Indra necesita el plácet de Brasil, la CNMV y Defensa para cerrar la compra de Hispasat
La serie de autorizaciones regulatorias podría retrasar el cierre de la operación más allá de este año y llevarla a 2026

José Vicente de los Mozos, CEO, y Ángel Escribano, presidente de Indra (en el centro de la foto) al firmar la compra de Hispasat. | Indra
Indra se enfrenta a un largo camino regulatorio para sacar adelante la compra de Hispasat, lo que podría llevar su aprobación definitiva más allá del año 2025. Fuentes conocedoras de la situación consultadas por THE OBJECTIVE indican que la compañía debe pedir hasta tres autorizaciones distintas con calendarios totalmente independientes, en España y en el extranjero, para completar la adquisición: la de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) de Brasil, la del Ministerio de Defensa español y la de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
En la nota de prensa en la que se anunció la compra del 90% de Hispasat por 725 millones de euros, Indra ya advirtió que la operación estaba sujeta al cumplimiento de determinadas condiciones suspensivas, “de carácter esencialmente regulatorio, tanto en España como en otras jurisdicciones”. Posteriormente, en su encuentro con analistas de este lunes volvió a recordar que todo queda pendiente de las preceptivas autorizaciones regulatorias y de las condiciones antimonopolio.
No obstante, hasta la fecha no han detallado cuáles son éstas y solo se remiten a la información ya publicada. Por su parte, en el Gobierno y en la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) -el accionista mayoritario- remiten a la cotizada. Pese a este cerrojazo informativo, en el Ejecutivo reconocen que la venta podría irse a 2026, por las complejidades burocráticas que debe abordar. La tecnológica indicó en su presentación a los analistas que espera el cierre de la adquisición para el cuarto trimestre de 2025.
Brasil y Anatel
El caso es que deben pasar al menos tres filtros, según ha confirmado este diario. El primero es el de las autoridades brasileñas. Hispasat es dueño de Hispamar, su filial en el país sudamericano desde la que articula toda su estrategia en la región. Una compañía que posee espectro público en Brasil y que tiene directa relación con operadoras de telecomunicaciones y canales de televisión, lo que obliga al plácet de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel).
Las fuentes consultadas por este diario indican que es muy probable que Brasil no imponga trabas, pero sí que se podría producir un retraso en los plazos debido a que Anatel suele tomarse bastante tiempo para analizar las operaciones. Por otro lado, Indra no requería ninguna otra autorización fuera de España, ya que la brasileña es la única filial bajo la supervisión de un regulador extranjero. Hispasat está presente en América, Europa y el norte de África, pero lo hace a través de acuerdos con terceros y desde su matriz en España.
Otra de las autorizaciones que deberá obtener es la de la CNMC española, ya que Hispasat es una empresa que tiene prácticamente toda la cuota de mercado en el país, al igual que Indra en Defensa y en el sector de la tecnología. El regulador deberá velar porque se respete la competencia, aunque las fuentes consultadas consideran que tampoco se impondrán demasiadas condiciones al considerar que las dos son complementarias. No requeriría tampoco validación de la Comisión Europea, ya que ninguna de las dos tiene intereses relevantes en el continente fuera de España.
Indra e Hisdesat
Sin embargo, la tercera y la más importante es la validación del Ministerio de Defensa, que debe autorizar el movimiento al tratarse de dos compañías con gran cantidad de contratos relacionados con la seguridad nacional. La compra depende también de adquirir el control de Hisdesat (y que se consolide contablemente), la rama militar de Hispasat que en estos momentos está controlada en un 30% por la cartera de Margarita Robles. Es la clave de todo, ya que existe una cláusula suspensiva que, de no conseguirse este control, abortaría la operación.
Indra controla ahora el 50% de Hisdesat (un 7% que ya tenía más el 43% de Hispasat), mientras que el resto se divide entre el Ministerio de Defensa, que tiene un 30% a través de Isdefe (Ingeniería de Sistemas para la Defensa de España), Airbus Defence & Space (15%) y Sener (5%). En la rueda de prensa para presentar la adquisición, su consejero delegado, José Vicente de los Mozos, ya indicó que está conversando con las partes para avanzar en la adquisición de esta filial.
Consejo de Ministros
Además de esta transacción comercial es necesaria una autorización del Ministerio de Defensa, aunque al tratarse de dos compañías españolas -que además tienen como principal accionista a empresas controladas por la SEPI- no parece que se vaya a poner algún freno. Una vez que esta cartera emita su valoración (que todos esperan que sea favorable) elevará al Consejo de Ministros su decisión, que debería dar el plácet definitivo. Los análisis de esta cartera tampoco suelen ser demasiado rápidos, como se demostró en el expediente de Telefónica y la saudí STC.
Además de estas tres autorizaciones, la Junta General Ordinaria deberá aprobar la adquisición. Se espera que la asamblea de este año se produzca en el mes de junio y se estima que no habrá un rechazo relevante. Amber Capital votó en contra de la compra de Hispasat, pero al tener un 7% del capital no parece que pueda lograr los apoyos necesarios para tumbar la operación. O al menos eso creen en Indra.