El 60% de las empresas de la SEPI están en números rojos y duplican sus pérdidas
Las 16 sociedades del ‘holding’ público se dejaron más de 700 millones de euros durante 2024

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, cartera de la que depende la SEPI. | Francisco J. Olmo / Europa Press
El balance económico de las empresas controladas por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) ha vuelto a ser desastroso. Las cuentas consolidadas del holding público a las que ha tenido acceso THE OBJECTIVE reflejan que sus pérdidas operativas conjuntas se duplicaron por encima de los 700 millones de euros en 2024, un nuevo récord que confirma -un año más- los problemas estructurales de la mayoría de estas compañías: elevados costes, deudas disparadas, problemas para generar ingresos y grandes dificultades para ser competitivas.
Estas cuentas indican que diez de las 16 sociedades en las que la SEPI tiene más de un 51% de participación y, por tanto, influye en su gestión y designa a su equipo directivo, mantienen pérdidas operativas, el 63% del total. Si hablamos de resultados después de impuestos, esta lista se reduce a nueve, lo que baja el porcentaje al 56%. Sin embargo, las que pierden lo hacen con abultados volúmenes y las que ganan lo hacen con beneficios mucho más discretos.
Las pérdidas de 2024 fueron las más elevadas en más de una década, con 703,9 millones de euros de desequilibrio bruto y 609,4 netos. Este diario ya adelantó a principios de julio que el déficit estaría por encima de los 660 millones antes de que se elaboraran las cuentas consolidadas definitivas cuando se produjo el ajuste final con los estados financieros de todas sus compañías controladas mayoritariamente.
Provisiones de Correos
Con todo, tanto en las pérdidas netas como en las brutas hablamos de cifras que superan en más de un 124% las de 2023, cuando las empresas del holding público se dejaron 314,9 y 270,9 millones, respectivamente. La diferencia entre los dos datos se explica porque las compañías con elevados desequilibrios recuperan buena parte del Impuesto de Sociedades que han abonado a Hacienda durante años anteriores, lo que les permite reducir el dato final. En todo caso, hablamos de firmas que acumulan desde 2019 un desequilibrio superior a los 2.300 millones.
Un año más, las pérdidas vuelven a ser lideradas por Correos, que según las cuentas presentadas por la SEPI se anotó un desequilibrio operativo de 580,9 millones y un déficit total después de impuestos de 459,3. La empresa postal pública reportó oficialmente un desajuste de 522 tras provisionar 428 para facilitar salidas voluntarias de personal. En su comunicación oficial indicaron que sin este impacto hubiesen tenido beneficios de 76 millones, aunque con los números facilitados por la SEPI estas cuentas no salen.
Las pérdidas de Correos -incluyendo estas provisiones- multiplican por cuatro el desequilibrio operativo de 174,3 millones reportado un año antes, y lo elevan cinco veces en términos netos respecto de los 120 registrados en 2023. No es nuevo que la empresa postal acumule abultados déficits, aunque en esta oportunidad han estado lastradas por un ajuste de empleo con el que pretenden reducir sus costes laborales a medio plazo. Esto no evita que, sin embargo, su situación patrimonial siga siendo compleja con una deuda que ya supera los 800 millones de euros. Y que sus ingresos apenas crecieran un 1,6%.
Navantia y Agencia EFE
La siguiente empresa que más pérdidas registró en 2024 fue Navantia. Los astilleros públicos se dejaron 137,7 millones en términos operativos y 196,5 millones de forma neta. Es la segunda compañía de la SEPI por facturación y al igual que Correos lleva años acumulando sucesivos desequilibrios. Pese a que ha aumentado su cartera de pedidos y de elevar un 7,7% sus ingresos, no logra reducir costes ni sus elevados gastos de plantilla.
Otra de las que se encuentran en situación de farolillo rojo es Hunosa, que registró pérdidas operativas de 85,7 millones y un desequilibrio neto de 44,5. El grupo dedicado a los sectores de la energía y la ingeniería y desarrolla proyectos en energías renovables como la geotermia y la biomasa tampoco logra encontrar el equilibrio tras perder 72,2 y 29,4 millones, respectivamente, en 2023.
El resto de las empresas en pérdidas son la Agencia EFE, con 17,5 y 15,3 millones; la sociedad de equipos nucleares Ense, con 8,6 y 6,9 de desequilibrio; Hipódromo de la Zarzuela, con 8,3 y 6,2; Izar (en liquidación) con 7,1 y 8,3; Mercasa con un saldo negativo de 1,7 y ganancias finales de 15,2; Mayasa con 2,5 y dos; y Cofivacasa con 1,1 millones y 338.000 euros. Por el contrario, la estrella es Tragsa, que impulsada por los encargos de los fondos europeos Next Generation se ha disparado hasta los 109,1 y 88,8 millones de euros de beneficio.
Politización de la SEPI
La historia de las pérdidas de las empresas públicas es larga y está directamente relacionada con su incapacidad para adaptarse a nuevos escenarios competitivos. Correos no logra remontar la caída de la paquetería tradicional, ni transformarse en una alternativa a modelos como el de Amazon; Navantia no consigue superar la pérdida de contratos puntuales ni sus conflictos laborales y Hunosa es de las pocas compañías centradas en la transición energética que se deja dinero. Al mismo tiempo, otras como la Agencia EFE no terminan de consolidar su transición digital.
Por otro lado, a estos problemas estructurales, con elevadas plantillas, gastos operativos y escasa capacidad competitiva, se suma la politización de su gestión, que se ha incrementado desde la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa. Se han cambiado a casi todos los presidentes para situar a directivos afines al PSOE o ex altos cargos de alguna administración socialista, lo que ha perjudicado la gestión técnica de estas empresas, lastradas por equipos al servicio de los intereses del Gobierno y lejos de las verdaderas necesidades de cada una de estas sociedades.