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Energía

Goldman y la AIE meten más presión a España al vincular la nuclear con los centros de datos

El Gobierno tiene decidido poner fin a esta tecnología en 2035 mientras que la mayoría de los países apuestan por ella

Goldman y la AIE meten más presión a España al vincular la nuclear con los centros de datos

Los centros de datos. | Europa Press

Más presión para España. La consultora Goldman Sachs y la Agencia Internacional de la Energía (AIE) aprietan a España después de vincular la energía nuclear con los centros de datos en recientes informes, algo que va contra la estrategia del Gobierno, que ha decidido poner fin a esta tecnología en 2035. El sector presiona para que las centrales continúen, porque la inteligencia artificial (IA) consume mucha energía y necesita un suministro estable.

La AIE asegura en un reciente informe que «en 2024, los centros de datos consumieron alrededor de 415 TWh (teravatios-hora), equivalente al 1,5% del consumo eléctrico global. En este escenario base se proyecta que ese consumo se duplique a aproximadamente 945 TWh en 2030 debido al auge de la IA y otros servicios digitales». Según la agencia, la demanda creciente se cubrirá «con renovables y gas natural, que liderarán en el corto plazo, pero la energía nuclear comienza a jugar un papel más importante en la década de 2030 y más allá».

El informe de Goldman Sachs señala a la nuclear como pieza clave para el futuro de esta tecnología. «Es importante encontrar la combinación adecuada de fuentes de energía para proporcionar el suministro eléctrico ininterrumpido que los centros de datos necesitan para respaldar la inteligencia artificial. Según nuestro análisis, existe un papel para tecnologías consolidadas como las energías renovables y el gas natural, así como para tecnologías emergentes como los pequeños reactores nucleares modulares (SMR por sus siglas en inglés) y la geotermia avanzada. Decidir qué opciones priorizar puede depender de otras prioridades de política pública».

Precisamente los centros de datos requieren de movilizaciones ingentes de dinero. En este caso concreto, muchos de estos planes necesitan acceso a la conexión, o los que la tienen ya asignada les falta aún una infraestructura. El lugar preferido para la instalación de estos proyectos es Aragón, por su extensión, la presencia de renovables y el hecho de contar con un gobierno regional con disposición de ayudar. Se trata de una tecnología que demanda mucha energía, lo que parece contradictorio con la eliminación de fuentes de generación, como trata de llevar a cabo el Gobierno con la energía nuclear, cuyo cierre está programado para 2035.

La energía nuclear representó alrededor del 19% de la generación eléctrica neta de España en 2024. La estrategia del Ejecutivo es completamente distinta a la de la Administración norteamericana, que apuesta por desplegar pequeños reactores nucleares para impulsar los centros de datos en EEUU, instalaciones cada vez más necesarias por el uso constante de la inteligencia artificial, y que requieren un gran consumo de energía.

Apuesta secundaria

El pasado verano, el Ministerio para la Transición Ecológica, a través de una resolución sobre los concursos de capacidad de acceso de demanda en determinados nudos de la red de transporte, dio un palo a los data centers (centros de datos), unas instalaciones que han generado un gran apetito entre los fondos de inversión en España por su función de almacenar, resguardar y procesar datos a gran escala en plena era digital, lo que ha despertado una fiebre mundial por esta tecnología.

En los últimos meses, algunas informaciones ya apuntaban a que los centros de datos no eran una prioridad del Gobierno tras obligarles a competir en futuras subastas de capacidad. Pese al varapalo, en España ya se están construyendo enormes instalaciones de data centers y algunos lobbies intermedian para que la energía nuclear continúe en el mix energético de nuestro país para impulsar los centros de datos. No obstante, el Gobierno sigue limitando el interés por esta tecnología, que se expande por todo el mundo.

Meses después se conoció la planificación del transporte eléctrico del Ministerio (que atenderá 27,7 gigavatios desde la red de transporte), y donde se pudo observar que los centros de datos no ocupan un lugar primordial para el acceso a la demanda. Así lo desglosó el Ministerio: nueve gigavatios para proyectos industriales, 1,8 para desarrollos residenciales y nuevas viviendas, 560 megavatios para electrificación ferroviaria, 1,2 gigavatios para electrificación portuaria, que permitan prácticas como abastecer las necesidades de las embarcaciones desde tierra, 13,1 gigavatios para producción de hidrógeno verde y 3,8 gigavatios para centros de procesamiento de datos.

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