El Gobierno de Donald Trump impondrá nuevos aranceles por valor de 200.000 millones de dólares a productos chinos, tal como había amenazado hace una semana si China respondía con nuevas sanciones. La lista definitiva de bienes gravados «deberá estar lista» en un plazo de dos meses, según la oficina del representante estadounidense de Comercio, Robert Lighthizer, que ha comunicado que esta es una respuesta a las represalias chinas aplicadas «sin base legal o justificativa».
Hay una guerra comercial por el control del futuro, esto es, tener el dominio de las tecnologías más desarrolladas. En la carrera se encuentran China y Estados Unidos y el camino conduce directamente y a través de la Inteligencia Artificial; una lucha por la combinación de las máquinas inteligentes y su aplicación en diferentes actividades diarias, a efecto de recolectar datos de todas partes, y así disminuir las fronteras entre los mundos físico y digital.
China ha respondido a EEUU con nuevos aranceles cuyo impacto equivale a los recién anunciados por Washington, pero ha insistido en que no desea una guerra comercial a gran escala y ha vuelto a lanzar un llamamiento al diálogo.
El parlamento chino abolió el domingo el límite impuesto hasta ahora a los mandatos presidenciales, dejando vía libre para que el presidente Xi Jinping imponga su visión a largo plazo de una superpotencia mundial sometida al Partido Comunista.
Unos 3.000 diputados chinos han aplaudido calurosamente este lunes la reforma que ofrece a Xi Jinping un mandato ilimitado, con el objetivo de transformar al gigante asiático en superpotencia mundial. La sesión plenaria anual de la Asamblea Nacional Popular (ANP), sometida al Partido Comunista Chino (PCCh), se ha abierto este lunes y durará dos semanas. En ella se reforzarán los poderes de Xi, hasta niveles nunca vistos desde la época del fundador del régimen, Mao Zedong (1949-1976).
Desde 2012, China ha avanzado con paso firme convertirse en una Gran Potencia con influencia real sobre la comunidad internacional, capaz de controlar sus intereses domésticos y los regionales.Uno de los grandes ejes de esta política exterior es el llamado One Road, One Belt: una ambiciosa empresa de colaboración internacional para impulsar infraestructuras y el desarrollo económico a lo largo de la amplísima región euroasiática. Un proyecto que alumbra una China más abierta, colaborativa e integrada en la economía global con las nuevas oportunidades y amenazas que esto supone.
China abrirá totalmente su sector financiero a la inversión extranjera y permitirá a las firmas de otros países ser, en pocos años, accionistas mayoritarios de bancos, aseguradoras o firmas de gestión de valores, fondos y futuros, según las medidas anunciadas este viernes por el Ministerio de Finanzas. El anuncio se produce después de la visita de Estado a China del presidente de EEUU, Donald Trump, en la que ambos países han anunciado acuerdos comerciales superiores a 250.000 millones de dólares.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, han anunciado este jueves la firma de una serie de acuerdos comerciales valorados en 253.400 millones de dólares, en sectores que van desde la energía hasta el sector del automóvil, pasando por la industria alimentaria y la electrónica, durante la reunión de ambos líderes en Pekín.
El nombre de Xi Jinping ha sido inscrito este martes en los estatutos del Partido Comunista Chino (PCC), un símbolo que lo equipara al fundador del régimen, Mao Zedong.
El presidente de China y secretario general del Partido Comunista, Xi Jinping, ha prometido este miércoles al inaugurar el XIX Congreso del partido que la economía del país “no cerrará sus puertas al mundo”. Además, en su discurso de apertura ha destacado la llegada de “una nueva era” para el socialismo chino.
La cámara de comercio de la Unión Europea en China ha reclamado este martes «acciones concretas» para que el gigante asiático abra su mercado a los productos europeos, tal y como prometió, según informa AFP. En su informe anual de 400 páginas, la cámara detalla todos los obstáculos que continúan dificultando la inversión europea en China.
Horas antes de esta declaración, Estados Unidos pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) luego que Corea del Norte anunciara haber lanzado con éxito su primer misil balístico intercontinental (ICBM).
Bajo unas estrictas medidas de seguridad, durante cuatro días el comité central del partido, integrado por unos 400 dirigentes, debatirá en un hotel de Pekín a puerta cerrada las medidas a llevar a cabo en el país más poblado del planeta. Entre los temas a tratar destacan la campaña contra la corrupción y la posibilidad de acometer más reformas en el sector de las empresas estatales. Los intentos de reformas de las empresas estatales, que controlan partes enteras de la economía pero son poco rentables, son resistidos por los dirigentes que intentan preservar sus intereses.
Aunque en los pasillos también habrá una batalla feroz por el control de la segunda economía mundial. De las medidas aprobadas en este Comité Central se pondrá en evidencia el poder supremo que ostenta el presidente Xi Jinping. Desde su llegada al poder a finales del 2012, el secretario general del PCC, también presidente de la República, amplió su control sobre el partido. Es el dirigente comunista que controla más ámbitos de poder desde el legendario Mao Zedong, fundador de la República Popular China en 1949.
