La inversión extranjera en España se desploma un 45% durante el primer trimestre
La llegada de capital foráneo fue de apenas 4.067 millones de euros, la cifra más baja desde el año 2021 para este periodo

Carlos Cuerpo, ministro de Economía, junto con representantes de empresarios | Carlos Luján / Europa Press
La inversión extranjera directa en España se desplomó un 45,3% durante el primer trimestre de este año, en plena oleada de escándalos judiciales que acosan al Gobierno. Los datos de la Secretaría de Estado de Comercio publicados este viernes, y cribados por THE OBJECTIVE, indican que la entrada de capital foráneo entre enero y marzo fue de apenas 4.067 millones de euros, la cifra más baja desde el año 2021. Un dato que contradice el optimismo del Ministerio de Economía, que en los últimos meses sigue insistiendo en que nuestro país es uno de los destinos favoritos para atraer empresas de todo el mundo.
En los tres primeros meses del año y -con una serie de casos de corrupción cercando al Ejecutivo– la inversión extranjera directa bruta se redujo en 3.372 millones de euros. Si el dato se compara con el curso 2023, la caída es de 6.219 millones, reflejando un progresivo deterioro, al menos entre los meses de enero y marzo. El Gobierno lleva meses negando que la crisis de las instituciones que se ha acelerado este año haya afectado a las inversiones; sin embargo, estas cifras no dan margen a la duda.
Dentro de los datos, es particularmente sangrante la caída de la inversión en este periodo de Estados Unidos y Reino Unido, que caen a la mitad, desde los 1.395 millones en el primer trimestre de 2024 hasta los 651 millones en el caso de Washington; y desde los 1.305 millones a los 639 millones, en lo que respecta a Londres. Esto hace que Francia se encumbre hasta el primer lugar con 677 millones, aunque también cayó en relación a los 960 millones de hace un curso.
Desconfianza empresarial
Las cifras se conocen solo 24 horas después de que se publicara el último Índice de Confianza inversora elaborado por la consultora estratégica Kearney. Según este indicador, España ha retrocedido del puesto 8 de 2023 al 11 de los 25 mercados internacionales con mayor potencial de inversión del mundo, ampliándose así la brecha con Estados Unidos, cuya calificación supera en un 23,3% a España. Desde 2021, nuestro país había estado dentro del top ten de manera ininterrumpida.
La burocracia y la carga regulatoria, que obstaculizan las licencias y los permisos, así como, la elevada presión fiscal que soportan las empresas en España, son factores -en opinión de los autores de este informe- que agravan las debilidades españolas para la inversión extranjera directa. También influye nuestra posición rezagada en innovación y digitalización, los retos estructurales aún sin concluir, como la transición digital y ecológica y la sostenibilidad fiscal, y la inestabilidad política que genera incertidumbre entre los inversores.
A ello hay que agregar acontecimientos más recientes como la crisis energética de abril, la constante intervención del Gobierno en operaciones empresariales y la sensación de que las infraestructuras, incluyendo los transportes, comienzan a fallar. En definitiva, factores que obligan a las empresas extranjeras a aplazar las operaciones comerciales, al constatar que el atractivo internacional de España se deteriora.
Inversión real
En este sentido, este diario ya había advertido de que la inversión extranjera real cayó un 30% en España durante el año 2024, constituyendo el dato más bajo desde el curso de la pandemia. Los registros del Informe de inversiones del Ministerio de Economía indican que los flujos netos de capital y patrimonio llegaron a los 16.762 millones de euros, lo que supuso un retroceso de poco más de 7.000 millones respecto de los 23.876 registrados en 2023.
Los datos que difunde el Gobierno hablan de una inversión extranjera directa (IED) de 36.813 millones durante 2024, lo que supuso un 19% más que los 30.960 millones de 2023. Estamos hablando del flujo en términos brutos (como los datos publicados este viernes), que incluyen también desinversiones. La cifra neta registró una entrada de 22.757 millones, un 5% menos que los 23.875 del año anterior. Esta última cifra es más representativa de los flujos reales, ya que no considera las ventas, por causa de transmisiones entre residentes y no residentes, liquidaciones parciales (reducciones de capital) o totales (disoluciones o quiebras).
Sin embargo, el informe de Economía incluye otras dos clasificaciones: las inversiones en capital y patrimonio y las inversiones en financiación. La diferencia es que la segunda tiene que ver con «la financiación de no residentes a sociedades españolas o sucursales procedente de empresas del mismo grupo a través de depósitos, créditos, préstamos, valores negociables o cualquier otro instrumento de deuda». No son recursos para realizar actividades productivas ni patrimoniales; por tanto, el dato más fiable, el de inversión extranjera real, es la entrada neta en capital y patrimonio, como coinciden en señalar todos los expertos consultados.