Moncloa cerró el apoyo de STC, Blackrock y BBVA antes de pedir a Caixa la salida de Pallete
El Gobierno aceleró los movimientos a primeros de enero para unificar todo el capital de la ‘teleco’ en torno a sus planes

El exCEO de Telefónica, José María Álvarez-Pallete | Europa Press
El Gobierno preparó minuciosamente durante varias semanas la salida de José María Álvarez-Pallete de Telefónica. Un periodo en el que fue consiguiendo por separado el apoyo de cada uno de los principales accionistas hasta plantarse frente a Criteria Caixa con el aval de STC, el fondo Blackrock y BBVA. Las informaciones confirmadas por THE OBJECTIVE indican que, ante este panorama, la compañía dirigida por Isidro Fainé no tuvo más remedio que sumarse a la mayoría para no quedarse descolgada del nuevo núcleo de control que se había formado en torno a los intereses de Moncloa.
Ha pasado un mes desde la salida de José María Álvarez-Pallete de la presidencia de Telefónica y todavía quedan algunos cabos sueltos a la hora de explicar la unanimidad en la decisión de los accionistas para dar el relevo a quien fue durante los últimos nueve años el primer espada de la operadora. Recordemos que el consejo de administración al completo -con catorce votos a favor-votó su destitución y la designación de Marc Murtra, el candidato propuesto por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
Y uno de estos flecos fue precisamente el apoyo de Criteria Caixa, y de su presidente, Isidro Fainé, a una decisión que suponía romper con un Pallete que durante años fue de su más absoluta confianza y al que protegieron ante las arremetidas de fondos de inversión como Blackrock. De hecho, antes de la pandemia sonó con fuerza la salida del directivo, pero el ‘universo Caixa’ frenó el movimiento cerrando filas con el presidente ejecutivo de la teleco. Incluso su aumento de participación en la operadora, del 5% al 10%, se interpretó como una forma de proteger al equipo directivo, al que en muchas ocasiones habían blindado en la última década.
STC y Blackrock
Pero esta vez todo fue diferente. Conocedores de las reticencias de Criteria para aprobar la salida de Pallete, en el Gobierno trabajaron de manera discreta bajo la batuta del director de la Oficina Económica de Moncloa, Manuel de la Rocha. Todo se empezó a cocinar a finales de noviembre y el primer paso fue convencer a Saudi Telecom, la empresa propiedad del Estado saudí que un año antes había sorprendido al mercado comprando el 10% de Telefónica, la mitad en derivados sujetos a la autorización del escudo antiopas. Precisamente con esta herramienta no fue difícil convencerles del cambio de management, pese a que en su comunicado oficial en septiembre de 2023 dijeron que respetaban y apoyaban al equipo directivo
Este diario también ha publicado que la excelente relación entre el Gobierno y Arabia Saudí ha allanado el terreno para el desembarco de STC y para un pacto de control en Telefónica. Solo faltaba sumar a nuevos socios. Tampoco fue demasiado difícil contar con el 5% de Blackrock, fondo que llevaba años intentando apartar a Pallete. El ‘casero del Ibex’ siempre ha sostenido que la única manera de levantar el precio de la acción y de rentabilizar su inversión, era apartar al presidente ejecutivo de la teleco española. En el periodo de Pallete la caída de las acciones fue cercana al 50%.
Luego se negoció con BBVA. El banco presidido por Carlos Torres -que está de salida en Telefónica y sin esperanza de seguir en el consejo ni de ampliar su participación- vio en la petición de Moncloa la posibilidad de conseguir algún tipo de apoyo político en su opa por el Banco Sabadell. El Gobierno se ha opuesto a la operación casi desde el principio, pero es cierto que desde que se pactó la salida de Pallete no ha vuelto a ser excesivamente beligerante, ni se ha mostrado abiertamente a favor de la entidad financiera catalana.
BBVA y Criteria
En la misma semana en la que se destituyó a Pallete, Manuel de la Rocha se plantó ante los representantes de Criteria con un apoyo mayoritario a su decisión. Fuentes conocedoras indican que el Gobierno se presentó diciendo que tenían un 40% del capital a favor, lo que supone que además del 10% virtual de STC y del 10% la SEPI, tenían el 5% de Blackrock, el 5% de BBVA, además de un puñado de fondos con menos del 3%. Frente a esta aplastante superioridad, Caixa tenía solo dos opciones: oponerse y quedarse en minoría o sumarse e intentar consensuar al sustituto al presidente ejecutivo.
Y optaron por el segundo camino, no oponerse y buscar la mejor solución para la nueva Telefónica sin Pallete. Como elementos que apoyaron a esta decisión también habría que sumar otros dos hechos: la condición del Gobierno como accionista relevante en Caixabank con el 16,1% que tiene a través del FROB (heredado de la fusión con Bankia), frente al 30% que mantiene la Fundación La Caixa; y la cercanía del consejero delegado, Ángel Simón, con el PSC, otro de los importantes mediadores en la operación.
Cese de Pallete
Las fuentes consultadas indican que el margen de maniobra de Criteria era casi nulo y -con todo el resto del accionariado en contra- era imposible sostener a Pallete. Pero también es cierto que el Gobierno y la SEPI necesitaban su aprobación para enviar un mensaje de unidad de todos los accionistas al mercado, sentar las bases de un futuro consejo de administración y comenzar a construir una convivencia pacífica entre los tres principales dueños. Por otro lado, si Caixa se hubiese opuesto, se habría quedado completamente descolgada en esta nueva etapa, pese a tener un 10% del capital.
Así fue como -tras acordar la llegada de Murtra, un directivo de la confianza de Criteria y de la SEPI- se llegó al viernes 17 de enero a la reunión de Moncloa en la que Manuel de la Rocha, un miembro de STC por videoconferencia, y Ángel Simón comunicaron a Pallete la decisión. Los tres principales accionistas con el 30% de las acciones le indicaron que ya no tenía la confianza del capital y le pidieron que renunciara. El presidente ejecutivo solicitó salir cuanto antes si así se acordaba en el consejo y todo se precipitó el sábado siguiente con una reunión de emergencia convocada tras las filtraciones a la prensa. Pallete fue destituido y el resto es historia.