La inversión extranjera registra su mayor caída en 16 años lastrada por EEUU y Reino Unido
El giro comercial de Sánchez no ha funcionado, ya que EEUU invirtió 1.650 millones menos y China solo 392 más

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump | Andrea Hanks / Europa Press
La inversión extranjera directa (IED) en España registró su peor caída en los últimos 16 años. Los 8.476 millones entre enero y junio significaron un desplome del 60,4% en términos interanuales y hay que remontarse hasta el -84,4% de 2009 para encontrar un descenso de mayores magnitudes, según el análisis hecho por THE OBJECTIVE con los datos de la Secretaría de Estado de Comercio. En términos absolutos, el volumen registrado en este periodo es además el segundo más bajo desde 2014, solo por encima de las cifras de la pandemia.
El dato de los primeros seis meses del año es negativo desde todos los puntos de vista. En primer lugar, porque representa una brusca caída respecto de los 21.407 millones acumulados en el primer semestre del año pasado. Esto supone que el país no ha logrado mantener el fuerte ritmo inversor del curso anterior y, incluso si asumimos que era una base comparativa muy alta por situaciones excepcionales, la cifra total sigue siendo la segunda más baja en una década.
Por otro lado, el desplome ha sido igual de grande que la inversión extranjera neta (la que descuenta las desinversiones). El dato de los primeros seis meses del año llegó a los 5.535 millones, un 59% menos que los 13.405 de igual periodo del año pasado. Esto supone que al hacer el filtro sobre recursos para realizar actividades productivas y patrimoniales, descontando depósitos, créditos, préstamos, valores negociables o cualquier otro instrumento de deuda, estaríamos en torno a los 4.000 a 3.000 millones en total.
Caída de EEUU
Del mismo modo, se aprecia una preocupante tendencia a la baja. En el primer trimestre, la caída de la inversión extranjera bruta fue del 45% tras perderse 3.372 millones, pero es que entre abril y junio el desplome fue del 71%, dejando de ingresar unos 9.900. Esto supone que en seis meses se han quedado por el camino nada menos que 12.900 millones, un tercio de todo lo que oficialmente España recibió de inversión extranjera directa durante todo el 2024. Y las previsiones no son demasiado halagüeñas para la segunda parte de 2025.
En tercer lugar, lo que más preocupa es el paulatino desplome de la inversión de las dos históricas fuentes de capital foráneo: Estados Unidos y Reino Unido. En cuanto a la primera economía del mundo, desde el récord de 9.347 millones conseguidos en 2022 tras la pandemia la caída ha sido imparable. La inversión de las empresas de este país fue de 7.692 en 2023, para caer a los 6.405 en 2024. Si se hacen las previsiones de los 1.442 millones registrados entre enero y junio de este 2025, se podría prever un retroceso a la mitad sobre un dato que ya es bajo.
Culpar exclusivamente a la actual política arancelaria y económica de Donald Trump sería explicar parte de este fenómeno. Hablamos de una tendencia que se viene manifestando ya durante casi tres años y que responde principalmente a la falta de nuevos proyectos que no han tomado el relevo de grandes inversiones que se consolidaron antes de la pandemia en nuestro país. Es una progresiva retirada que se puede explicar por la falta de incentivos, el aumento de la regulación y el excesivo intervencionismo empresarial del Gobierno.
Inversión extranjera china
Sin embargo, también es cierto que los acontecimientos de los últimos meses -en los que Washington presiona a las empresas para que dirijan sus inversiones a países aliados de su presidente- sumados a la mala relación de la Casa Blanca con La Moncloa, en nada ayudarán a mejorar esta cifra que probablemente siga bajando en los próximos cursos. De hecho, solo en este semestre se han perdido 1.645 millones en términos interanuales.
También es muy preocupante el bajón de Reino Unido. Desde 2020 empezó a repuntar hasta llegar a un récord absoluto de 12.407 millones en 2024. Un curso en el que se produjeron una serie de inversiones excepcionales en área de renovables por parte de grandes fondos de inversión. Este gran volumen logró compensar el bajón de las inversiones de EEUU, pero ha perdido fuelle en 2025 con apenas 1.077 millones, una tercera parte de la media de los últimos cinco cursos.
Otra de las particularidades es el fuerte crecimiento de la inversión de empresas chinas. El país asiático se ha aupado hasta el séptimo lugar de los mayores inversores, pasando de 75 millones a los 467 millones, 392 más en términos interanuales. Una cifra que responde a los esfuerzos del gobierno español por mejorar las relaciones comerciales y reforzar lazos tras la arremetida arancelaria de Trump. Esto suponeque el capital chino equivale a un tercio que el estadounidense después de haber mejorado las inversiones un 84% con Pekín, aunque tras reducirlas un 114% con Washington.