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Macroeconomía

El Gobierno renuncia al 37% de los fondos UE y admite que será difícil adjudicar 15.000 millones

Los mayores perjudicados con la pérdida de 60.000 millones serán el Perte Chip y las líneas ICO-Verde e ICO-Empresas

El Gobierno renuncia al 37% de los fondos UE y admite que será difícil adjudicar 15.000 millones

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero y el ministro de Economía, Carlos Cuerpo.

El Gobierno ha asumido el fracaso en la gestión de los fondos europeos Next Generation: renuncia por sorpresa y sin previo aviso a unos 60.000 millones de euros y reconoce en privado que tendrá muy difícil gastar otros 15.000, según ha podido confirmar THE OBJECTIVE. Los problemas en el reparto, las dificultades, la lentitud y la burocracia en la asignación y el poco interés de las empresas han hecho que solo esté seguro el reparto de poco menos del 40% del total asignado por la Unión Europea a España para reconstruir la economía tras la pandemia.

El Gobierno elabora en estos momentos una nueva adenda al Plan de Recuperación cuatro años después de su puesta en marcha, lo que en la práctica significa una enmienda a la totalidad de la anterior adenda aprobada por la Comisión Europea en octubre de 2023. Según informó El País y confirmó este diario, España renunciará a cobrar el 75% de los préstamos asignados, equivalentes a 83.000 millones. Una cifra que supone perder el 37% de todo el dinero que debíamos recibir por los fondos europeos Next Generation.

La versión oficial es que la buena marcha de la economía y los elevados costes de estos créditos (en torno al 3,84%) desaconsejan ejecutar estos cobros; en realidad, el Ejecutivo reconoce el fracaso de su gestión y la imposibilidad de gastarlos antes de que expire el plazo en próximo mes de agosto de 2026. De hecho, el Gobierno se ha anticipado al varapalo de tener que devolver recursos renunciando a pedir el desembolso. Este diario ha avisado además desde hace varios meses del nulo interés del sector privado por recibir estos préstamos, algo que también ha condicionado esta decisión.

Déficit de los préstamos

Tras la pandemia se le adjudicaron 183.000 millones a España, 80.000 en ayudas directas sin devolución y otros 83.000 por créditos. Sin embargo, desde el primer momento los préstamos se le atragantaron a la Administración central y no fue hasta finales de 2023 cuando se puso sobre la mesa un plan real para gastarlos. Los últimos datos aportados en el Congreso por el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, indicaron que hasta mediados de noviembre solo se habían adjudicado 6.900 millones mediante este instrumento.

Es decir, que faltaba por adjudicar el 92% de estos recursos después de cuatro años y con solo doce meses por delante. Ahora, con la renuncia de 60.000 millones, los préstamos se quedarán en 23.000 millones, por lo que el porcentaje de ejecución sube hasta el 30%. El problema es que siguen sin gastarse otros 15.000 millones respecto de los que el Ejecutivo reconoce en privado que tendrá difícil gastar, la mayoría en créditos, pero también un remanente de las ayudas directas.

Según la plataforma Elisa, hasta la fecha quedan por repartir 26.000 millones en ayudas, aunque la mayoría están en convocatorias. En total, el Ministerio de Economía indica que hay 58.700 millones ya adjudicados, aunque esto no significa que hayan llegado a su destinatario final. Con los 183.000 millones sobre la mesa faltaba adjudicar el 64% del total, pero con la renuncia que se hará efectiva en la próxima adenda la ejecución se quedará en 47%. Y con solo un año por delante para repartirlo.

Fondos UE perdidos

Una renuncia que, en cualquier caso, ha sorprendido al sector, ya que el pasado 17 de noviembre, hace solo 15 días, Cuerpo no dio ninguna pista en el Congreso de que se asumiría públicamente que se perderán fondos europeos, una eventualidad de la que este diario ha avisado desde hace años. Por el contrario, seguía insistiendo en que el Gobierno mantenía «un esfuerzo claro y continuo de seguir canalizando estos fondos procedentes del Plan de Recuperación con la mayor agilidad y flexibilidad posible hacia la economía real». 

Dejar de recibir estos 23.000 millones supone no ejecutar una serie de programas que ya estaban comprometidos, tanto en Pertes como en fondos creados específicamente para esta adenda. Entre otras cosas, el Gobierno renuncia de facto a los 10.750 millones en créditos del Perte Chip y pone en cuestión una buena parte de los 22.000 millones destinados a la Línea ICO-Verde, los 20.000 del Fondo de Resiliencia Autonómica, los 8.000 de la Línea ICO-Empresas y Emprendedores o los 4.000 millones del Fondo Next Tech. Otro de los programas de la adenda que podría decaer en las próximas semanas es la promoción de vivienda social en alquiler por valor de 4.000 millones.

La gran mayoría del dinero que sí se ha adjudicado se ha destinado a compañías y programas públicos y no a empresas privadas, lo que confirma el poco impacto real de estos recursos en el tejido productivo. La última lista actualizada de los 100 mayores beneficiarios de estos fondos europeos Next Generation indica que el mayor receptor es Adif con 2.961 millones, seguido de Adif Alta Velocidad con otros 2.915 millones, la Generalitat de Cataluña con 1.072 millones, Tragsa con 977 millones, el Ministerio de Transportes con 819 millones, el Ministerio para la Transformación Digital con 723 millones y la Generalitat valenciana con 524 millones.

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