En la cumbre de los BRICS participaron los líderes de los cinco países miembros: el presidente de Brasil, Michel Temer; el de Rusia, Vladímir Putin; el primer ministro de la India, Narendra Modi; el líder chino, Xi Jinping; y el mandatario de Sudáfrica, Jacob Zuma. El grupo representa casi la mitad de la población y suman la cuarta parte de la economía de todo el mundo, con 16.6000 billones de dólares. Pero los países que lo integran afrontan actualmente una serie de problemas económicos que les resta influencia. La caída de los precios del crudo y las materias primas y las sanciones internacionales han supuesto un duro golpe para la economía de Rusia. La de China ha crecido a su ritmo más lento en 25 años, aunque sigue siendo de las economías que más rápido crecen. Brasil afronta un periodo de crisis económica, política y social que se ha traducido en una creciente agitación popular. Sudáfrica corre el riesgo de que su clasificación crediticia sea degradada a nivel basura a finales de año. La India pese a ser el país que más crece del mundo a un ritmo de 7,5% al año, la pobreza generalizada y su conflicto territorial con Pakistán siguen siendo dos importantes lacras. Además, la suma de intereses individuales de los BRICS evidencian la necesidad de que el otro apoye sus políticas: Rusia busca legitimar sus acciones en la guerra de Siria, China sobre el control de las islas del Mar de la China Meridional, e India sobre su lucha contra el terrorismo en Cachemira.
David Cameron había acordado la construcción de la planta con participación de la compañía francesa EDF y con aportación china, pero el pasado julio la nueva jefa del Gobierno, Theresa May, decidió posponer la decisión final. «Después de una exhaustiva revisión del proyecto Hinkley Point C, y un acuerdo revisado con EDF, el Gobierno ha decidido proceder con la nueva planta de energía nuclear”, ha indicado el Gobierno en un comunicado. La instalación había sido centro de las críticas de algunos expertos debido a su alto coste y las implicaciones de que este tipo de infraestructura sea construida por inversores extranjeros. La decisión de aceptar el aporte chino había sido acordada durante la visita que hizo el presidente de China, Xi Jinping, al Reino Unido en octubre del año pasado. La firma estatal china ha mostrado interés por construir otras plantas de energía nuclear en el Reino Unido, incluida una Bradwell, en Essex, en el sureste de Inglaterra. Varios grupos ecologistas han mostrado su rechazo a esta decisión del ejecutivo de May.
Según Xi Jinping, presidente de China, los países del G20 deberían aumentar la coordinación política y equilibrar las reformas. Dos países que viven importantes tensiones diplomáticas actualmente son Alemania y Turquía. Merkel y Erdogan «han discutido sobre las relaciones entre Alemania y Turquía, una mayor aplicación del acuerdo entre la Unión Europea y Turquía y sus preocupaciones comunes sobre la guerra de Siria», ha indicado el portavoz del Ejecutivo de Berlín, que no ha aclarado si los dos líderes han hablado de la negativa de Turquía a permitir la visita de parlamentarios germanos a la Base Aérea de Incirlik. Turquía mantiene prohibidas las visitas a esta base militar próxima a la frontera con Siria desde que el Parlamento alemán aprobó una resolución por la que reconocía como un genocidio la masacre de armenios llevaba a cabo en 1915 por el imperio otomano. Los retos se centran en potenciar el crecimiento económico en un momento tenso de la geopolítica mundial.
«Acepto todos los cargos y me pliego a la sentencia», declaró Ling, según Xinhua, antes de añadir: «el juicio de hoy quedará grabado en mi memoria». Ling, de 58 años, fue apartado del poder en 2012, poco después de que su hijo se estrellara y muriera en un lujoso Ferrari, si bien la Fiscalía no anunció los delitos por los que se le ha condenado hasta el pasado mayo, en el marco de la campaña contra el fraude de Estado lanzada por el presidente Xi Jinping, quien sucedió a Hu en 2013. Poco después del siniestro, Ling Jihua, quien entre 2007 y 2012 fue director de la Oficina General del Partido Comunista (PCCh) y era una figura influyente de la escena política china, fue relegado a cargos honoríficos en el régimen.
En este contexto los recortes pondrán de manifiesto las prioridades de Pekín. El ahorro afectará principalmente al presupuesto militar, que se aumentará únicamente entre el 7% y el 8%, la cifra más baja de los últimos años. China destinará a su Defensa Nacional entre 133 y 134 mil millones de euros, lo que supone menos de un tercio de lo que gasta EEUU (523.000 millones de euros). Este recorte se suma a la reducción de 300.000 soldados de su Ejército, dejándolo en dos millones. Decisiones tomadas por Xi Jinping, conocido como el «núcleo», que ha sido capaz de acumular poder suficiente como para modificar al intocable estamento castrense.
Mientras que los líderes anteriores habían tolerado cierto grado de sectarismo, Xi parece decidido a eliminar a todos aquellos que no sigan la línea que marca, consolidando de esta forma su poder. Al depuesto gobernador se le acusa de haber violado la «disciplina del partido» y no incumplir la ley. De esta forma, ha sido relegado a un puesto secundario y despojado de sus obligaciones dentro del partido. Sin embargo, no se han ofrecido detalles sobre las acusaciones concretas que enfrenta Wei.