La venta de la fibra de MasOrange condiciona la salida de KKR, Cinven y Providence
La entrada de un socio financiero en la FiberCo junto con Vodafone abrirá la puerta a la salida a bolsa de la compañía

Sede de MasOrange en Madrid | Europa Press
La entrada de un partner financiero en la sociedad de fibra óptica de MasOrange y Vodafone se ha convertido en la clave para desbloquear la salida de KKR, Cinven y Providence del capital de la operadora de telecomunicaciones fusionada. En las últimas semanas, se ha publicado que el plan de estos fondos pasa por buscar todas las opciones para resolver “lo antes posible” su marcha del capital de la compañía, lo que incluye una eventual OPV o la compra de sus acciones por parte del otro socio mayoritario, la francesa Orange. Pero antes hay que acelerar la venta de la FiberCo, una operación que -según ha podido saber THE OBJECTIVE– inquieta a los exdueños de MásMóvil.
Entre los acuerdos de fusión firmados en marzo del año pasado, los fondos de inversión y Orange Francia acordaron un reparto del 50% del capital para cada uno y con una ventana de salida para KKR, Cinven y Providence 24 meses después del comienzo oficial de la joint venture, es decir en marzo de 2026. Una opción de tomar el control mayoritario de MasOrange que solo pueden ejercer los franceses y que se activaría incluso con la toma de un 1% extra del capital.
La fórmula diseñada para esta venta es la salida a bolsa en estas fechas, pero según ha publicado Expansión y ha confirmado este diario, a partir de 18 meses (es decir en septiembre de este año) los fondos pueden ya manifestar su intención de sacar la compañía al mercado de valores, lo que aceleraría el proceso y daría pie a que incluso se realicen trámites administrativos y burocráticos antes de los dos años previstos inicialmente.
Salida a bolsa
Desde el comienzo de la joint venture ha quedado meridianamente claro que los fondos (actualmente dueños del 40,3% del capital) se embarcaron en la fusión de MásMóvil y Orange con el objetivo de abandonar la compañía cuando pudieran sacar rentabilidad. Por su parte, Orange tampoco ha ocultado que quiere recuperar el control cuando sea posible y para ello reservó los 4.400 millones de euros que recibió del dividendo asimétrico pagado tras el cierre de la integración.
La única duda era saber cuándo se activaría la cláusula. Una interrogante que se ha despejado en las últimas semanas, cuando Financial Times publicó que KKR, Cinven y Providence estaban estudiando activar ya la cláusula que les permite solicitar la salida a bolsa de MasOrange en 2026, “en cuanto fuese posible”. Ante este movimiento, en Orange Francia no se descarta comprar antes de esta eventual OPV, para evitar el engorro administrativo de tener una filial cotizada y con socios minoritarios que puedan entorpecer la gestión.
El problema es que hay otra cláusula que dice que una salida a bolsa, y, por tanto, una marcha acelerada del capital de los fondos, solo sería posible si la deuda no cae por debajo de 3,5 veces su ebitda, algo que es imposible de conseguir a corto y medio plazo si no se ejecuta alguna gran venta. La FiberCo de MasOrange y Vodafone -con 12 millones de hogares- tendría una valoración de entre los 8.000 y 9.000 millones y se obtendrían entre 2.000 a 3.000 millones por el 40% de la sociedad, una forma rápida para que la joint venture reduzca de manera acelerada sus 12.000 millones de deuda.
Deuda de MasOrange
Según los últimos datos, su ratio de apalancamiento de deuda sobre ebitda es de 4,8 veces y la idea es rebajarla a 2,75 tras la venta de la FiberCo, según las propias estimaciones de MasOrange. Por ello, la clave para la reducción del pasivo -y para la salida a bolsa- está en esta venta. Y si esta no sale adelante, o se retrasa, no hay ninguna otra que pueda recaudar los recursos necesarios.
En este sentido, los plazos se han alargado en al menos uno o dos meses. La compañía avisó a sus sindicatos la semana pasada de que el proceso de escisión de sus activos en la nueva sociedad se ha paralizado y que se retomará durante el segundo trimestre, aunque señalaron que la entrada de un socio financiero sigue su marcha y que nada ha cambiado.
Nueva FiberCo
Sin embargo, fuentes del sector financiero advierten de que el proceso va más lento de lo esperado. El plan original (firmado el 2 de enero) pasaba porque la creación de la sociedad fuese oficial antes del verano y para ello el 1 de abril ya debería haberse producido la escisión societaria -que se ha retrasado uno o dos meses-. Incluso se esperaba que antes del final del semestre hubiese ya un partner financiero dispuesto a entrar en la compañía.
Por otro lado, en el sector se considera que los posibles interesados en entrar en la operación pueden verse frenados en momentos en que ha estallado una guerra comercial tras los aranceles impuestos por Donald Trump. Subrayan que es complejo que alguien mueva ficha hasta tener claridad respecto de cuál será el futuro más inmediato de las relaciones comerciales globales. En este contexto, la entrada de este inversor podría tardar y retrasar el plan de los fondos de MasOrange de activar la cláusula de salida a bolsa en septiembre. Una situación que preocupa a los socios.