La SEPI tiene aún 320 millones del fondo de rescate que Hacienda le transfirió en pandemia
Recibió una aportación patrimonial de 3.000 millones, pero solamente hizo préstamos por valor de 2.681 millones
Belen Gualda, presidenta de la SEPI, y Maria Jesús Montero, ministra de Hacienda. | Agencias
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) todavía mantiene 319 millones de euros del fondo de rescate para empresas estratégicas que el Ministerio de Hacienda le transfirió durante la pandemia, según ha podido confirmar THE OBJECTIVE. El Estado hizo una aportación patrimonial de 3.000 millones, pero la compañía pública sólo hizo préstamos por valor de 2.681 millones para ayudar a compañías como Air Europa, Duro Felguera, Plus Ultra, Ávoris, Air Nostrum o Técnicas Reunidas.
Esto supone que la SEPI conserva más de 300 millones de euros que no ha devuelto a Hacienda y que mantiene en la contabilidad de este fondo. A este montante hay que sumar otros 608 millones que ha recibido la sociedad pública en concepto de devoluciones anticipadas desde el año 2022, la última del Grupo Wamos por 67,4 millones. Esto suma un total de 928 millones.
El Fondo de Ayuda a la Solvencia de Empresas Estratégicas (Fasee) estaba originalmente dotado de 10.000 millones de euros, aunque dos años después de su lanzamiento se aprobaron préstamos por valor de 3.255 millones en 30 expedientes que lograron el plácet antes del cierre del mecanismo, en verano de 2022. Pese a ello, meses después únicamente se formalizaron 28 operaciones, ya que Blue Sea y Celsa renunciaron a recibir las ayudas por un valor conjunto de 574 millones.
Aportación del Tesoro
De esta manera, las últimas cuentas del Fasee publicadas, y correspondientes al año pasado, indican que el presupuesto del fondo establecía como hipótesis la aportación del Tesoro al Fondo de 3.500 millones de euros, la concesión de ayudas por importe de 3.255 millones y «la devolución al Tesoro de la diferencia entre ambos importes». No obstante, el desembolso de las ayudas fue inferior al previsto (2.680 millones) y la aportación del Tesoro recibida también inferior (3.000 millones). Esta aportación patrimonial se realizó en tres tramos: 500 millones en 2020, 1.000 millones en 2021 y 1.500 millones en 2023.
Es así como estas cuentas reflejan que el ejercicio 2023 «no contempla devolución alguna». Del mismo modo, incluyen también eventos después del cierre de este año hasta junio de 2024, fechas en las que tampoco se consigna ninguna devolución. Por otro lado, la Ejecución Presupuestaria que durante este curso se ha venido publicado mensualmente refleja tres registros de devolución patrimonial: 119,3 millones en abril, 89 millones en mayo y otros 7.000 millones en julio.
Hacienda indica que este último montante corresponde a un ajuste contable que nunca fue transferido -aunque se registró en las cuentas de julio-, mientras que los otros 208 millones no se justifican, pero no están incluidos en las cuentas del Fasee que fueron publicadas con posterioridad a estas devoluciones. Este diario ha publicado que el Gobierno ha tenido que corregir dos veces sus cuentas, con tres versiones distintas, para justificar este ingreso momentáneo de 7.000 millones en las arcas de la SEPI.
Entrada en Telefónica
Con todo, las cuentas sí confirman que 320 millones de euros del montante transferido originalmente -y no utilizado- sigue en la SEPI, a lo que hay que sumar otros 608 millones de devoluciones anticipadas y su correspondiente ingreso por intereses (8,9 millones de euros en el primer semestre de 2024, solo por concepto variable). La sociedad pública tiene además un remanente de la compra de acciones de Telefónica, ya que el Tesoro les transfirió 2.300 millones y usaron 2.285, es decir, quedó un saldo de 15 millones.
En el mercado lleva semanas rondando la idea de que el Gobierno prepara el desembarco en más empresas estratégicas, en un movimiento similar al que realizó en Telefónica con la compra del 10% del capital y la entrada de un consejero. Incluso se especula con un eventual interés en participar en sociedades como Naturgy o Talgo, en las que podría entrar como accionista a través de la SEPI.
Cuentas de la SEPI
Si consideramos que el holding de empresas estatales tiene nula capacidad financiera para endeudarse y que las cuentas públicas y los presupuestos generales del Estado (PGE) no dan demasiado margen a mayores transferencias patrimoniales, estos cerca de 1.000 millones que mantiene la compañía gracias al dinero no reintegrado al Tesoro, más las devoluciones anticipadas, abren la puerta a poder financiar estos movimientos con relativa holgura.
La realidad indica que la SEPI tiene una compleja situación financiera, lastrada por sus empresas participadas, mayoritariamente como Correos o Navantia, que llevan un lustro acumulando importantes pérdidas. Los estados financieros de la sociedad pública en 2023 reflejan un pasivo total de 11.061 millones de euros, de los que 4.453 millones son deudas con entidades de crédito, 4.186 millones son ‘otros pasivos financieros’ y 2.294 corresponden a acreedores comerciales. De ellos, 1.529 millones son deudas a corto plazo con la banca y otros 2.294 millones tienen que abonarse a acreedores en un plazo inferior a un año.
