La CNMC entierra el plan de Óscar Puente para poner fin a los bajos precios de Ouigo

Estupor en la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) con el ministro de Transportes, Óscar Puente. Aunque apenas lleva poco más de tres meses en el cargo, los expertos del área de transportes del organismo suspiran cada vez que el ministro se enzarza con las nuevas compañías del sector que compiten con la empresa pública Renfe. La última tuvo lugar este lunes. Puente aseguró que estaban estudiando denunciar a Ouigo ante la CNMC por sus bajos precios ya que comprometen a Renfe. Sin embargo, fuentes internas de la CNMC rechazan esta posibilidad, que tachan «de no tener recorrido».

Aunque el ministro asegura que «su función es defender a Renfe», los especialistas del regulador aclaran al ministro que «es normal que cuando un mercado que antes era un monopolio se abre a la competencia, los nuevos entrantes pongan precios más bajos que los que antes fijaba el que ostentaba todo el poder, porque necesitan posicionarse en el mercado». Una realidad que Puente trata de sortear, ya que, según él, la liberalización de este mercado tenía que ser a través de «una competencia sana» y no «una guerra donde se vende muy por debajo del precio», y donde la compañía pública española «no puede competir».

A este escenario se le une una polémica creada por el ministro que desde el regulador critican. Así, las mismas fuentes de la CNMC recriminan que Puente en estos primeros meses se haya erigido como la gran voz autorizada en decidir el canon de Adif (es decir, los importes que las empresas ferroviarias pagan a Adif y Adif AV por utilizar sus infraestructuras). Una competencia que es exclusiva de la CNMC, que es quien aprueba y fija esa tasa una vez lo haya propuesto previamente el Ministerio de Transportes.

De hecho, el regulador es el mismo que tiene la última palabra para decidir si una empresa ferroviaria puede prestar servicios de alta velocidad. Sin ir más lejos, hace apenas unas semanas dio luz verde para que precisamente Ouigo pudiese operar la ruta Madrid-Segovia-Valladolid. Una ciudad, esta última, de la que fue alcalde Óscar Puente entre los años 2015 y 2023. Según la CNMC, «en los últimos años se había apreciado un importante crecimiento de la demanda y la ocupación media en los trenes de Renfe que ya alcanzaba el 90%».

Renfe y Francia

El ministro calificó la situación de la empresa pública francesa Ouigo de «dumping». Primero, hizo pública su queja y más tarde llamó al Gobierno francés. Según él, está siendo «terriblemente complicado» para Renfe entrar en el mercado francés. Además, criticó que «alguien que representa a Ouigo dijese que Renfe no entraba en Francia por el uso de un material de Talgo que había que homologar». Pero la compañía pública española también sufre en otros países cercanos a nuestro territorio. Hace unos meses recibió un duro revés en otro mercado europeo al fracasar en su intento por irrumpir por primera vez en Reino Unido con la británica Grand Union.

Por otro lado, en febrero de 2023, el PNV (Partido Nacionalista Vasco) se quejó en el Congreso de los Diputados ante el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de que un informe -que pertenece al Consejo de Orientación de Infraestructuras, adscrito al Ministerio de Transportes francés- retrasaba 12 años (de 2030 a 2042) la unión por tren de Vitoria (País Vasco) y París (Francia). Ocurría después de que el 19 de enero de ese mismo año se celebrase una cumbre en Barcelona entre ambos países, donde se firmó un tratado de amistad y cooperación entre los dos países para mejorar sus conexiones e inversiones ferroviarias.

La batalla que ha abierto el ministro de Transportes contra Ouigo lleva ya varias semanas. Después de que el ministro criticara los bajos precios del operador público francés, la compañía respondió asegurando que «era la primera vez que les reprochaban tener precios bajos«. Una afirmación que provocó que el ministro les amenazara con no rebajarles los cánones de Adif. El ministro aseguró ayer que los precios de Ouigo no solo afectan a Renfe, sino también a la compañía italiana, Iryo. Una empresa que no se ha posicionado al respecto. Puente fue a más y apuntó a que la política de precios de Ouigo tendrá, con el tiempo, una repercusión negativa para la empresa francesa. «Es insostenible para las tres», sentenció.