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Telecomunicaciones

Indra cerrará la compra de Escribano antes de fin de año tras asegurarse el apoyo de la SEPI

La compañía considera que con la creación de una comisión de control se salvan las dudas de algunos consejeros

Indra cerrará la compra de Escribano antes de fin de año tras asegurarse el apoyo de la SEPI

El presidente ejecutivo del Consejo de Administración de Indra, Ángel Escribano. | Europa Press

El grupo Indra prepara la compra de Escribano Mechanical & Engineering (EM&E) tras salvar las últimas reticencias de sus vocales en el consejo extraordinario celebrado el pasado jueves. En las próximas semanas se espera que comiencen las negociaciones formales para unir a estos dos gigantes de la defensa gracias al apoyo que han conseguido de tres de sus cuatro mayores accionistas: la SEPI, Escribano y Amber Capital, que suman el 50% del capital. Incluso se ponen plazos y esperan tener cerrado por completo el acuerdo antes de que acabe el año, según ha podido saber THE OBJECTIVE.

En el consejo de administración extraordinario del jueves se hizo balance del curso, se pusieron deberes para después de las vacaciones y se analizó la compra de EM&E. La propuesta del consejero delegado, José Vicente de los Mozos, era clara y apuntaba a importantes sinergias con la compañía fundada por el presidente de Indra, Ángel Escribano, y presidida por su hermano Javier. Un encuentro largo de más de cuatro horas en el que se encontraron con más reticencias de las esperadas, pero que se logró salvar sin tocar lo sustancial del proyecto.

Un puñado de consejeros independientes -que se sumaron al representante de Sapa Palencia, Jokin Aperribay- manifestaron serias dudas respecto a un eventual conflicto de intereses que podría generar una compra entre dos compañías con claras vinculaciones familiares. Es así como tras un largo debate -y en medio de la dimisión de la vocal Ángeles Santamaría por motivos personales- se llegó al acuerdo de poner en marcha una comisión integrada por vocales independientes para supervisar «el cumplimiento de las reglas aplicables para la correcta gestión de los conflictos de interés».

Apoyo de la SEPI

En la nota enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no se especifica, pero dentro de la compañía se confirma que la comisión se pone en marcha para despejar cualquier duda y asegurarse de que se respetarán todas las normas de gobernanza ante la potencial fusión con EM&E. Una propuesta del agrado de los rebeldes que aceptaron seguir adelante con las negociaciones. Dentro de Indra dan como salvado este match ball y las dudas de los independientes y se pondrán a trabajar ya en las primeras exploraciones de la integración.

Para consolidar el proceso ha sido fundamental el plácet de la SEPI. Los gestores de Indra lograron hace algunas semanas el apoyo clave del Gobierno, dueño del 29% de la compañía y primer accionista, tras las dudas que hace algunas semanas se manifestaron dentro del holding público. Este diario ya informó de que el grupo dependiente del Ministerio de Hacienda pidió limitar el precio a pagar y evitar cualquier problema de compliance y de gobernanza en la adquisición para alejar el fantasma del conflicto de interés.

Cuando empezaron los primeros acercamientos, Javier Escribano, presidente de EM&E y hermano del presidente de Indra, indicó que su empresa valía «mucho más de 1.000 millones», lo que encendió las alarmas ante un sobreprecio que pudiese ser penalizado por el mercado. Del mismo modo, estaba sobre la mesa un posible conflicto de interés en una compañía con vínculos familiares y accionariales, ya que EM&E también es dueña del 14,3% de la cotizada tecnológica.

Compra de Hispasat

Así es como se ha avanzado en tres compromisos principales para allanar el comienzo de las negociaciones. El primero es el precio, que en principio deberá estar muy por debajo de los 1.500 millones de los que se ha hablado en la prensa. Es verdad que EM&E facturó 355 millones de euros con un Ebit de 111 millones, triplicando sus parámetros de hace un año, pero todavía parece excesivo concederle una valoración cercana a múltiplos de 15 veces el Ebitda.

El segundo gran acuerdo es el canje de acciones como una fórmula para abaratar la operación y reducir la factura. Hace unos meses, la cotizada tuvo muchos problemas para conseguir la financiación bancaria para pagar los 725 millones de la adquisición del 90% de Hispasat, por lo que ahora sería mucho más difícil volver a recurrir a la banca. Es así como una operación de intercambio de capital es la que tiene más sentido, aunque aquí uno de los problemas será calcular el porcentaje de Indra que finalmente se quedarán los Escribano. En este punto, la línea roja de la SEPI es seguir siendo el principal accionista.

Indra y Escribano

Y finalmente, el tercer gran pacto es que Ángel Escribano -y su hermano Javier- se han comprometido a mantenerse totalmente ajenos a las negociaciones. Desde hace varias semanas, la operación ya está en manos del consejero delegado, José Vicente de los Mozos, y el plan pasa porque sigan liderando las conversaciones con EM&E sin que el presidente tenga ningún conocimiento del proceso. Así se evitará cualquier sospecha de vulneración de los códigos de transparencia y de un posible conflicto de interés.

En este sentido, el plan pasa por dar el pistoletazo de salida a las negociaciones formales en el consejo ordinario de Indra del próximo 23 de julio y con la comisión de supervisión ya a pleno rendimiento. Esto supone que ya en septiembre se comiencen a realizar los acercamientos para tener un acuerdo antes de que termine el tercer trimestre del año y cerrar la operación y todos sus flecos antes de que termine el año 2025. Al tratarse de una operación que lleva varios meses sobre la mesa, se espera que tras las respectivas due diligence se pueda acelerar el proceso.

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