Guerra entre autonomías por conectar energía verde a la red y lograr proyectos del Gobierno
Las comunidades que han sacrificado más suelo para el desarrollo de renovables buscan contraprestaciones

Los presidentes autonómicos durante la XXVII Conferencia de presidentes. | EP
Las comunidades autónomas han comenzado una guerra discreta por conseguir el mayor número de renovables en su territorio para atraer grandes proyectos estratégicos del Gobierno. Se ha desatado un claro interés por demostrar quién aporta más al sistema, gestionado por el operador OMIE. Un aspecto clave porque toda esa energía marca los precios de cada día y cada hora a través de un sistema marginal, en principio barato, porque las energías renovables y la nuclear entran con un precio muy competitivo.
Las comunidades autónomas que más megavatios aportan al sistema eléctrico están presionando al Gobierno para que se reconozca su esfuerzo. Argumentan que «están haciendo los deberes» marcados por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) y que, además, han «sacrificado su suelo» en beneficio del conjunto del país. Esa posición se ha convertido en una moneda de cambio en las negociaciones actuales sobre la nueva planificación eléctrica, que repartirá 27,7 gigavatios de potencia. El resultado se conocerá a comienzos de 2026, aunque posteriormente se prevén modificaciones puntuales del plan que podrían tener un peso importante en el equilibrio energético entre territorios. Pero estas no son las únicas negociaciones. Habrá más a medio plazo.
Las cuatro grandes comunidades en energía verde (Andalucía, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Extremadura) buscan contraprestaciones del Gobierno por su apuesta decidida por las renovables. Para ello, y según fuentes conocedoras del asunto, quieren a cambio mayores inversiones en redes y la llegada de proyectos estratégicos de los diversos ministerios. Esta situación hace que otros territorios que no han apostado por las renovables vayan a estar en los próximos años en «una posición de debilidad» de cara a estas negociaciones. Una realidad que preocupa a esas regiones, que tratan de acelerar sus planes y cambiar esta dinámica.
Por otro lado, aunque las comunidades mencionadas parten con ventaja por su gran espacio, otros territorios más pequeños o con otras condiciones meteorológicas sí pueden fomentar otro tipo de energía renovable que no necesite de una gran superficie, o de sol y viento. Las mismas fuentes señalan que «las negociaciones van a ir a más» con respecto a estas contraprestaciones por la apuesta por las renovables. Un asunto que desde el sector se entiende comprensible, porque «cuanta más instalación de energía, serán necesaria más infraestructuras y, por ende, desarrollos industriales que necesitan tener la generación cerca».
Los datos de las regiones
Según los datos de Red Eléctrica, la potencia instalada de energía fotovoltaica varía notablemente entre comunidades autónomas y su crecimiento ha sido desigual en el territorio nacional. La comparación entre 2015 y 2025 refleja el gran salto experimentado en los últimos diez años, aunque también demuestra la lentitud de otros territorios en impulsar las energías renovables.
En 2015, ninguna región superaba los 1.000 megavatios de potencia fotovoltaica instalada. Castilla-La Mancha lideraba entonces con 923,4, seguida de Andalucía (875,7), Extremadura (562,5) y Castilla y León (494,3). Diez años después, el panorama es muy distinto. Andalucía encabeza ahora la producción con 9.288,4 megavatios, seguida de cerca por Castilla-La Mancha (8.428,1) y Extremadura (8.401,6). Castilla y León también ha multiplicado su capacidad hasta alcanzar los 4.392,9.
En cambio, la Comunidad Valenciana apenas ha pasado de 348,1 megavatios en 2015 a 602,2 en 2025, mientras que Cataluña ha pasado de 266,8 a 440,6 en diez años. Los primeros están autorizando proyectos con el nuevo gobierno regional y aumentarán su cifra en cientos de megavatios para acercarse a las grandes comunidades tras la parálisis de la anterior administración, mientras que los segundos han presentado un plan para ocupar con renovables el 2% de su territorio.
En el caso de la energía eólica, la tendencia ha sido parecida a la de la fotovoltaica, pero menor su crecimiento. Según los datos de Red Eléctrica, en 2015 las comunidades con mayor potencia instalada eran Castilla y León, con 5.556,4 megavatios; Castilla-La Mancha, con 3.798,9; Andalucía, con 3.324,6 y Galicia, con 3.309,7. Diez años después, el mapa también ha cambiado: Castilla y León se mantiene al frente con 7.657,8 megavatios, seguida de Aragón, que asciende hasta los 5.896,4; Castilla-La Mancha alcanza los 4.978 y Galicia los 3.977,2.
