Pallete: nueve años marcados por la revolución digital de Telefónica y la caída de la cotización
El ya ex-presidente no vio venir la jugada de la SEPI y de STC para desbancarle de la operadora

Ilustración: Alejandra Svriz
«El consejo de administración ha manifestado de forma unánime su máximo agradecimiento a don José María Álvarez-Pallete por los años de trabajo y colaboración con el grupo Telefónica y, en especial, por los muchos servicios prestados y por su extraordinario esfuerzo, dedicación y aportación durante su larga trayectoria profesional en el grupo«.
Con este escueto párrafo, Telefónica despedía a quien fuese su presidente durante los últimos nueve años y tras 25 en diferentes cargos dentro de la operadora. Es el abrupto fin de que fuese el hombre más poderoso de la compañía más estratégica de España y que ha sucumbido ante los intereses de un Gobierno que quiere tener aún más atada a su nueva joya de la corona.
Pero si nos atenemos al personaje, es probable que se lo tomara con calma y asumiese con deportividad la decisión de los nuevos mayores accionistas de la compañía. Una decisión que -se dice- conoció este viernes. «Ha sido un privilegio ser parte de la gran familia Telefónica. Ha sido mi casa y mi escuela. Juntos hemos convertido lo imposible en posible. Gracias por cada paso que hemos avanzado juntos y gracias por haber creído en mí. Una vez telefónico, siempre telefónico», dijo en sus redes sociales minutos después de certificarse su salida.
Humanista digital
Corredor de maratones y seguidor acérrimo de los evangelistas digitales, apostó por el humanismo al tiempo que intentaba sortear la crisis financiera de 2008, la crisis de deuda de la compañía, la covid de 2020, el ataque de las operadoras de bajo coste o la arremetida de las grandes plataformas. Su mandato coincidió con el fin del mercado tradicional de las telecomunicaciones, el declive de la telefonía por voz, la irrupción de internet y la arremetida de las nuevas tecnologías como la IA, el cloud o el machine learning. Intentó diversificar la compañía, completó el despliegue de la mayor red de fibra óptica de Europa y construyó las bases de una potente red de 5G en sus mayores mercados.
Se hizo fuerte en el mercado internacional y logró situarse como presidente de la GSMA, patronal mundial de las telecos, confirmado que su liderazgo empresarial trascendió fronteras. Estableció importantes alianzas fusionando O2 con Virgin en Reino Unido, compró la totalidad de Telefónica Alemania y realizó diferentes joint venture para monetizar su red de fibra en todo el mundo. Sin embargo, en el mercado doméstico nunca logró encarrilar la acción ni superar la baja valoración que el mercado realizaba constantemente de la operadora.
Siempre se especuló de que el freno a que la acción era precisamente él, pero la realidad es que este 2025 -tras el centenario- lo afrontaba con buenos parámetros financieros. Telefónica había logrado volver a mejorar su Ebitda después de muchos años en España, había encarrilado sus dificultades en Alemania, la joint venture en Reino Unido comenzaba a dar sus frutos y Brasil sigue a máximo rendimiento. Solo le quedó como asignatura pendiente la venta de Telefónica en Latinoamérica.
El Gobierno y Telefónica
Es probable que ahora mismo no haya ninguna razón técnica para prescindir de Pallete y pocos creen que Marc Murtra conozca mejor que él el mundo de las telecomunicaciones -pese a sus dos años de experiencia en Indra-. Es por ello por lo que en el mercado coinciden en que su salida no ha sido por motivaciones empresariales, sino que se ha producido solo por razones políticas.
El Estado ha querido emprender una nueva etapa en Telefónica y consideran que Pallete no era el más indicado para llevarla a cabo. En sus planes está crear un gran gigante tecnológico y probablemente el hasta ahora CEO -que en muchas ocasiones se negó a invertir en Indra- no estaba de acuerdo con esta nueva hoja de ruta. Cree que podría hacer perder valor a la operadora de telecomunicaciones.
Quizás su único gran error reciente fue subestimar la entrada del Gobierno en Telefónica y pensar que el Estado podía ser un buen compañero de viaje. Tampoco calibró el alcance de la alianza que se fraguó entre el Ejecutivo y los saudíes de STC, ni el peso que podía llegar a tener el propio Pedro Sánchez en la compañía. Ahora Pallete abandona Telefónica, 25 años después de que fuese designado director financiero de la compañía. Y lo hace de la manera menos esperada. Un sábado por la tarde, sin luz ni taquígrafos.
UGT se despide de Pallete
Como colofón quizás quedan las palabras de despedida que le han dedicado desde UGT, el principal sindicato de Telefónica. Frases de agradecimiento más extensas que las de la propia compañía. «Manifestamos, por un lado, el reconocimiento público de nuestra organización a la labor desempeñada por éste en su trayectoria de más de veinte años en Telefónica, siendo testigo directo de los desafíos económicos, sociales y políticos extremos que la Compañía ha afrontado con notable éxito».
«Hechos como la permanente transformación tecnológica, los nuevos procesos laborales, la revolución digital, la agresiva competencia del sector, con injerencia de múltiples e inesperados actores, o una regulación sectorial asimétrica y contraria a los intereses de la empresa, proporcionado además respuestas a temas tan complejos como la pandemia del Covid 19 o, más recientemente, la DANA, comprometiéndose tanto en los aspectos sociolaborales como promoviendo proyectos humanitarios como Proniño o el voluntariado de Telefónica».
«En todo este tiempo, al margen de las lógicas y puntuales divergencias existentes en cualquier negociación, el Presidente de Telefónica ha sabido respetar y favorecer la especial idiosincrasia de las relaciones laborales en nuestra empresa, basadas en el diálogo, la negociación y la concertación. Por ello, desde UGT Comunicaciones no podemos sino desear a Jose María Álvarez Pallete los mayores éxitos personales y profesionales en el futuro», han concluido.