Los fondos presentan sus ofertas por la fibra de MasOrange con la idea de comprar el 40%
Las negociaciones comenzarán con una valoración total de la compañía en torno a los 7.000 millones de euros

Meinrad Spenger, CEO de MasOrange, durante un encuentro de esta semana con la CEOE. | Matias Chiofalo / Europa Press
Los fondos que quieren hacerse con parte de la sociedad de fibra (FiberCo) creada por MasOrange y Vodafone terminan este viernes de presentar las primeras versiones de sus ofertas para convertirlas en vinculantes durante la próxima semana, según ha podido confirmar THE OBJECTIVE con fuentes conocedoras. Serán propuestas en línea con el mercado y a un “precio razonable” que valoraría toda la sociedad en torno a los 7.000 millones de euros y siempre con el objetivo de hacerse al menos con el 40% de la nueva compañía. Los interesados esperan que a partir de ahora se produzca una puja rápida que se cierre antes de que empiecen las vacaciones. Y nadie trabaja con la hipótesis de que la operación se caiga por baja valoración.
El Confidencial publicó que las pujas de los fondos -las tres principales ofertas serán de KKR, Brookfield y GIC- estarían en torno a los 7.000 millones de euros, un montante a la baja considerando que en el algún momento se llegó a valorar toda la nueva FiberCo -con 12 millones de unidades inmobiliarias- en más de 10.000 millones. Posteriormente, Expansión indicó que si este precio estaba en la parte baja de las aspiraciones de MasOrange y Vodafone, se abría la posibilidad de vender solo un 20% del paquete y esperar mejores condiciones por el porcentaje restante en el futuro, con un mayor apetito inversor por estas infraestructuras.
Sin embargo, en ningún momento los fondos trabajaron con estimaciones cercanas a los 10.000 millones y la horquilla de los 6.500 a los 7.500 fue siempre la base de todas las propuestas. Efectivamente, las condiciones económicas, con la guerra comercial y el fin del dinero barato y los tipos de interés en cero de hace unos años, han hecho que sus ofertas sean algo más austeras, pero se considera que los activos ofertados están en la línea de estas magnitudes.
KKR, Brookfield y GIC
Este diario además ha confirmado que las due dilligence terminaron hace solo algunos días y que no se ha presentado ninguna oferta en firme hasta estos últimos dos días, por lo que el precio final no se conocerá hasta las próximas horas e incluso podría variar ya con las propuestas vinculantes en firme. En este sentido, nadie descarta que finalmente se podría terminar consiguiendo una valoración inicial algo mayor. Hasta última hora los interesados compartirán información antes de presentar sus propuestas definitivas.
Los fondos tienen el firme interés de llegar hasta el final del proceso. El hecho, además, de que se esté trabajando con solo tres ofertas (KKR, Brookfield y GIC), hace que el desarrollo de la puja pueda ser más rápido. Por otro lado, sus ofertas parten de la base de comprar el 40% de la compañía y no el 20% como se podría plantear dentro de MasOrange. Y es que consideran que adquirir una participación tan minoritaria no sería rentable y abriría la puerta a compartir el capital con otro fondo en el futuro.
Estas compañías hacen sus previsiones en el entendido de que serán un socio inversor que comparte la propiedad con operadores industriales, pero no para compartir el capital con fondos rivales. Dicho esto, no cierran la puerta a otras opciones, aunque cuanto más grande sea la participación, mejor será el negocio, si consideran que la inversión es buena y que el precio obtenido finalmente es el adecuado.
MasOrange y Vodafone
Del lado de las empresas, parece que MasOrange tiene más prisa que Vodafone. La joint venture nacida de la fusión entre Orange y MásMóvil ha indicado a los analistas que se utilizará el dinero recaudado íntegramente para reducir su deuda que actualmente es de 14.000 millones, incluyendo arrendamientos. La compañía se ha comprometido a reducir su pasivo hasta un ratio de 2,75 veces ebitda, un indicador que actualmente es de 4,8 veces. Esto supone que deberían ingresar al menos 5.250 millones con la venta para llegar a estos parámetros, algo que no se cumple si toda la operación se valora en 7.000 millones.
Por el contrario, si la compañía se valora en 7.000 millones, recibirían entre 2.800 y 3.000 millones por el 40%, y a esto habría que restarle el porcentaje de Vodafone, que sería al menos un 10% de toda la compañía. Cifras insuficientes para cumplir con estos objetivos. Por su parte, en la empresa propiedad de Zegona tienen una deuda menor que se eleva a 3.800 millones. En este sentido, tanto los fondos como las telecos son conscientes de que la oferta que se presentará será solo el comienzo de la negociación y -como en toda puja- las cifras iniciales serán muy diferentes a las del cierre de la transacción.
Para MasOrange, la reducción de la deuda también es condición necesaria para que se abra la ventana para que los fondos dueños del 50% de la compañía (KKR, Cinven y Providence) puedan activar su cláusula de salida y vender sus participaciones a Orange Francia (dueños del otro 50%). El problema es que no pueden hacerlo hasta que la ratio de endeudamiento caiga por debajo de 3,5 veces ebitda y para ello deben elevar los resultados operativos brutos (algo que se ve más complicado) o reducir deuda.
Ventana de salida
Una reducción que, en este caso, necesitaría 2.500 millones de la venta de la sociedad de fibra para reducir la deuda en torno a los 9.500. Así, la venta podría ser inferior a la valoración esperada de 10.000 millones y caer hasta los 7.000 millones que -en principio- ofrecen los fondos en sus primeras propuestas. Todo dependerá de la prisa con la que las telecos quieran vender. O de las urgencias de los fondos dueños de MasOrange.
Los pactos de la fusión abren una ventana para la venta a partir de 24 meses cerrada la transacción, 18 meses para comunicar la salida en el caso de los fondos, un plazo que se cumple en septiembre. Las dos partes llevan semanas preparando la operación, los fondos explorando la posibilidad de una salida a bolsa y Orange sondeando el mercado en busca de liquidez para la compra, por lo que parece que se prevé activar todo antes de finales de que finalice el año.