Indignación y temor a represalias en el Banco de España por el regreso de Escrivá
Los trabajadores temen una marginación por luchas del pasado o por no seguir las indicaciones del nuevo gobernador
Estupor, malestar y temor a represalias. Estas son las sensaciones que tienen en estos momentos el personal del Banco de España ante la llegada del actual ministro de Transformación Digital y Función Pública, José Luis Escrivá. El Gobierno de Pedro Sánchez ha decidido nombrarlo nuevo gobernador de la institución para los próximos seis años, tras romper las negociaciones con el PP para la renovación de la cúpula y saltarse los principios de independencia al tratarse de un alto cargo del Ejecutivo.
Distintas fuentes internas del Banco de España trasladan a THE OBJECTIVE que «el estupor es máximo» en el seno del cuerpo de funcionarios, que no comprenden como Moncloa ha decidido imponer la designación de Escrivá para llevar las riendas del organismo. Y temen que a partir de ahora el supervisor entre en una nueva época de politización. Recuerdan, en este sentido, la etapa de Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en la que el Gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero también rompió el consenso y colocó a uno de sus hombres de confianza.
Desde julio, cuando se conoció la intención última de Sánchez de nombrar al actual ministro, la plantilla del Banco de España está en vilo. Y no solo ven con incredulidad este paso, sino que el cabreo es monumental, porque se piensa que «se va a destruir toda la labor realizada en el último sexenio», durante el mandato de Pablo Hernández de Cos. Existe la impresión, de acuerdo con las fuentes consultadas por este diario, de que toda esa labor se irá destruyendo poco a poco y que no se premiará el talento y la meritocracia dentro del cuerpo de funcionarios. «Todo lo contrario, pesará ahora el trabajo que se ajuste a los objetivos del Gobierno», consideran.
Hay que tener en cuenta que una de las principales tareas del Banco de España en la actualidad es la realización de informes económicos sobre distintas materias y que su servicio de estudios es muy potente. Pocos son los que dudan que con el desembarco de Escrivá las críticas a las reformas aprobadas o por aprobar desaparecerán o se suavizarán. La institución se ha encargado de advertir durante el Ejecutivo de Sánchez de las consecuencias negativas de algunas medidas, como La Ley de Vivienda, los cambios en el sistema de las pensiones -precisamente impulsados por el que será nuevo gobernador- o las modificaciones laborales.
Está previsto que este miércoles, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, anuncie oficialmente el nombramiento, que salvo sorpresa de última hora se confirmará. Además, la intención de Moncloa es colocar como número dos de la institución a Soledad Núñez, un ex alto cargo de Zapatero, para completar la colonización y el asalto al Banco de España, uno de los pocos organismos que aún no estaban bajo la esfera de Sánchez. De ratificarse, será subgobernadora a partir del 11 de septiembre, cuando vence el mandato de Margarita Delgado, quien ejerce en funciones la figura de máximo responsable desde mediados de junio.
La reorganización de la cúpula, de salir adelante en estos términos en las próximas horas, no solo está provocando malestar y estupor dentro de las paredes del caserón de Cibeles, sino que el miedo a represalias se está extendiendo como la pólvora. Según las fuentes, primero prevén que Escrivá ajuste cuentas con el personal poco afín en el pasado. El ministro desempeñó distintas funciones en el servicio de estudios de la institución en la década de los noventa. En segundo lugar, anticipan que, a partir de ahora, aquellos que no sigan sus pretensiones serán marginados dentro de la estructura. «La profesionalidad dejará de ser un plus y un valor», recalcan diferentes trabajadores del organismo.
El Gobierno defiende el nombramiento del ministro como gobernador. Cuerpo señaló el lunes que el candidato propuesto «es más que apto», con lo que el Banco de España «va a estar en muy buenas manos». «Estará en línea y a la altura del anterior, o incluso por encima, si es que eso es posible», subrayó el titular de Economía en una entrevista en televisión. Desde el PP se denuncia que se trata de una colonización. El líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, indicó que no se puede pasar de un Ministerio a dirigir una institución como el Banco de España.