The Objective
Energía

Mazazo de Trump a las empresas españolas que invierten en solar y eólica en EEUU

Las medidas de la Administración norteamericana afectarán a la rentabilidad de las futuras plantas

Mazazo de Trump a las empresas españolas que invierten en solar y eólica en EEUU

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

«El objetivo de las subvenciones es bajar los precios y aumentar la oferta. Pero subvencionar la energía eólica y solar ha hecho exactamente lo contrario». Esta es la conclusión a la que ha llegado la Administración Trump con respecto a la política para incentivar las energías renovables. Un escenario que compromete el negocio de decenas de empresas españolas que buscan crecer en el mercado de Estados Unidos.

La eliminación de los subsidios afectarán a la rentabilidad de las futuras plantas, ya que muchas de ellas dependen de los créditos fiscales federales (llamados ‘PTC’ e ‘ITC’) que aseguran la viabilidad de los proyectos. Por otro lado, esta situación se puede extender a las empresas especializadas en componentes clave para las plantas solares y eólicas y decenas de pymes (pequeñas y medianas empresas) verdes, que tienen el foco puesto en el mercado norteamericano y que verán cómo esta medida les afectará de forma considerable a su negocio.

El actual ejecutivo apuesta por el petróleo y el gas y ataca las renovables y los vehículos eléctricos. Un escenario que deja a las grandes energéticas españolas desubicadas porque choca contra su hoja de ruta. No obstante, las compañías siempre repiten que sus estrategias no se van adecuando a los gobiernos de turno, sino que son a largo plazo. Este rejón a los proyectos de energía solar y eólica se recogen en el proyecto de ley One Big Beautiful, que ya ha conseguido luz verde en el Senado por una ajustada votación. Ahora la ley debe ser aprobada en la Cámara de Representantes, que es el último escollo para su aprobación definitiva. No hay que olvidar que las empresas españolas tienen invertidos 80.000 millones en EEUU y cuentan con 100.000 empleados allí.

«¿Cuánto pagarías por un Uber si no supieras cuándo te va a recoger o dónde te va a dejar? Probablemente no mucho. Sin embargo, este es el mismo efecto que las fuentes de generación variable, como la eólica y la solar, tienen en nuestras redes eléctricas. Nunca se sabe si estas fuentes de energía serán capaces de producir electricidad cuando se necesita, porque no se sabe si brillará el sol o soplará el viento. Aun así, el gobierno federal ha subvencionado estas fuentes durante décadas, lo que ha provocado un aumento de los precios de la electricidad y una red menos estable», reflexiona el titular de la cartera de Energía del país, Chris Wright.

«El presidente Donald Trump sabe lo que tiene que hacer: eliminar los créditos fiscales verdes de la llamada Ley de Reducción de la Inflación de los demócratas, incluidos los destinados a la energía eólica y solar. El proyecto de ley One Big Beautiful pretende hacerlo junto con otras propuestas, como la cancelación de miles de millones del Nuevo Pacto Verde de Biden y la realización de inversiones muy necesarias en la Reserva Estratégica de Petróleo, que pretende fijar una fecha agresiva para poner fin a estas subvenciones y basarse en el impulso del presidente a una energía asequible, abundante y segura para la nación», dice Wright.

Hace unos meses, el presidente de Estrategia de Mercado e Inversión de JP Morgan, Michael Cembalest, cuestionó el avance de las energías verdes tras nueve billones invertidos en todo el mundo en la última década. Según el banquero, la velocidad de la transición energética no despega, o al menos no lo hace como se lo esperaban algunos en el sector. El informe pone el foco en las redes eléctricas, la energía solar, eólica, los vehículos eléctricos y el almacenamiento.

«La transición hacia las energías renovables está en el ojo del espectador. Algunos ven una transición acelerada, mientras que otros se retractan de las optimistas previsiones anteriores. Como de costumbre, nuestro análisis anual de la energía se ciñe a los hechos sobre el terreno: la descarbonización se describe mejor como una transición industrial y, hasta ahora, la velocidad de esta transición es lineal. Incluso en Europa, líder mundial de la transición, el porcentaje de energías renovables en el consumo final de energía aumenta solo un 0,6% al año», aseguró en un informe.

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