguera en Gijón. | Jorge Peteiro (Europa Press)
El tiempo se agota para Duro Felguera. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), la banca acreedora y los socios mexicanos, Prodi y Mota, negocian in extremis una solución para mantener la continuidad de la ingeniería asturiana a solo diez días de que expire la prórroga del preconcurso de acreedores presentado a comienzos de este año. En este escenario, fuentes conocedoras indican a THE OBJECTIVE que sus gestores ya preparan todos los trámites y procedimientos para activar la situación de insolvencia, en el caso de que -como todo parece indicar- no se llegue a un pacto definitivo.
La semana pasada, el presidente de Duro Felguera, Eduardo Espinosa, trasladó a los sindicatos que la SEPI se niega a capitalizar los 100 millones que la compañía le debe al fondo de rescate para empresas afectadas durante la covid. Una situación que se agrava por la negativa de los socios mayoritarios a aportar más capital. Pese a ello, las partes mostraron su voluntad de seguir buscando soluciones con el objetivo de mantener la viabilidad de la ingeniería asturiana.
Esto supone que tras más de seis meses de negociaciones, la solución para Duro Felguera sigue en punto muerto. Este diario ya informó de que la sociedad pública no piensa mover ficha si los mexicanos no están dispuestos a rascarse el bolsillo, algo que sigue sin ocurrir y que ha cerrado la puerta a cualquier pacto conjunto con la banca acreedora. Tras certificar pérdidas de 98 millones y con una reclamación de 413 millones por parte de Argelia por el proyecto de la planta de Djelfa, necesita un paquete de al menos 280 millones de euros para salir adelante.
Fondo de rescate
El plan original de Duro Felguera pasaba porque la SEPI le perdonara estos 100 millones del préstamo participativo -lo que le hubiese convertido en socio-, pero que además garantizara otros 80 millones en avales de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (CESCE), para seguir optando a contratos y licitaciones; y otros 100 millones en inyección directa de capital para funcionar al menos un año sin tener que preocuparse por consumir caja.
No obstante, tras el plantón de la SEPI en cuanto a capitalizar, todo salta por los aires. Sin este salvavidas, la deuda de Duro Felguera se hace insostenible y cierra la puerta a un acuerdo con la banca para facilitar más avales o inyectar nuevo capital. El problema, dicen las fuentes consultadas, es que el tiempo se agota, y que -si no hay una solución la próxima semana- el rescate se antoja imposible. “Si no se ha conseguido en seis meses, no se conseguirá en diez días”, dicen las fuentes consultadas por este diario.
Por otro lado, en la plantilla y en el equipo directivo la incertidumbre es máxima. No hay información sobre qué va a pasar, pero la sensación es que el concurso de acreedores es inevitable. En este sentido, la cúpula de Duro Felguera se planteó buscar fórmulas para alargar aún más el plazo y evitar la declaración de insolvencia presentando un principio de acuerdo. Pero la ley concursal solo establece seis meses para buscar una solución previa y este plazo está a punto de agotarse. Esto indica que si no hay un acuerdo completo de todas las partes, con una solución identificable y refrendada, no quedará más remedio que presentar el procedimiento concursal.
Acuerdo por Duro Felguera
Llegados a este punto, la última carta que le queda a Duro Felguera es intentar un acuerdo en este periodo. Existen precedentes de empresas que han logrado salvarse tras el concurso al reestructurar su deuda y encontrar una solución viable de continuidad. Sería simplemente prolongar las actuales negociaciones, pero con más tiempo. De hecho, la ley no pone límite de plazo a este proceso, siendo la media de duración entre seis meses y dos años.
Lo único que cambiaría es que Duro Felguera sería intervenida por un administrador concursal, que tomará las riendas de la gestión y establecerá un proceso ordenado de pago a proveedores. En este caso, el apoyo de la SEPI, si es que finalmente decide implicarse en la solución, ayudaría a lograr una solución con mayores garantías. Aunque el riesgo de quiebra es mucho mayor y la operativa de la compañía puede verse seriamente afectada.
¿Fusión con TSK?
Con todo, si la SEPI abandona a Duro Felguera, el Gobierno tendría un enorme coste político en el feudo socialista del Principado de Asturias. La ingeniería es uno de los mayores empleadores de la autonomía y las familias que dependen de su funcionamiento son miles. Y a esto se agarran muchos empleados para que la sociedad estatal encuentre una solución de última hora. Sin embargo, desde la entidad dependiente del Ministerio de Hacienda creen que dar un nuevo rescate sentaría un pésimo precedente para futuros procesos y en especial para Imasa e Isastur, empresas con dificultades que también buscan ayuda pública adicional.
¿Y la fusión con su rival TSK? No está por el momento sobre la mesa. Esta firma obtuvo una línea de créditos y avales por un importe de unos 90 millones de euros, gracias al aval del ICO y del CESCE, lo que despeja el camino a la entrada de un inversor industrial que llevan meses buscando. En este contexto, no sería posible una fusión con una Duro Felguera en preconcurso de acreedores, ya que el dinero conseguido es para avalar nuevos proyectos y mejorar su liquidez, no para hacer compras. “Mucho tendría que ofrecerle la SEPI”, dicen las fuentes consultadas.