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Telecomunicaciones

Vodafone ya vale la mitad que MasOrange y obliga a Telefónica a pagar 10.000 millones

La tercera operadora de telecomunicaciones española gana en eficiencia un año después de la compra de Zegona

Vodafone ya vale la mitad que MasOrange y obliga a Telefónica a pagar 10.000 millones

Una tienda de Vodafone en Madrid | Europa Press

Vodafone España ya tiene una valoración cercana a los 10.000 millones de euros, según estimaciones que analistas financieros han realizado para THE OBJECTIVE. Esto supone que un año después de que Zegona tomase el control por 5.300 millones de euros, la operadora ha duplicado un valor que ahora mismo representa la mitad de la que tiene MasOrange, la primera teleco de España por número de clientes. De esta manera, si Telefónica o cualquier otra compañía intentan comprarla deberán partir de un precio que está por encima de las estimaciones que se hacen actualmente.

Desde hace unas semanas, las informaciones apuntan al interés de Telefónica por comprar Vodafone como parte de su plan de buscar consolidaciones dentro de sus mercados para ganar tamaño a nivel europeo. La opción está sobre la mesa, pero las aparentes dificultades regulatorias obligan a la española a buscar opciones, lo que incluiría en la ecuación a MasOrange y a Digi, con quienes tendrían que repartirse determinados negocios, como el de empresas o la red móvil, para evitar conflictos a nivel de competencia.

Las estimaciones iniciales de los potenciales interesados sitúan el valor de Vodafone, y de todos sus activos, en torno a los 7.000 o 8.000 millones. Sin embargo, la valoración que se hace en el mercado es mucho mayor si se toma en cuenta el ebitda de la compañía. Según sus últimas cuentas, los resultados operativos brutos, eliminando el impacto de los arrendamientos financieros, llegaron a los 617 millones de euros en seis meses, mientras que el último informe de Deutsche Bank cifra este EbitdaAL en los 1.100 millones para 2026.

Valoración bursátil

Si se aplica un múltiplo de doce veces ebitda a la operación (el mismo que se usó para valorar a MásMóvil de cara a la fusión con Orange), tenemos al menos 13.200 millones de euros. Por otro lado, si se considera solo el ebitda base, que estaría en torno a los 850 millones al año, la operación se iría a los 10.200, la mitad de la valorización que se hizo de la joint venture que posteriormente se convirtió en MasOrange, en torno a los 22.000.

Si solo se hace una valoración bursátil, el precio podría ser mayor. En estos momentos, Zegona (su matriz) tiene un valor en bolsa de 5.476 millones de libras, esto es, 720 peniques al cerrar la sesión de este miércoles. Estamos hablando de una revalorización del 166% en los últimos doce meses, que además se ha disparado en el último mes un 9% al calor de los rumores sobre el interés de Telefónica en adquirir Vodafone España.

En este sentido, los informes de los analistas (como el de Deutsche Bank publicado por este diario) le dan un potencial revalorizador del 70% en un año y la mayoría de los expertos le atribuyen un valor objetivo de al menos diez libras. Si solo tomamos como referencia este precio objetivo nos iríamos a 7.712 millones, 9.100 millones de euros. A esta cifra habría que agregarle una prima de compra de al menos un 30%, lo que elevaría la operación al menos hasta los 12.000 millones.

Grupo Vodafone

En cualquier caso, los analistas con los que ha hablado este diario indican que cada mes que pase para que se cierre una eventual operación jugará en contra de los interesados, ya que el precio de Zegona -y de Vodafone- subirá. De hecho, las estimaciones hablan de un crecimiento de la acción (su único activo es la operadora española) que podría llegar hasta el 70% en uno a dos años más, casi 11.000 millones, a los que habría que sumar una prima. Estas mismas fuentes creen, sin embargo, que por 9.000 millones podría cerrarse la operación, si se hace con rapidez.

Como ya ha explicado este diario, la clave para Vodafone es la entrada de inversores en las sociedades de fibra que ha creado con MasOrange y Telefónica. Si logran vender un 40% en cada una de ellas se podría recaudar entre las dos operaciones unos 6.000 millones, de los que al menos 1.000 serían para Zegona. El plan pasa por pagar a Vodafone Reino Unido el 30% que tienen todavía en su exfilial y utilizar el resto para pagar parte de su deuda de 3.800 millones. De ser así, pasarían a ser una de las operadoras españolas menos apalancadas.

Dos operaciones que podrían estar resueltas a más tardar en otoño de este año, lo que aceleraría cualquier proceso y daría a Zegona el control completo y libertad para negociar con un mayor valor. Además de la compañía de fibra, los analistas estiman que el potencial de crecimiento de Vodafone también pasa por unos mayores ahorros en la gestión de su red fija y recortes de costes, aumentando la eficiencia y su Ebitda, incluso en un contexto de mayor competitividad.

Opciones de Telefónica

¿Y cómo financiar la operación? Telefónica cuenta en estos momentos con una caja de 6.500 millones de euros y una deuda de 37.000 millones, 28.800 si se excluyen los arrendamientos, lo que supone que la ratio de apalancamiento es de apenas 2,8 veces su Ebitda ajustado. Unos parámetros que obligan buscar financiación bancaria, lo que indefectiblemente terminará aumentando el pasivo de la operadora, justo en momentos en los que está realizando importantes desinversiones en Latinoamérica.

Por su parte, MasOrange lo tiene más complicado. Su deuda roza los 14.000 millones, manteniendo un ratio de endeudamiento de 4,8 veces su ebitda ajustado. La compañía se ha comprometido a bajar su pasivo hasta un ratio de 2,75 veces ebitda, pero para ello deberían ingresar al menos 5.250 millones con la venta de su Fiberco con Vodafone. De momento, las valoraciones y las ofertas realizadas no superan los 7.000, con lo que recibirían solo 3.000 millones limpios.

Un montante que, en todo caso, bajaría su endeudamiento hasta los niveles necesarios que puedan activar la salida de los fondos KKR, Cinven y Providence. Éstos ya han manifestado su interés de vender su participación en la joint venture, lo que ha obligado a Orange a buscar financiación para adquirirla. Con todo, las fuentes consultadas indican que es casi imposible que MasOrange intente operaciones corporativas antes de resolver la salida de sus accionistas, algo que no se produciría al menos hasta mediados de 2026.

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