Las eléctricas llevarán a los tribunales la tasa de la CNMC pese al criterio del Consejo de Estado
El regulador muestra su «hartazgo» por la continua tensión, mientras las energéticas observan «miedo»

Lineas eléctricas. | EP
La tasa de retribución de las redes eléctricas lleva a las empresas energéticas a la guerra judicial contra la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), según ha podido saber THE OBJECTIVE. No quieren la propuesta actual, fijada en el 6,58%, y presionarán hasta el final para conseguir el 7,5%, ya sea por una vía negociada o a través de los tribunales. Las energéticas ponen en juego cientos de millones de euros si no se acepta su propuesta, y no confían en el dictamen del Consejo de Estado sobre este asunto.
Fuentes del regulador muestran a este periódico su «hartazgo» por esta situación, porque la CNMC acumula varios frentes, además de la retribución de redes; entre ellos, el de determinar quién fue el culpable del apagón, un asunto que todavía está en fase de instrucción. Aunque el informe del Consejo del Estado no es vinculante, sí tendrá peso en caso de que el asunto se judicialice. El regulador ha analizado los dictámenes del Consejo de Estado y ha observado que se fija en cuestiones de carácter formal y no invade competencias o preceptos legales de alto a nivel. No obstante, en otras ocasiones sí ha entrado en cuestiones de fondo.
Esta situación genera dudas en la CNMC, que teme que el asunto termine en los tribunales, «miedo» que huelen las eléctricas. Así, el regulador apuesta por «mantener una buena práctica regulatoria» y considera que el informe del Consejo de Estado no tiene por qué ser totalmente favorable ni totalmente contrario, sino que puede tener matices. En cualquier caso, la decisión final la tomará la propia CNMC cuando el Consejo de Estado se pronuncie y después de que el Ministerio para la Transición Ecológica haya mostrado su apoyo al regulador.
Fuentes cercanas al Gobierno aseguran que «el Consejo de Estado no tiene mucho margen de maniobra. Quizá sí diga que la tasa no puede ser igual para transporte y distribución porque, en el nuevo modelo, el riesgo de ambas actividades es distinto. Una cuestión que también comentó el Ministerio de Transición Ecológica en su informe. Ahí puede haber todavía algún cambio, pero menor. La mayoría de consejeros (seis a cuatro) de la CNMC están muy enrocados con su plan y además molestos por las presiones, así que no cederán fácilmente».
Según fuentes conocedoras de la situación, una vez que se aprobara la tasa a través de una circular de la CNMC, quedaría agotada la vía administrativa. En ese caso, se tendría que impugnar por medio de un recurso contencioso-administrativo ante la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional. La última instancia sería el Tribunal Supremo. Aunque se espera que las empresas impugnen las circulares, fuentes conocedoras señalan que «esto ya se hizo en 2019, y aún están pendientes de sentencia».
¿Trato favorable al tren?
Fuentes del sector energético se han hecho eco de una medida reciente de la CNMC, que ha consistido en aprobar la referencia de beneficio razonable para las instalaciones de servicios ferroviarios al alza. Los valores que se han aprobado son del 7,33% para Renfe operadora, 7,73% para el gestor de la red ADIF y 8,17% para el resto de explotadores, lo que ha empujado a algunas voces energéticas a señalar que el regulador «quiere más al tren que a la electricidad».
Lo que está en el ojo del huracán del sector eléctrico es el modelo totex (gastos totales), la nueva metodología empleada por la CNMC que rompe con el viejo esquema que se basaba en aplicar una tasa de retorno al coste de mantenimiento y operación en inversiones por medio del capex (el gasto en la inversión a largo plazo) y el opex (gasto en las operaciones diarias) que llevan a cabo las eléctricas.
Ahora, el nuevo modelo del regulador busca retribuir los activos —por ejemplo, los cables o los transformadores— para que se pague por el servicio. De esta forma, trata de establecer confianza entre el regulador y las eléctricas y obligar a estas últimas a invertir en digitalización para diseñar un sistema de información real que dé señales a los agentes y permita la flexibilidad.
