The Objective
Energía

Sánchez presume de bajar el precio de la energía un 50% pese a que ha subido un 12%

Entre 2018 y lo que llevamos de 2025 el precio medio ha pasado de 57,29 a 64,1 euros megavatio hora

Sánchez presume de bajar el precio de la energía un 50% pese a que ha subido un 12%

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. | Europa Press

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró el pasado viernes en un acto sobre «retos globales» que tuvo lugar en Londres (Reino Unido) que desde que asumió su puesto a mediados de 2018 hasta 2025 había conseguido reducir un 50% los precios de la electricidad en España. Algo que, según los datos oficiales del operador del mercado OMIE, es falso. Los precios de la electricidad entre 2018 y lo que llevamos de año han aumentado un 11,8%.

Si se acude a la información oficial del OMIE (Operador del Mercado Ibérico de Energía) se observará que el precio medio aritmético durante el año 2018 fue de 57,29 euros megavatio hora. Una cantidad sensiblemente inferior a la media de lo que llevamos de año (de enero a agosto de 2025), que ha sido de 64,1 euros megavatio hora, lo que se traduce en un aumento porcentual del precio de la electricidad del 11,89% durante su mandato.

Otra de las frases de Sánchez es que esa supuesta bajada del 50% de los precios de la electricidad (que, como se ha demostrado, es falsa) se debería a las energías renovables. Un postulado que también han defendido enérgicamente sus dos ministras de Transición Ecológica (Teresa Ribera -2018 a 2024- y Sara Aagesen en la actualidad). Sin embargo, esta fuente de energía está en la diana tras el apagón.

El gestor del sistema, Red Eléctrica, estuvo buscando un récord de producción de renovables las semanas previas al apagón del 28 de abril. Tras el incidente, ha protegido el sistema con las tecnologías síncronas (no renovables) para evitar nuevos desequilibrios, aumentando, por ende, el precio por la necesidad de los servicios de ajuste del sistema (tecnologías que dan estabilidad y a las que se le llama para que estén disponibles al día siguiente).

No obstante, el precio que vemos en el mercado diario no se corresponde con el precio que pagan los consumidores en la factura de la luz. A este precio de la energía hay que sumarle los peajes de acceso tanto para transporte como distribución (con lo que se financia el coste de la red), la potencia contratada, cargos del sistema eléctrico (incentivos a renovables, bonos, déficit del sistema…) y los impuestos (IVA y el Impuesto Eléctrico).

Sobre esto último, el Gobierno volvió a subir el IVA de la luz al 21%, efectivo a partir del 1 de enero de 2025. Este tributo se había reducido para abaratar el precio del recibo por los efectos perversos tras la pandemia. Por otro lado, a finales del pasado año, PP y Junts presentaron una enmienda para eliminar el Impuesto Eléctrico. Según el PP, ahorraría 1.100 millones de euros a familias, empresas e industrias. El impuesto fue suspendido temporalmente entre 2021‑2023, como medida de contención tras la pandemia, pero el Ejecutivo volvió a restablecerlo. Finalmente, no se eliminó dicho impuesto porque el Gobierno logró bloquearlo en el Congreso. La ministra Aagesen defendió que si se quitaba, aumentaría la factura de la luz, porque el sistema eléctrico no tenía superávit.

Denuncia de los consumidores

Son comunes las advertencias por parte de las asociaciones de consumidores que denuncian la subida de la factura de la luz. Este mismo mes de septiembre, Facua-Consumidores en Acción llevó a cabo un análisis en el que denunció que el mes de agosto «había sido el más caro desde 2021» y que «había subido un 3,2% con respecto a los 78,21 euros de hace un año». El recibo medio fue de 80,71 euros. Para ello, publicaron cómo había aumentado la factura del usuario medio en el mes de agosto durante los últimos cinco años: 78,21 euros en 2024, de 73,21 euros en 2023, de 158,30 euros en 2022, de 93,10 euros en 2021 y de 63,77 euros en 2020.

No es la única organización de consumidores que ha denunciado la subida de los precios de la luz. El pasado 6 de marzo, la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) señaló que «la factura eléctrica era ya un 44% más cara que hace un año». Además, tras el apagón del 28 de abril, que dejó al país sin luz durante diez horas, la misma organización denunció que con la incertidumbre de otro posible apagón se reforzó la seguridad en el sistema (utilizando más energías estables) y «de mayo a junio la factura media de la luz de un hogar con tarifa regulada se incrementó de 60,44 a 67,43 euros».

Publicidad