Baleares quiere «blindar» el precio de la energía usando hidrógeno verde
El hecho de poder controlar los costes daría a sus empresas una «ventaja competitiva»

El director general de Economía Circular, Transición Energética y Cambio Climático, Diego Viu.
El Govern balear quiere “blindar” el precio de la energía ante las fluctuaciones derivadas de los eventuales conflictos geopolíticos mediante el uso de hidrógeno verde y, de este modo, dar una “ventaja competitiva” a las empresas de Baleares.
El director general de Economía Circular, Transición Energética y Cambio Climático, Diego Viu, ha explicado este miércoles los resultados del primer análisis de la hoja de ruta para el desarrollo del hidrógeno verde en una rueda de prensa celebrada en la sede de la Conselleria de Empresa, Autónomos y Energía, según recoge Europa Press.
Viu ha hecho una valoración “positiva” de este proceso, que ha confirmado la “potencialidad importante” que tiene el archipiélago en la producción, distribución y aplicación de hidrógeno verde, lo que le permitiría, por ejemplo, avanzar en la descarbonización de las industrias altamente demandantes de energía.
«Seguridad energética»
El director general ha reivindicado que el impulso del hidrógeno verde podría aportar a Baleares “seguridad energética”. «Nos blinda de las fluctuaciones del precio debido a la geoestrategia, que es una cuestión ajena a las Islas y a España», ha subrayado Viu, quien ha destacado que el hecho de poder controlar los costes daría a las empresas una “ventaja competitiva”.
Viu, para poner un ejemplo, ha recordado que en 2021 y 2022, debido a la crisis del Covid y a la guerra en Ucrania, muchas empresas baleares sufrieron un incremento de entre el 400% y el 500% en los precios que pagaban por la energía.
Entre 50 y 80 euros por megavatio hora
Aunque ha deseado que el mercado energético no vuelva a comportarse de la manera “anómala” que lo ha hecho durante los últimos años, ha calculado que con el impulso del hidrógeno verde se podría fijar el precio de la energía entre los 50 y los 80 euros por megavatio hora (MWh).
Eso permitiría una suerte de “ganancia o seguro” para las empresas frente a los entre 90 y 110 euros por MWh de los últimos cuatro años, ha apuntado. En cualquier caso, Viu ha llamado a la “prudencia” al considerar que el mercado energético es “complicado” de predecir.
Superada la fase experimental
Viu ha subrayado que uno de los compromisos “más firmes” que adquirió el Govern al inicio de la legislatura fue retomar el proyecto de producción de hidrógeno verde en Mallorca para «desarrollar un ecosistema de producción, distribución y aplicación».
El primer paso, ha recordado, fue poner en marcha una iniciativa que pese a que llevaba tiempo parada y había generado cierta «controversia», a día de hoy está funcionando.
“Es un objetivo muy ambicioso, se trata de una tecnología que ya ha superado lo que es su fase experimental y para la que se están buscando aplicaciones. Está en constante cambio, en una dinámica de crecimiento y actualización que todavía no termina de consolidarse de forma masiva, pero que está en camino”, ha dicho el director general.
Hoja de ruta hasta 2050
La hoja de ruta, que tiene su objetivo final en 2050 y está siendo elaborada por el Instituto Balear de la Energía (IBE), incluye diversos estudios técnicos y económicos sobre las posibles aplicaciones que se le podrían dar al hidrógeno verde en los que han participado diversidad de expertos.
Del primer análisis ha surgido la constitución de tres mesas de trabajo, que desarrollarán los que serán los «tres pilares» de las futuras aplicaciones de esta energía verde.
El primero, su uso en el transporte tanto terrestre como marítimo, algo que ya se viene haciendo en algunos autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Palma.
Fase de estudio
Aunque Viu ha matizado que son ideas que todavía están en fase de estudio y que se tendrán que plantear a las consellerias correspondientes, ha reconocido que está sobre la mesa la posibilidad de implantar el uso de hidrógeno verde en los autobuses del TIB o en los taxis.
El segundo, para sustituir el uso de combustibles fósiles para dotar, por ejemplo, de calefacción a los edificios. Sobre todo, ha puntualizado, en aquellos casos que la energía eléctrica no sea capaz de aportar la potencia suficiente. El tercero, el almacenamiento y la mezcla de hidrógeno con gas, que en la actualidad la normativa tan solo permite que sea del 2%.
“Sobre estos estudios y esta base científica se han abierto dos procesos. Uno de participación ciudadana y, el otro día, en una asamblea del Clúster de Transición Ecológica con las empresas. Recogimos una serie de propuestas y puntualizaciones que esperamos reflejar a finales de este año”, ha explicado el director general.